Por Gerardo
Rosales, 19/05/2015
Ander: ¿Dónde
estás?
Desde las tres de
la mañana, los jesuitas que vivimos en la parte alta del Barrio La Vega, Sector
las Casitas, escuchábamos cómo robaban el Liceo Andy Aparicio de Fe y Alegría.
Después de un esfuerzo inútil por tratar de hacer contacto con el cuadrante 5 de
la PNB, decidimos llamar al 171. Nos respondió una mujer y dijo que tramitaría
la llamada a la autoridad competente. Después que pasaron 15 minutos, la
impotencia nos hizo llamar de nuevo a 171, para recibir la misma respuesta. La
policía no llegaba.
Mientras estábamos
sentados, comunicándonos por celular con el vigilante para saber que estaba
fuera de peligro, recordé un artículo publicado en la revista del domingo en
Ciudadccs y firmado por Ander De Tejada.
Imaginé todo “el
trabajo” que pasó el señor Ander para entrar a la Universidad Católica Andrés
Bello (UCAB). Según él, los eficientes y prejuiciados vigilantes -al parecer
más eficientes que el cuadrante 5 de la PNB en la Vega- le pusieron mil
obstáculos para entrar al recinto universitario. En ese momento yo deseaba
contar con la presencia de vigilantes tan “coxo de su má”, para que no dejaran
entrar a los vándalos al liceo Andy Aparicio.
Luego pensé, qué
poco conoce el señor De Tejada los barrios de Caracas, porque no sabe que el
actual rector, el P. José Virtuoso, celebra la misa todos los domingos en el
barrio popular de Catuche, en la Pastora, y no tiene guardaespaldas. Que
además, el ex-rector, P. Luis Ugalde, celebra la misa todos los domingos en el
tan azotado barrio La Pradera, en una de las partes más altas del popular
barrio de La Vega. Ander se hubiese evitado “tantas peripecias” y humillación,
ubicando a “los chivos rectores” en los barrios populares, los días domingo.
El señor Ander De
Tejada asegura que la responsabilidad social prestada por los estudiantes de la
UCAB, tiene mucha más semejanza a la responsabilidad social de un banco. Lo
cierto es que cientos de estudiantes al año, atienden a los cinco colegios de
Fe y Alegría que están a lo largo de todo el barrio la Vega, tanto así que esos
colegios están en los primeros lugares estadísticos de índices académicos de
los liceos de Caracas.
Lo que más lamento
es que yo no tengo otro punto de comparación, porque como no he visto a
estudiantes de la UBV o de la UCV por estos barrios, ya sea en servicio
comunitario o voluntariado, para saber si el servicio comunitario obligatorio o
sus voluntariados tienen tales niveles de efectividad como los de la UCAB.
Otra cosa que no
sabe Ander De Tejada, pero le explico para que se acerque y escriba algo en
Ciudadccs, es que el Centro Social y de Salud Santa Inés no sólo atiende a las
comunidades de Antímano, el Paraíso, parte baja de la Vega, y personas
que vienen ¡Hasta de Petare! El Centro Social y de Salud Santa Inés tiene un
núcleo en el sector La Pradera, parte, por cierto bien alta, del barrio La
Vega. Con un equipo de médicos, sicólogos, estudiantes de derecho, educación,
administración, etc., atienden gratuitamente a más de 100 personas al día. Las
hermanas de acción parroquial pueden atender a Ander De Tejada, sino le da
miedo subir a La Vega, porque aquí arriba, como se habrán dado cuenta, no hay
ni siquiera la seguridad que debería de ofrecer el Estado.
En medio de los
ruidos de la alarma, y de la angustia que daba saber que desvalijaban el colegio,
recordé que el señor De Tejada se refería al plan de beca trabajo de la UCAB de
forma irónica. Yo estoy enseñando inglés a los jóvenes de CECAL- Fe y Alegría,
que tiene su sede en el mismo liceo Andy Aparicio. Los jóvenes de noveno grado
de CECAL, están esperando con ilusión sus pasantías en la UCAB, porque les
parece que es una de las instituciones más humanas, organizadas y eficientes,
donde vale la pena gastar su jornada de trabajo.
¿Qué tal, Ander De
Tejada, si la policía, sin necesidad de imitar a los alemanes, hubiese llegado
puntual esta madrugada al liceo Andy Aparicio? Tal vez los delincuentes no se
hubiesen robado el sonido, no hubiesen roto con un soplete la puerta de la sala
de profesores. ¿Qué tal si, como buen investigador venezolano, sin imitar a los
alemanes, dedicaras más tiempito a hurgar la realidad, a meterte un
poquito más allá, y moverte a los sectores populares para ver qué está pasando
ahí? No puede haber movimiento y progreso cognoscitivo si no hay movimiento
físico, amigo Ander.
