MUD 23 de mayo de 2015
@UnidadVenezuela
Caracas, 23 de mayo de 2015
Excelentísimo Sr.
Monseñor Aldo Giordano
Nuncio Apostólico de El Vaticano en
Caracas
Monseñor Diego Padrón,
Presidente de la Conferencia Episcopal
Venezolana
Nos dirigimos a ustedes con extrema
urgencia y preocupación. La vida de Daniel Ceballos ha sido colocada por
el Gobierno Nacional en una situación de riesgo extremo. Ceballos, un
joven venezolano, demócrata convencido que fue electo alcalde su ciudad con un
apoyo superior al 70% de los votos emitidos, luego fue detenido en forma
irregular por el Gobierno y sometido a un proceso judicial atípico. Cumplida la
insólita pena establecida y habiendo sido emitida a su favor una boleta de
excarcelación, una nueva argucia judicial lo mantuvo tras las rejas.
El pasado domingo 17 de mayo el pueblo
de Táchira lo eligió candidato a diputado en las primarias de la Unidad
Democrática, nuevamente con una amplísima mayoría. La respuesta del
gobierno a esa conducta impecablemente democrática fue trasladarlo en forma
violenta, durante la madrugada de hoy, a una cárcel para presos comunes, la
Penitenciaria General del Venezuela en San Juan de los Morros, Edo. Guárico,
lugar donde su vida, preciso es repetirlo, corre un riesgo gravísimo.
No escapará a ustedes que en medio de
esta situación esta en juego muchísimo más que la integridad física y la vida
de un preso político. Nuestro pueblo sufre una situación de aguda
crispación y severo malestar. La escasez de alimentos, la restricción en el
acceso a las medicinas, la inseguridad desbordada y la destrucción del valor de
nuestra moneda son factores que atentan contra la paz social y la convivencia
ciudadana. En ese marco terrible, la política debería ser el canal para
la resolución pacífica de los conflictos que hoy vivimos. Pero esa
posibilidad se ve interferida, interceptada, saboteada por un gobierno que con
agresiones como esta que hoy victimiza a Daniel Ceballos parece interesado en
agudizar el malestar y provocar la violencia.
Estas líneas tienen por objeto, pues, en
primer lugar, clamar por su solidaridad en la lucha por la vida y la libertad
de Daniel Ceballos, preso político venezolano a cuyo favor ha dictado medidas
cautelares la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, hasta ahora
ignoradas en forma prepotente por el Gobierno Venezolano. Pero también estamos
clamando por la vida y la libertad de Leopoldo López, de Antonio Ledezma, de
todos los estudiantes y jóvenes venezolanos que están presos, judicializados o
perseguidos sólo por pensar distinto. Queremos su ayuda sobre todo para
lograr que la crisis que afecta a todo el pueblo venezolano, sobre todo a los
más humildes y a la muy golpeada clase media, tenga una solución pacífica,
constitucional y democrática, una solución construida con los votos del pueblo,
y no un desenlace violento, hecho a expensas de la sangre del pueblo,
como lo esta propiciando con medidas como estas el Gobierno de Maduro, que se
torna cada vez más violento e irresponsable en la misma medida en que se
acentúa su pérdida de apoyo popular.
Estamos clamando, pues, por Daniel Ceballos
y por todo un pueblo, que hoy sólo exige paz, democracia y libertad.
Por la Mesa de la Unidad Democrática,
JESÚS CHÚO TORREALBA
Secretario Ejecutivo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico