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viernes, 12 de febrero de 2016

A contar las horas del Decreto, por @fariasjoseluis



José Luis Farías 12 de febrero de 2016

Corto y Picante:

Se cuenta y no se cree. Maduro acaba de gastar su “bala de plata” disparándole a una lagartija. Al momento de escribir ya han transcurrido varias horas de la decisión de la Sala Constitucional del TSJ decretando la vigencia del Decreto de Emergencia, con el cual algún funesto asesor se ganó unos chécheres al escribírselo a Maduro como supuesta fórmula para salvar al país del colapso económico. Y por supuesto, no le vamos a pedir que en tan brevísimo tiempo se puedan ver resultados positivos, pero es que tampoco se van a ver más adelante con semejante adefesio.


Sin embargo, no todo es malo. El esperpento de emergencia y la decisión del TSJ tienen algunas utilidades. Primera, sirven para reconfirmar la habilidad para la “mentira fresca” de Maduro cuando le dijo a Henry Ramos en cadena nacional que la AN tenía ocho días para fijar posición sobre el mentado Decreto de Emergencia. Segunda, para también reconfirmar a la MUD que debe encender las luces de alarma y dejar de jugar pelota bombita con unos carajos que juegan béisbol arreado. Tercera, seguir reconfirmando al mundo que estamos frente a una dictadura muy suigeneris, en la cual la autonomía de los poderes y el respeto a los derechos humanos son su más grotesca ficción. Y última, para ultra reconfirmar que la ineptitud de Maduro no tiene límites, porque no hará absolutamente nada con ese estropajo que valga la pena y traiga beneficios para el pueblo venezolano.

Y claro está, como la comida no va a aparecer y las medicinas menos, ni usted querido lector podrá encontrar la batería ni el repuesto que anda buscando para su carro solo nos queda contarle las horas de vigencia que tendrá sin resolver los problemas de la gente.

Le recordamos a los desmemoriados que el esposo de Cilita, en abril de 2013 cuando con su victoría pírrica se hizo de la presidencia, el barril de petróleo se encontraba 110 dólares, en 2014 lo tuvo en 88 dólares y en 2015 en 44 dólares, mientras cortesía de la AN roja disfrutó de dos super leyes habilitantes en esos tres años. Es decir, llegamos acá por la incapacidad del hijo del galáctico, no por la falta del decreto ni por la baja del barril, ni la “guerra economica”, ni por “El Niño”.

PD: al amigo Ramos Allup y a los compañeros de la MUD, les sugiero colocar en el hemiciclo de la Cámara de Diputados, justo donde tenían la foto del Eterno, un contador de horas gigante para llevarle el tiempo de vigencia de ese Decreto sin que aparezca la harina pan, la leche, el azúcar, el aceite, las medicinas, los repuestos, para que desaparezcan los apagones y el agua llegue con regularidad, en recuerdo al perjurio de Maduro y a la oprobiosa decisión del TSJ.

José Luis Farias
@FariasJoseLuis

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