jueves, 11 de febrero de 2016

Señales preocupantes de anomia, por @lmesculpi



Luis Manuel Esculpí 10 de febrero de 2016

No se sabe si los voceros del oficialismo creen realmente en lo que dicen o si todo es una gran operación de simulación. Insisten en una predica sin credibilidad, lo de la guerra económica no encuentra eco ni siquiera entre sus partidarios. En el discurso a veces surgen ráfagas de reconocimiento de la gravedad de la crisis y como si nada pasan de inmediato a la repetición dela fraseología con su correspondiente secuencia de consignas.


Hablan de un país inexistente, todos los males están referidos al pasado, aunque tienen diez y siete años gobernando. En su mandato la degradación de la calidad de vida de los venezolanos ha llegado a niveles inimaginables. En materia de inflación, escasez e inseguridad ocupamos los primeros lugares en las estadísticas mundiales. Hay señales cada día más alarmantes. Maduro es prisionero de sus indecisiones, no sabe a quién oír, no opta por ninguna de las recomendaciones de sus asesores. Lo abruman las contradicciones, no tenía ni la menor idea de lo que significaba asumir esa responsabilidad. Ahora duda si fue favorecido o perjudicado por tal designación. En su partido -PSUV- día a día aumentan las dudas sobre sus competencias y capacidades para hacerle frente a una situación como la actual. Se encuentra frente a una verdadera encrucijada, lo peor es que no encuentra respuesta para salir del atolladero.

Entre tanto hay signos cada vez más preocupantes de anomia; el DRAE la define como : "el conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación" también como la "ausencia de ley". Desde hace ya algún tiempo el sur del estado Aragua y el norte de Guárico constituyen dominios de las bandas de El Picure y Juvenal. En La ciudad capital es conocida la presencia de bandas organizadas, con armamento sofisticado y sistema de comunicación propio, actuando a sus anchas en la cadena de barrios que va desde la cota 905, pasando por los de El cementerio y El Valle hasta alcanzar la carretera panamericana. En el estado Miranda en la zona de El Tuy se vive una situación semejante, se comenta con insistencia que uno de los jefes de banda de Guárico está extendiendo su influencia en esa zona.

Más recientemente los venezolanos observamos estupefactos el homenaje póstumo provisto de armas de guerra -que solo poseen las FAN- le hicieron los reclusos de la cárcel de Margarita a El conejo.

El miércoles tres de febrero en la tarde en Maracay circularon volantes especialmente en los comercios y centros educativos llamando a suspender sus actividades. El toque de queda no era para conmemorar - como todos los años hace el gobierno- el cuatro de febrero. El jefe del "tren" de Aragua: el chino de la pedrera, lo convocó para que pasara sin ningún tipo de interrupción, el cortejo fúnebre de uno de sus "luceros" (escolta). Ya se ha convertido en un lugar común la afirmación que con este régimen la capacidad de asombro luce inagotable.

En el mismo estado Aragua en el Destacamento Guardia de Honor en la Victoria el cinco de febrero robaron un verdadero arsenal, que luego fue recuperado en el estado Miranda. El día anterior se había presentado también una situación irregular en una instalación de la Guardia Nacional en Caricuao.

Como puede desprenderse del somero recuento hay zonas del país donde la presencia del estado es prácticamente inexistente, los secuestros exprés, las armas de guerra en los centros penitenciarios, el sicariato y los pranes son fenómenos nuevos, no atribuibles a los males del "puntofijismo"; su aparición y desarrollo es de este periodo. Así como este gobierno ha demostrado su incapacidad para enfrentar la grave crisis económica, igualmente ha sido incapaz de abordar las señales cada vez más preocupantes de la extensión de una especie de anomia. Una razón más para plantear el cambio político necesario y posible.

Luis Manuel Esculpí

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