José de Jesús Guerra C. mayo de 2015
@httptwjjguerrac
Aún conservo entre mis papeles, el
excelente discurso de Oscar Arias en la Cumbre de Trinidad el cual concuerda
con toda exactitud con el actual y -dicho sea de paso- con el que coincido en
todas sus partes, esto determina su claridad y coherencia discursiva, siempre
ha estado meridianamente claro en cuanto al real origen de nuestros problemas
que nada tienen que ver con el accionar de nuestros supuestos enemigos.
Siempre he dicho -y nunca me cansaré de
repetirlo- que nuestros problemas, tanto en Venezuela como en el resto de
América Latina derivan del hecho mismo de que no hemos sido capaces de hacer lo
que debíamos para ir hacia adelante, para progresar, para crecer, para
prosperar y nos hemos conformado con poner nuestras propias culpas sobre
hombros ajenos y aún hoy seguimos actuando del mismo modo. Nunca pude entender
como un país fundado por inmigrantes venidos de muchos países como los Estados
Unidos, supo unir y amalgamar lenguas y mentes tan disimiles hasta construir la
nación más poderosa, prospera, rica y envidiada por el resto del mundo, pudiendo
nosotros haber hecho exactamente lo mismo para obtener los mayores logros en
nuestro accionar como país en el caso de Venezuela y como continente en el caso
de la América hispana, lamentablemente continuamos practicando la ley de que
quien tiene más saliva, traga más harina, nos corroen las ambiciones de poder y
riqueza, la desunión, por eso hoy vemos como un grupusculo de timadores,
mediocres e incompetentes se ha apoderado de las riquezas de nuestra nación,
mientras treinta y pico de millones de venezolanos se ven en la imperiosa
necesidad de hacer inmensas colas para comprar lo que dentro de lo posible se
pueda conseguir para medio comer, con instituciones al servicio de una
parcialidad política cuando deberían estar al servicio de todos los ciudadanos sin
distingos de ninguna clase. Lo peor es que hay gente que sabiendo lo que
ocurre, aplaude a rabiar el latrocinio y la impunidad, la galopante corrupción
y falta de ética y moral del régimen.
Algo que nunca podré entender es ¿Cómo
es posible que un país que había venido creciendo sin prisa pero sin pausa como
el nuestro, con rumbo bien definido hacia el primer mundo, de pronto pega
tremendo frenazo y de un solo viaje nos retrotrajimos a etapas sobradamente
superadas?. A veces pienso que o nos excedimos de demócratas o nos pasamos de
pendejos.
Soy de quienes reconocen los grandes
errores que se cometieron en el pasado y que la lógica consecuencia de tales
errores fue el advenimiento al poder del difunto. Fueron muchas las veces que
de viva voz critiqué la tan execrable forma como se venían conduciendo los
partidos del status frente al pueblo, creían que nunca habría una sanción para
sus sinvergüenzuras y tracalerías y en todas las veces fui descalificado en
especial dentro del que fue mi partido de toda la vida y del cual, por ser
crítico recalcitrante fui expulsado "Gracias a Dios". Hoy día,
ratifico que Bolívar tuvo toda la razón al decir que: "UN PUEBLO
IGNORANTE, ES INSTRUMENTO CIEGO DE SU PROPIA DESTRUCCION". No obstante hoy
debo decir también que resultó peor el remedio que la enfermedad. La pregunta
ahora es: ¿Qué tendremos que hacer para salir de esta debacle? y sobre todo
¿Qué habrá que hacer para que los culpables de ella, no se salgan con la suya y
queden impunes disfrutando del producto del saqueo a las arcas de la nación,
como igualmente sucedió en el pasado?. De algún modo tendrán que resarcir todo
el daño que durante estos dieciséis han ocasionado.
¡NO DEBE HABER IMPUNIDAD!
jjguerrac@gmail.com
@httptwjjguerrac
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