FRANCESCO MANETTO 17 de abril de 2017
El
presidente venezolano, Nicolás Maduro, respondió este lunes a la marcha de la
oposición convocada para el miércoles en Caracas con una demostración de fuerza
del chavismo. Ordenó al Ejército marchar “en defensa de la moral” y “en repudio
a los traidores de la patria”, pero el acto sirvió para exhibir el apoyo sin
fisuras de los militares. Así lo expresó el ministro de Defensa, Vladimir
Padrino López: “La Fuerza Armada Nacional Bolivariana [FANB] preserva su unidad
monolítica, granítica, y ratifica su lealtad incondicional al señor
presidente”. El mensaje, inequívoco, supone en sí una advertencia en medio de
un clima de tensión y tras dos semanas de protestas. Las movilizaciones han ido
en aumento desde que el 30 de marzo, el
Tribunal Supremo de Justicia dejara sin competencias al Parlamento, de
mayoría opositora, y ahondara así la crisis institucional que sufre el país
latinoamericano. El
mismo tribunal rectificó su decisión días más tarde, pero los manifestantes
continuaron su pulso contra el Gobierno.
El
presidente venezolano describió esta movilización como una exaltación de los
valores que asocia al oficialismo y como un aviso a la oposición. Esto es, “una
jornada, en defensa de la moral, del honor, del compromiso, de la unión cívico
militar, del compromiso con la patria, en repudio a la traición a la patria y
los traidores de la patria, que desde el exterior, desde Miami, desde Bogotá,
desde Santo Domingo triangulan conspiraciones”.
El
pasado 29 de marzo, el gobernador del Estado de Miranda, el
opositor Hernique Capriles, pidió ayuda a los colombianos durante un viaje
a Bogotá para tratar de hacer frente a la escasez de comida y medicamentos que
golpea Venezuela. El líder de Primero Justicia, partido mayoritario de la Mesa
de Unidad Democrática (MUD), señaló entonces las que considera las prioridades
para su país y la columna vertebral de las reivindicaciones de su formación: el
reconocimiento de la Asamblea Nacional, la liberación de presos de
políticos como Leopoldo López, la apertura de un canal humanitario para
alimentos y medicinas y la celebración libre de comicios.
Denuncia
de torturas
El
Gobierno venezolano busca vincular la marcha a los episodios de violencia
callejera registrados en las últimas semanas. Desde las sentencias del Supremo,
ha habido al menos cinco fallecidos en las protestas. La Iglesia y la oposición
las atribuyeron en su mayoría a grupos de choque próximos al chavismo. Maduro,
no obstante, habló de una “agresión” que trata de sembrar “el caos” y dejó
claro que castigará a quien reconozca como responsable en las filas opositoras.
“No me va a temblar el pulso para hacer justicia”, mantuvo, al comparar las
manifestaciones con el intento de golpe de Estado contra Hugo Chávez de 2002.
Es, dijo Maduro, “el mismo callejón sin salida”.
La
organización de venezolanos en el exilio Veppex denunció a través de un
comunicado que los hermanos "Francisco José y Alejandro Sánchez Ramírez,
dirigentes juveniles de Primero Justicia, fueron detenidos el pasado jueves
durante una protesta" y fueron "torturados" para
"obligarles a grabar una declaración donde responsabilizan a diputados y
líderes opositores de hechos violentos en Venezuela".
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