Por Carlos Vilchez Navamuel, 04/06/2015
Cuánto nos gustaría saber la opinión de los
ambientalistas ante el título de este escrito y el de los datos que a
continuación revelaremos, esto porque generalmente vemos posiciones extremistas
de parte de estos grupos con respecto a lo que hay que hacer con el cambio
climático y los problemas ambientales, pero nunca los escuchamos ni los vemos
defender o ayudar a las personas más
necesitadas.
Bjorn Lomberg, del Copenhagen Consensus Center,
escribió hace solo unos días un extenso artículo donde comenta la encíclica
papal Laudato si, el escrito se titula en inglés: “Pope Francis so right and so
wrong in encyclical on climate change” y nos dice entre otras cosas que “El Papa tiene razón al llamar la atención
sobre el problema del cambio climático en su Encíclica sobre el medio ambiente.
El cambio climático es, sin dudas, un problema mundial con graves consecuencias.
Pero este es un caso de "problema correcto, solución equivocada. El Papa
menosprecia a quienes tienen "fe ciega" en los avances tecnológicos
como una solución al cambio climático. En cambio, su Encíclica declara que
el mundo debe dejar de consumir tanto. Esto, dice, ayudará a las personas
pobres que son las que pueden verse más afectadas por el calentamiento global.
Esto es preocupante, ya que la innovación técnica es exactamente lo que más
necesitamos”.
Y añade “La
respuesta de la humanidad a niveles opresivos de hambre no fue insistir en que
debemos comer menos. La Revolución Verde, uno de los logros más notables del
siglo pasado, vio a los avances científicos y tecnológicos aumentar
drásticamente la productividad de los alimentos -fundamentalmente a través de
fertilizantes y pesticidas. Desafortunadamente, esta misma tecnología -que
salvó a cientos de millones de vidas- es estigmatizada como nociva en la
Encíclica”.
Más adelante Bjorn nos explica que “The Copenhagen Consensus Center recientemente
encargó la investigación a 60 equipos de economistas, además de representantes
de la ONU, organizaciones no gubernamentales y empresariales, para evaluar los
objetivos globales de la ONU para los próximos 15 años. Junto con varios
economistas galardonados con el Nobel,
el análisis muestra que la mayoría de los objetivos más inteligentes no tienen
nada que ver con el calentamiento global”.
Y nos comenta además que “Esto también se ajusta a una
encuesta de 7,5 millones de personas en todo el mundo a quienes la ONU les
preguntó acerca de sus principales prioridades. La educación, la salud, el
empleo, la corrupción y la nutrición se mencionaron con mayor frecuencia,
mientras que el clima fue calificado como la prioridad más baja de 16 problemas”.
Lomberg no solo señala las prioridades de estas
personas si no que propone soluciones,
por ejemplo nos indica que “Una
de las cosas más poderosas que se podrían hacer hoy en día es la eliminación de
las barreras al comercio internacional. La reducción de las restricciones al
comercio aumentaría el ingreso promedio en $1.000 por persona por año en el
mundo en desarrollo, sacando a 160 millones de personas de la pobreza. Cada
dólar gastado aportaría más de $2.000 de bienestar social”. Y señala también
que “Otra manera fundamental de transformar vidas es una que es poco probable
que sea aceptada por la Iglesia Católica: lograr el acceso universal a la
anticoncepción y la planificación familiar. A un costo anual de $3,6 mil
millones, permitirles a las mujeres el control sobre el embarazo significaría
150.000 menos muertes maternas y 600.000 niños menos que quedarían huérfanos de
esta manera. La reducción en el número de hijos significaría relativamente más
personas en edad laboral, llevando a un ligero crecimiento económico. Añadiendo
todos estos diferentes beneficios, cada dólar redundaría en 120 dólares de
bienestar social”. Aquí el enlace para ver el artículo en español. http://www.eluniversal.com/opinion/150628/el-papa-francisco-y-el-cambio-climatico
Como pueden ver, la mayoría de las propuestas son
contrarias al tan sonado Socialismo del Siglo XXI que han impulsado algunos
populistas en América Latina, una de las regiones más afectadas y más necesitadas
en implementar estas ideas, por todo esto, nosotros pensamos que la pobreza y el subdesarrollo que sufre Latinoamérica lamentablemente es y ha sido
responsabilidad de esos políticos populistas de turno y de nadie más, el caso
más patético ha sido el venezolano.
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