Mientras escribía
estas reflexiones, después del robo, quería usar frases que te descalificaran.
Frases como las que tú usas en tu artículo, a saber: “verborrea” del
estudiantado ucabista, discurso “abiertamente escuálido”, “vómito masivo de
chamos”, “trono empresarial”.
Dos cosas me lo
impidieron. La primera, cuando recordaba el contenido que le dio Chávez a la
palabra «escuálido», me daba cuenta que hoy apunta a una nueva y rica cúpula,
la del chavismo que gobierna, quienes se están haciendo de los más ricos de
este país. Cuando leía tu frase de «vómito masivo», recordé que más del 80 % de
los medios de comunicación nacional están en manos del Estado y que más del 70%
de los trabajadores son «masivamente» del Estado. Y cuando trataba de darle
contenido a la frase «trono empresarial», me dije ¿cuáles empresas? Si el gran
empresario hoy es el Estado.
En segundo lugar,
recordé lo cansado que estoy de las exclusiones, ¡hasta en el discurso! Analice
tu nombre, Ander De Tejada, y podía imaginar todo lo que podía escribir para
descalificarte, con ese nombre tan europeizado que tienes. Pero me di cuenta
que de eso hay mucho tanto del chavismo radical como de la oposición radical, y
ya eso nos tiene agotados a los venezolanos.
Entonces,
finalmente, decidí escribir para provocarte, Ander de Tejada, a ver si vienes a
mi comunidad en el barrio y nos conocemos. Porque cuando dices que los jesuitas
nos enriquecemos y succionamos a los estudiantes, y casi que dices que
ignoramos al pueblo de Antímano, donde, por cierto, el P. Jesús María Aguirre
lleva muchísimos años celebrando la misa en uno de sus sectores más
empobrecidos, yo, en comunidad jesuita de la parte alta del barrio la Vega
asumía, con mi imaginación, la actitud de disponerme para atenderte con respeto
y cariño.
Para la parte alta
de la Vega es mejor que subas en el jeep, ya sea por la Rinconada o por la
India, no en tu carro. Aunque claro, como traerás las cámaras y todo implemento
que un periodista debe traer, puedes venir en el carro oficial de Ciudadccs.
Primero, estás invitado a desayunar con los jesuitas, en nuestra casa del
barrio. Debes traer papel sanitario y jabón de mano, si eres muy escrupuloso a
la hora de comer, porque no tenemos. Los vecinos muchas veces nos auxilian.
Ahora, si eres bien populacho, no te preocupes.
Luego, Ander De
Tejada, te invito a que visitemos los cuatro Fe y Alegría de la Parte Alta de
la Vega. Por cierto, el del sector El Encanto, correrá el peligro de caerse
cuando comiencen las lluvias. Luego podemos visitar al Fe y Alegría P. Olaso,
en la Parte bien alta de la Pradera, y te encantarás cuando veas que parece una
tacita de plata, porque su personal y su comunidad lo ama y lo cuida. Luego
visitaremos el núcleo del Sector la Estrella, ahí tienes que contener las
lágrimas, porque es verdaderamente humilde; pero en medio de tus lágrimas
sonreirás, al ver cómo con tan grande ilusión estudian ahí los niños y cómo la
comunidad cuida con esmero esta humilde escuelita.
Pasaremos visitando
a las hermanas de acción parroquial, y te echarán el cuento de cómo se fundó el
Centro Social y de Salud Santa Inés. Terminaremos entrando a la sede principal
del liceo Andy Aparicio, para que entrevistes al vigilante, si consideras que
vale la pena escuchar a alguien más humilde que los jesuitas. El vigilante te
narrará la angustia vivida esta madrugada.
Pero bueno, señor
Ander De Tejada, si no puedes venir a estos barrios tan peligrosos, pero donde
miles de personas, en medio de tanto abandono, violencia y miedo siguen soñando
y trabajando duro, puedes conversar con el ministro del poder popular para la
Educación, Héctor Rodríguez, a quien apreciamos mucho y con quien Fe y Alegría
mantiene un diálogo constante, para que te facilite información de primera
mano, sobre el trabajo de los jesuitas, a través de sus obras: UCAB y Fe y
Alegría, y cuánto aportan a la educación venezolana.
Esta reflexión
terminó cuando tuve que bajar a la cocina para comer una de las arepas que
sobraron anoche, y darme cuenta que, aún a las siete de la mañana, la policía
no había hecho acto de presencia en el liceo Andy Aparicio. ¿Será que le
pedimos a los eficientes y prejuiciados guardias de seguridad de la UCAB, que
expropien el sistema de seguridad del Estado Venezolano?
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