Cambio16 03 de abril de 2018
Un
ciclo de sanciones latinoamericanas a Venezuela avista su más alta posibilidad.
Esta semana, Panamá se convirtió en el primer país latinoamericano en imponer
sanciones al régimen venezolano. Primeramente, configuró una lista conformada
por 55 personas naturales y 16 jurídicas encabezado por el propio Nicolás
Maduro. Pero además el Ministerio de Economía y Finanzas informó que emitió dos
resoluciones en el marco de sus medidas para prevenir el blanqueo y la
financiación del terrorismo. Una de ellas para la adopción de las listas
publicadas por otros países de personas venezolanas políticamente expuestas.
Se
trata de la resolución 02-018, que recomienda a los sujetos obligados
financieros y no financieros adoptar políticas y procedimientos de debida
diligencia a transacciones relacionadas a personas naturales o jurídicas o
beneficiarios finales de ciudadanos venezolanos que sean o pudieran estar
políticamente expuestas, indicó el Ministerio.
La
medida de Panamá, de esta manera, abre un nuevo ciclo de posibles sanciones
latinoamericanas a Venezuela, previsibles dado el contexto reciente de la
crisis venezolana. El colapso financiero y la hiperinflación convierten a
Venezuela en una zona de desastre económico. La crisis ya no pertenece sólo a
Venezuela. Los refugiados y migrantes fluyen hacia los países vecinos. Las
epidemias y el crimen violento también permean las fronteras. Por ende ponen en
peligro la estabilidad de la región y empresas como el frágil proceso de paz
colombiano en las regiones fronterizas, por sólo mencionar una de ellas.
¿Por qué unas sanciones latinoamericanas
al Gobierno de Venezuela?
La
turbulencia política venezolana del 2017 ha magnificado el sufrimiento que
padece el país y la dificultad de encontrar soluciones. El gobierno logró extinguir
la protesta civil. Asimismo, despojó de su poder a la Asamblea Nacional
opositora y estableció una ilegítima Asamblea Nacional Constituyente con
autoridad sobre todas las instituciones venezolanas.
De
este modo, el progresivo autoritarismo de los últimos años de Hugo Chávez y los
primeros años del régimen de Maduro hizo metástasis hacia un abierto abuso
partidista de las instituciones estatales y judiciales. El incumplimiento a
gran escala de la deuda externa está a la orden del día. Y lo más doloroso, la
escasez de alimentos y medicinas han llevado a sus connacionales a un drama
humanitario de proporciones históricas.
Los
vecinos de Venezuela, que una vez optaron por mantenerse al margen de sus
tensiones internas, hoy enfrentan una catástrofe en sus fronteras. El deterioro
del sector público ha dejado una marca profunda en las regiones periféricas. En
su afán por obtener divisas fuertes, el gobierno ha destinado más de 100.000
kilómetros cuadrados para minería. Allí la falta de regulación fomenta la
colusión entre militares, criminales y guerrillas. Asimismo, los migrantes más
pobres quedan relegados a ganarse la vida como puedan en regiones muy pobres. Y
enfermedades erradicadas como malaria, el sarampión y la difteria, también han
regresado.
El movimiento de sanciones
latinoamericanas a Venezuela
Conforme
transcurren los días, los problemas en Venezuela se incrementan. Nicolás Maduro
se alista para una reelección presidencial. Y lo hace jugando peligrosamente
con sus pocos apoyos. Pero también amedrentando a quien sea para dar a entender
que la dictadura se ha instalado (y no hay vuelta atrás).
En ese
contexto, los llamados a sanciones latinoamericanas a Venezuela se han hecho
más intensos. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha animado a los
países latinoamericanos a adoptar “sanciones más duras”. Principalmente que
apunten a su funcionamiento financiero “y a la manera en que el régimen
manipula y maneja los recursos que pertenecen al país”. Asimismo, el Grupo de
Lima se ha establecido para encontrar una solución a la crisis venezolana. El
bloque rechazó el llamado unilateral de Maduro a elecciones.
La próxima cita
La
amenaza, por parte de los gobiernos de la región, incluidas potencialmente las
restricciones financieras, la congelación de activos y la prohibición de viajar
a personas, sería casi sin precedentes. Podría traer una presión adicional
sobre el gobierno, que ya se ha visto sacudido por las sanciones de la UE y
EEUU. Y hay un escenario que puede
material un nuevo movimiento de sanciones latinoamericanas a Venezuela. La
Cumbre de las Américas en Lima los próximos 13 y 14 de abril.
La
cita tiene todos los ingredientes para convertirse en ese escenario.
Principalmente por la presencia de Donald Trump en la cita. El mandatario estadounidense
ha hecho más contra el régimen venezolano que cualquier otro Presidente en
términos de sanciones, de hablar de una ‘dictadura’ y de crear la sensación
dentro de la élite gobernante venezolana de que podría aún ir más allá.
En ese
contexto, los países latinoamericanos buscarán la oportunidad de decir qué tipo
de relación quieren con Estados Unidos. Y el tema Venezuela formará parte de
ello.
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