Por Ariel Ulloa
El chavismo y sus escasos
partidarios chilenos quienes desde la izquierda defienden lo indefendible,
pretenden establecer similitudes entre el proceso venezolano y la experiencia
de la Unidad Popular. Más grave, han tratado de hermanar la figura de
Allende con la de Maduro. Esta es una falsificación de la historia
y constituye una ofensa a la memoria de Salvador Allende por cuanto nada hay de
similar en ambos procesos, menos entre un héroe y un simple testaferro de
los militares.
Veamos:
1.- Es de la esencia de la Vía
Chilena al Socialismo la construcción de una sociedad más justa con
respeto irrestricto a la democracia, las libertades y los Derechos
Humanos. Salvador Allende sacrificó su propia vida por esos principios y jamás,
ni siquiera pensó, en mantenerse en el poder por la fuerza de las armas,
gestando por ejemplo un autogolpe. Este ha sido el camino
escogido por Maduro imitando así a Fujimori y otros dictadores. “Si
no es por los votos será por las balas” ha sido una de sus tantas consignas
irresponsables.
2.- Allende fue víctima de un
golpe de estado organizado y ejecutado por las FFAA, la derecha y la
plutocracia en estrecha colaboración con la CIA norteamericana. El acto
liberticida fue la culminación de planes elaborados por esa agencia
en contra de la izquierda durante años y que se consumaron el 11 de
Septiembre. Por el contrario, Maduro se sostiene exclusivamente en lo que él
denomina “alianza cívico-militar” en la que la hegemonía la ejercen hoy de
manera incontestable los militares. Allende siempre nos decía que la revolución
la hacen los pueblos no los militares.
3.- Durante el Gobierno de
Allende hubo respeto pleno a la separación entre los poderes del Estado y
libertad absoluta de prensa. En el caso venezolano eso sencillamente no existe
y en el caso de la libertad de prensa impera la autocensura. El
Presidente, desde la época de Chávez, ordena detenciones y proclama condenas
contra opositores incluso en sus discursos, y el Poder Judicial sencillamente
ejecuta.
4.- En el Gobierno de la
Unidad Popular no hubo un solo detenido y menos preso por razones políticas.
Menos existió la práctica de la tortura, tampoco hubo exiliados ni se violaron
los Derechos Humanos. El régimen venezolano mantiene presos, según múltiples
organismos de DDHH, incluyendo las NNUU, a no menos de 400 personas la mayoría
de ellos procesados ilegalmente por tribunales militares y varios sin proceso
alguno, como es el caso del Alcalde Mayor de Caracas Antonio Ledezma preso
desde hace 2 años. Lo mismo ocurre con los alcaldes Daniel Ceballos, Delson
Guarante y Alfredo Ramos. 16 alcaldes más están perseguidos por razones
políticas con orden de captura, medidas cautelares, destituidos
arbitrariamente, etc.
Los militares golpistas
chilenos escudriñaron todo en búsqueda de robos o corrupción. Nada encontraron,
ni siquiera les sirvió el “criadero de la Irma” como recordaba Almeyda. Nada,
por la sencilla razón de que los quienes luchamos junto a él, comunistas,
socialistas, radicales, cristianos de izquierda, independientes, etc. lo
hicimos por un ideal, no por lo material, sino por un sueño.
Al gobernador del Estado de
Miranda Henrique Capriles sin mediar proceso alguno el Tribunal Supremo le ha
privado de sus derechos políticos por 15 años. Algo similar a lo que hizo
Pinochet contra Clodomiro Almeyda a quien aplicó el oprobioso artículo Octavo
de la Constitucion del 1980 que condenaba a la muerte cívica a los opositores
por razones políticas. Durante los 110 días de protestas la dictadura
venezolana apresó a no menos de 5000 personas y reprimió a los manifestantes de
manera brutal con un balance de más de 140 muertos. Allende jamás hizo eso y ni
siquiera lo pensó. Tanto es así que para dar salida democrática a la crisis que
sacudía al país había decidido anunciar un Plebiscito que dirimiera
las diferencias. El golpe lo impidió. La oposición venezolana ha buscado una
salida electoral a la crisis, por ejemplo el Referendum Revocatorio, Maduro
ordenó al Poder Electoral (CNE) impedirlo porque lo perdía. Así se hizo.
