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martes, 26 de mayo de 2015

El futuro ya empezó, por @EdgarRiveroUNT

Edgar Rivero mayo de 2015

He querido titular así este artículo para expresar mi regocijo y el de todos los factores democráticos, por el despertar de los portugueseños. Fue un largo letargo que mantuvo a buena parte de los portugueseños, desconectados de la realidad. Ya Portuguesa despertó y se dio cuenta de que no podemos seguir transitando por Caminos de Equivocación, porque en poco tiempo no tendríamos nada que dejar a nuestros hijos, más que la vergüenza de no haber hecho nada por impedirlo. De allí, nuestra determinación para impulsar y sentar bases firmes para los profundos cambios democráticos que requiere Portuguesa y Venezuela entera.

La recién concluida jornada electoral de la alternativa democrática como primer paso, demuestra cómo poco a poco podemos ir ganando los espacios perdidos. Ya está terminando el oscurantismo y vislumbramos la luz al final del túnel. Basta con este proceso interno de primarias, para avivar en toda Portuguesa ese clamor colectivo que exige un futuro seguro y Portuguesa sabe que esto sólo lo ofrecen las organizaciones políticas democráticas y el resto de la sociedad civil organizada. Un futuro donde el respeto a la vida no sea un mito, donde ser independientes, conseguir alimentos, medicinas, electricidad y la posibilidad de tener un hogar propio no sean lujos impensables.

Sin dudas, hemos dado en el clavo. Hemos generado conjuntamente con el esfuerzo de muchos, en especial de los precandidatos participantes, un efecto positivo de conciencia social, que anima a la sociedad volver a transitar por la vía democrática cívica y pacífica; donde el elemento del voto, se convierte en el instrumento para estimular a los más afectados por la crisis económica, a organizarse de forma integrada y en apego al respeto de la Constitución de la República; crear los espacios de rebeldía y transformación del actual régimen, por nuestro antiguo, seguro y confiable sistema democrático.

La crisis económica y moral sin precedente que vive nuestra nación, generada por la insuperable incapacidad del desprestigiado régimen dictatorial, nos obliga a plantearle al país una alternativa de cambio a tan grave situación en la que está sumido nuestro país. Una alternativa que pasa por afianzar y consolidar el concepto de la Unidad, que nos permita participar y ganar con fuerza y determinación las elecciones parlamentarias, para conformar una verdadera y digna Asamblea Nacional, en garantía de poderes públicos independientes, al tiempo de ir limpiando todo el desastre, ocasionado por tantos delitos cometidos contra el país.

Por ello, es imperativo, continuar avanzando; dejar de un lado cualquier vestigio de individualismo. Después de este gran paso dado al frente en aras del cambio, es prudente mejorar la comunicación, el acercamiento, los acuerdos, el respeto y la tolerancia para dilucidar los mejores caminos, superando posibles y humanas diferencias, en aras de consolidar la Unidad en la esfera política de nuestra entidad, pero privilegiando el respeto al pluralismo y diversidad, que ha caracterizado a los factores que pertenecen a la Mesa de la Unidad Democrática.

Tenemos el deber moral de rescatar esa Venezuela que nos robaron, que nos arruinaron. Venezuela no quiere estar en colas, no quiere seguir reducida a una economía de “bachaqueros”. Venezuela quiere confianza para invertir y ofrecer pleno empleo. Portuguesa quiere sembrar y producir alimentos. Ese país que éramos hace unos 15 años y que nuestros hijos menores de edad no conocieron, ahora con una política vinculada más a lo social y bienestar común, lo podemos recuperar y será mejor que antes, porque sin lugar a dudas, aprendimos la lección.

Por todas estas razones generadas de esta nueva y exitosa experiencia política – electoral, puedo afirmar sin temor a equivocarme que el futuro para Portuguesa ya comenzó. Es crucial continuar mejorando sobre la marcha, implementar nuevas ideas, acciones, estrategias que le garanticen al electorado que sí le vamos a dar un vuelco a nuestra realidad numérica y que esta vez sí obtendremos un número representativo de nuevos diputados demócratas.

Finalmente, ya no hay excusas; tampoco vuelta atrás. A este tren de la reconstrucción, Dios mediante, no lo detiene nadie. El futuro ya empezó para Portuguesa, porque comenzó la recuperación de la democracia y la dignidad venezolana. Ahora más que nunca recobra fuerza la premisa: si nosotros cambiamos, cambia Portuguesa y por ende esta patria llamada Venezuela. Adelante, Portuguesa que el futuro ya empezó.

Edgar Rivero

riveroeeea@gmail.com

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