EP 29 de julio de 2016
La
Mesa de Unidad Democrática (MUD) –coalición opositora– ha asegurado que actualmente
hay 150 presos políticos en Venezuela,
y ha insistido en que su liberación debe ser «un tema central» del
eventual diálogo con el Gobierno de Nicolás
Maduro.
«La
lista ascendió a casi 200, pero se ha reducido luego de que fueran
liberados 27 presos en Yaracuy, dos en Zulia, cinco en Bolívar y cinco en
Monagas», ha dicho la presidenta de la Comisión de Política Interior de la
Asamblea Nacional, Delsa Solórzano, en una entrevista radiofónica.
Solórzano
ha subrayado la importancia de que todos los presos políticos sean tratados «sin
distingos». «Creo que todos los presos merecen el mismo respeto, desde los
presos más antiguos, como los funcionarios de la Policía Metropolitana, que
están presos desde el año 2002, hasta los presos más nuevos», ha defendido.
No
obstante, ha admitido aquellos que llevan recluidos menos tiempo «cuentan con
la lamentable característica de que, en su mayoría, son ciudadanos
comunes». Como ejemplo ha mencionado el caso de un venezolano que fue
detenido hace unos días en Monagas por «levantar su voz para pedir comida».
«También es un preso político», ha afirmado.
Sólo libertad condicional
Además,
ha llamado la atención sobre el hecho de que la mayoría de los presos políticos
que han liberado en los últimos años están en régimen condicional. «Incluyendo
a la jueza María de Lourdes Afiuni, quien ni siquiera puede escribir en su
cuenta en Twitter», ha recordado.
El
secretario ejecutivo de la MUD, Jesús 'Chúo' Torrealba, ha reclamado al
Gobierno que, tal y como se acordó, todos los presos políticos detenidos a
partir del 19 de mayo, cuando comenzó la mediación internacional, sean
liberados.
«Esa
exigencia ha sido parcialmente cubierta, pues han sido liberadas algunas de
esas personas, pero que también protestamos por el hecho de que no han
sido liberadas de manera completa, absoluta, total, sino que había
restricciones», ha lamentado.
Torrealba
ha apuntado también a «los miles de jóvenes sometidos a procesos judiciales
írritos, una especie de espada de Damocles que pende sobre su cabeza para que
en cualquier momento el Gobierno pueda arremeter contra ellos». «Y además
está el tema de los exiliados políticos», ha apostillado.
El
líder de la MUD ha aclarado que «el tema de los presos políticos, la libertad
de los presos políticos, es principalísimo, fundamental, clave» en el futuro
diálogo con el Gobierno. «Y no solo el de los presos, sino también el de los
perseguidos y los exiliados políticos», ha recalcado.
Torrealba
ha esgrimido que, entre otras cuestiones, "para que en verdad haya un
diálogo sustantivo, útil, nutritivo, en esa mesa tienen que estar sentadas
voces muy importantes que hoy están en prisión", como las de Leopoldo
López y Antonio Ledezma.
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