5.- La experiencia de
Allende, justamente por el carácter democrático de la vía chilena, contó
siempre con una enorme solidaridad y apoyo internacionales, en particular
de la intelectualidad y el mundo de la cultura, solidaridad que se
amplió luego del golpe. El régimen dictatorial de Maduro es repudiado por la
mayoría del mundo de la cultura y la intelectualidad más valiosa del
planeta. Incluso muchos, que apoyaron inicialmente al chavismo, como Noam
Chomsky, ícono de la izquierda, ha sostenido que “en América Latina, creo que
el modelo de Chávez ha sido destructivo”, Dieter Dieterich, mentor ideológico
de Chávez con su Socialismo del siglo XXI, Edgardo Lerner y otros, todos hoy
han restado su apoyo a esa experiencia y son críticos. A nivel político en el
caso de América solo cuenta con el apoyo de Bolivia, Nicaragua, El Salvador
y el más tibio de Ecuador.
6.- En el clima político y
militar de la guerra fría, obviamente que una experiencia como la
de Allende nació condenada por los EEUU. Toda la documentación
disponible y en especial la recientemente desclasificada lo confirma. Lo grave
para Nixon- Kissinger lo ha reconocido-, era que “una nueva Cuba” se instalase
en América, esta vez por vía electoral y respetando el modelo democrático
occidental. El peligro de contagio era temible. Por lo tanto había que “hacer
crujir la economía” (Nixon) y desarrollar un plan desestabilizador coordinado
por la CIA.
En el caso venezolano el
Presidente Obama, decidido a terminar con la línea intervencionista de todos
los gobiernos anteriores y la pésima imagen que eso entrañó para los EEUUU
entre sus vecinos del sur, desplegó una política de colaboración y amistad que
culminó con el intercambio de embajadores con la Cuba socialista. Esa política,
en el caso de Venezuela, se caracterizó por la búsqueda de un
entendimiento casi a como diera lugar. El esfuerzo de Obama fracasó porque este
tipo de procesos necesita siempre de un enemigo para encubrir sus deficiencias
internas.
Que los EEUU no han utilizado
hasta ahora arma desestabilizadora alguna contra Venezuela, como sí lo
hicieron contra Allende, queda demostrado con la presencia en EEUU sin
inconveniente alguno de empresas como CITGO PETROLEUM CORPORATION, una
filial de PDVSA con sede central en Houston, Texas y que cuenta con unas 6000
estaciones de servicio abanderadas con su marca, 3 grandes refinerías para el
petróleo pesado venezolano y 48 terminales de almacenamiento y distribución.
Ingresos anuales de más de 35 000 millones de dólares anuales y unos 3700
empleados. Goldman – Sachs acaba de adquirir 2 800 millones de dólares en bonos
de PDVSA a precio de liquidación pagando solo 865 millones en lo que constituye
una bofetada a las necesidades de un país. En estas condiciones ¿ puede Maduro
seguir sosteniendo que existe una “guerra económica” en contra de Venezuela por
parte de los EEUU? Ciertamente que no.
Al gobierno de Allende en
cambio se le negó la sal y el agua desde la partida y luego de la
nacionalización del cobre sin indemnización, los tribunales norteamericanos a
petición de Nixon embargaron todo lo que oliera a CODELCO en el mundo,
incluyendo sus oficinas en Nueva York. Obviamente que la amenaza militar de
Trump le vino como anillo al dedo a un maduro ahogado. Me reduzco a lo
manifestado por el columnista Tulio Ramírez del periódico venezolano Tal Cual,
“no sé si Trump es el hermano perdido de Chávez, pero pareciere que tienen la
misma carga genética. Bocones, estridentes, blufeadores y pantalleros”.
7.- Ah!! Y respecto de la
honestidad y la transparencia. Los militares golpistas chilenos escudriñaron
todo en búsqueda de robos o corrupción. Nada encontraron, ni siquiera les
sirvió el “criadero de la Irma” como recordaba Almeyda. Nada, por la sencilla
razón de que los quienes luchamos junto a él, comunistas, socialistas,
radicales, cristianos de izquierda, independientes, etc. lo hicimos
por un ideal, no por lo material, sino por un sueño. ¿Se puede decir lo
mismo de Maduro, Diosdado Cabello, Tarek Al Assaimi y otros? La fiscal Luisa
Ortega Díaz los ha denunciado y es ella quien tiene la palabra. El ideal de
todos estos personajes es el poder y los billetes verdes del imperio.
Los camaradas del Partido
Socialista del Uruguay en declaración pública a propósito de la situación
dramática que vive el pueblo venezolano han sostenido…”No hay socialismo sin
democracia… el ejercicio del poder y la construcción de la sociedad socialista
deben estar basados en la síntesis de la libertad y el respeto y promoción de
los Derechos Humanos”. ¿Entenderán algo de esto los Maduro, Cabello, Al
Aissaimi y los militares venezolanos que han robado el poder al pueblo
venezolano?
14-09-17
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