Omar Barboza Gutiérrez mayo de 2015
El momento del cambio político ha
llegado, comenzará con un gran triunfo de la Unidad Democrática en las próximas
elecciones parlamentarias nacionales. Por eso desde antes que se celebraran, la
desesperación del oficialismo condujo a los principales representantes del
cogollo oficialista a tratar de descalificar las elecciones primarias de la
oposición, porque eso fue lo que acordaron en ese gran laboratorio de mentiras
en que han convertido al Palacio de Miraflores.
El éxito de las primarias de la Unidad
es indiscutible, y por eso es que afirmamos que con ese evento se puso en
marcha el cambio político en Venezuela. La MUD tenía prevista la participación
de unos 350.000 electores en vista de que se celebrarían en sólo 33 Circuitos
electorales, sin publicidad para promoverlas, tomando en cuenta además que
muchos de los opositores solo participan en la elección definitiva porque es la
que les interesa, y muchos de los empleados públicos o relacionados con
empresas del Estado, para evitar represalias, no participan en una elección que
es solo entre opositores, pero que si irán a votar por la Unidad el día
definitivo para las parlamentarias. Sin embargo las previsiones de la MUD se
quedaron cortas, ya que acudieron a votar 641.374 electores, lo que se puede
comprobar a través del CNE, y da una idea de la disposición mayoritaria de los
venezolanos para participar votando con la finalidad de producir un profundo
cambio político en nuestro país.
Las críticas del oficialismo a nuestras
primarias también tienen el objetivo de camuflar el simulacro de primarias que
organiza el PSUV, donde 1.152 candidatos solo pueden aspirar a 87 cargos, dado
que el resto, los 80 cargos que tienen más chance de salir, se los reservan
Maduro y la cúpula del PSUV para luego proclamar que hicieron el proceso más
democrático de la historia, pero ya el pueblo se cansó de sus mentiras.
La sociedad democrática volverá a
demostrar en este proceso, que la Unidad es la estrategia vital para derrotar
al proyecto contra natura que hoy gobierna a Venezuela. La madurez y
responsabilidad histórica de la dirigencia política opositora, acompañada por
el pueblo, se impondrá a las maniobras del gobierno y de los tránsfugas
alquilados para dividirla, y a pesar de nuestra pluralidad política, saldremos
con candidatos únicos para todos los cargos a elegir, porque imperará el
interés superior que representa la obligación que tenemos de sacar a Venezuela
de esta pesadilla, y conducirla hacia un futuro de progreso y paz con libertad.
La inmensa mayoría de nuestro pueblo
quiere un cambio porque los hechos lo han convencido de que no es posible
superar los problemas y dificultades actuales, mientras permanezcan en el poder
quienes las han causado, destruyendo nuestra economía y dividiendo a la
población incitándola al odio entre hermanos, con la finalidad de imponer un
proyecto totalitario que solo beneficia las desmedidas ambiciones personales de
los que forman parte del grupo que ejerce el poder de espaldas a los intereses
y necesidades del pueblo venezolano. Han despilfarrado la inmensa fortuna que
le ha ingresado al país por su petróleo, y con su actuación lo que han generado
es escasez, alto costo de la vida, inseguridad personal, y mucha corrupción con
impunidad.
El propósito nuestro está claro, es el
de poner la Asamblea Nacional al servicio del pueblo y no del gobierno,
ejerciendo a plenitud las facultades constitucionales del Poder Legislativo
venezolano, especialmente las de control del uso de los dineros públicos y de
la gestión del gobierno y de los miembros que lo integran. Hoy la Asamblea
Nacional es una oficina más del Poder Ejecutivo, y a cambio de ello los
integrantes de la fracción parlamentaria del oficialismo reciben los favores y
privilegios con los cuales les pagan por estar arrodillados ante el poder, en
vez de representar a sus electores. Mientras los parlamentarios de la Unidad
Democrática orientamos nuestra presencia en ese cuerpo para dar testimonio de
resistencia democrática en representación de nuestros electores, la mayoría
oficialista impide que se traten los problemas que afectan la calidad de vida
de la gente y los intereses de Venezuela.
La Venezuela de los sueños de la inmensa
mayoría de nuestros compatriotas, solo tiene dos candidatos para las próximas
elecciones parlamentarias: la Unidad y el Cambio, para lograr modificaciones
políticas, económicas y sociales profundas que el pueblo venezolano se merece y
necesita con urgencia.
barbozaomar@yahoo.com
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