Por Christian Burgazzi
¡“Ambos dos”!
A muchos les habrá llamado la
atención el “ambos dos” del subtítulo, dicho a la manera de los abuelos, que
por viejos saben más que el diablo. Y es que para recorrer los largos y
tortuosos caminos que tenemos por delante, hay que aplicar la sabiduría, malicia
y paciencia, propios de muchos respetables ancianos. Y a la vez la imaginación,
creatividad y audacia de muchos jóvenes, como los que hoy asumen los grandes
desafíos de hacer política en Venezuela.
La inmensa mayoría de la
población ya tiene claro que para superar la enorme crisis es indispensable
cambiar al régimen rojo, y a decir de las encuestas, esto incluye a la mayoría
de los que en diciembre votaron por el oficialismo. Todos sufrimos la vida en
Venezuela por la carestía creciente y por el riesgo diario de perderla. Vivimos
en el infierno criollo y lo peor es que puede ser peor: si seguimos con el
actual régimen las cosas se van a poner mucho peor.
El debate ahora es cuál es el
mejor camino democrático para cambiar de presidente, con la mayor posibilidad
de éxito, al menor costo y tiempo posibles.
Las dos opciones principales
en discusión son la Enmienda y el Revocatorio, que hasta ahora se han
presentado como alternativas, es decir, una o la otra, cuando en realidad no
son excluyentes. Al contrario, a mi juicio deberían transitarse de manera
simultanea para llegar a la terminación del mandato de Maduro y a la
convocatoria de nuevas elecciones presidenciales.
Las primeras objeciones a esta
propuesta serán de carácter práctico, por lo complicado que puede ser
desarrollar una estrategia con batallas en varios frentes a la vez. Sin embargo
es precisamente lo complejo de esta confrontación, que siendo pacífica requiere
de estrategias casi bélica, como ataques simultáneos por varios flancos,
desarrollados de forma conjunta, desde frentes diferentes, el de la AN con los
112 diputados y el de la calle con el batallón de millones de respaldos con los
que cuenta la Unidad Democrática.
Las razones para el desarrollo
de esta estrategia doble son varias:
1) Impulsar la Enmienda desde
la AN implica dar la pelea y hacer valer el principal bastión conquistado por
la MUD, bajo asedio del régimen. La Enmienda, conjuntamente con otras
decisiones emblemáticas (Amnistía, Ley de Propiedad de la GMVV, la anulación de
los nombramientos “express” de magistrados del TSJ por parte de la AN saliente,
así como la reforma a la Ley del BCV, etc.), seguramente serán enfrentadas por
los jerarcas rojos desde su principal trinchera: el TSJ y su arma de
destrucción institucional, la Sala (In)constitucional, dispuesta a abusar de
sus atribuciones, usurpar funciones y violar la constitución a mansalva.
2) Al enfrentar al régimen en
múltiples contiendas y terrenos, aumentan las tensiones nacionales e
internacionales que pueden forzar errores de los jerarcas rojos, agudizar sus
contradicciones y generar fisuras entre sus bandos y bandas; no todos querrán
suicidarse descabelladamente. Los equilibrios en la vida y en política no son
estables para siempre; las dinámicas los alteran.
3) El camino de la Enmienda en
paralelo con el del Revocatorio podría aumentar las posibilidades de que la
Enmienda pase, ante la perspectiva de una derrota inevitable con una avalancha
de votos revocatorios, la cual haría más difícil la recuperación desde el punto
de vista de los dirigentes oficialistas que apuesten a la supervivencia del
partido rojo. De transitarse la Enmienda como vía única será más fácil para el
TSJ hacer su trabajo sucio.
4) Por otro lado, será más
fácil superar los obstáculos del CNE ante el Revocatorio si en paralelo se
desarrolla la estrategia de la Enmienda. Es más cuesta arriba que logren
bloquear los dos caminos, si se usa la “Gillette Doble Filo”. O dicho en
criollo: si no los agarra el “chingo” los agarra el “sin nariz” (o ambos en el
mejor de los casos).
5) La principal fortaleza con
la que cuenta la Unidad Democrática es el masivo apoyo popular que logró
conquistar y que crecerá en la medida que ofrezca soluciones para superar la
crisis nacional. Desde la calle la MUD puede impulsar el Revocatorio, que
seguramente contará con el respaldo de muchos ex-votantes rojos.
6) El camino del Revocatorio
permite activar a los partidos de la MUD, a sus militantes y a la sociedad
civil organizada con sus voluntarios y contar con la participación directa y masiva
de la gente, mediante su firma y su voto revocatorios, para canalizar su clamor
por el cambio de presidente y reducir, con la movilización popular, el riesgo
de confrontaciones jurídicas que obstaculicen el proceso. Esta sería la segunda
derrota consecutiva del régimen por parte del pueblo, lo cual podría acelerar
la desbandada roja. Además Maduro ha repetido que esta sería la única vía que
aceptaría para irse. Vamos a complacerlo con un “Revolcatorio” y rematarlo con
la Enmienda (porsia).
7) Los dos procesos, Enmienda
y Revocatorio, no son excluyentes, al contrario se refuerzan mutuamente y
aumentan las posibilidades de éxito, al punto que en el mejor de los casos se
podría lograr realizar un único Referéndum con dos preguntas, la de la Enmienda
y la del Revocatorio, en una misma fecha a mediados de este año, como veremos
en la segunda parte de este escrito, en el que se analiza la secuencia de
eventos y tiempos.
8) Por último y no menos
importante, decidir de una vez avanzar de forma simultanea por las vías de la
Enmienda y del Revocatorio, permite ahorrar tiempo en la discusión entre una u
otra, y evitar roces en el seno de la MUD y las secuelas de las heridas por un
eventual conflicto por cálculos particulares por encima de la Unidad o por mal
manejo de las diferencias, como en el caso de la escogencia del Presidente de
la AN, que al parecer aún perduran.
Es obvio que cualquier asunto
que el régimen lleve a su Sala (In)constitucional (como la definición de los
2/3 con los 109 diputados para la elección de nuevos rectores del CNE o de más
magistrados del TSJ y la remoción de otros, la Enmienda, La Ley de Referéndum,
etc.) tendrá el resultado que sabemos o se prolongará por el tiempo necesario
para invalidar la intención de cambio. El régimen además de contar con el TSJ
para su supervivencia, pretende aguantar con la esperanza que aumente el precio
del petróleo a finales del 2016.
Es indispensable evitar caer en las trampas rojas que buscan trancar el juego democrático.
Esto no significa que no se
deban recorrer estos caminos, lo que implica es que se debe avanzar en paralelo
por varias vías de lucha política, evitar depender de la confrontación de
poderes que pretende el régimen y contar con la fuerza del apoyo popular.
Hay que dar cada batalla en el
momento y en las condiciones en que se pueda ganar.
“Los buenos guerreros hacen
que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de
su fortaleza.”
El arte de la Guerra, de Sun Tzu
10-02-16
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