Por Marino J. González R.
Después de 55 años de
elaborado, el memo de Kennedy es una buena guía para los que aspiren a ser
estadistas. Pero primero deben tener las preguntas
La semana pasada se
cumplieron 47 años de la llegada del hombre a la Luna. Se recuerda siempre ese
día. Algo muy importante para los que tuvimos la oportunidad de vivirlo. Luego
de casi medio siglo todavía se pueden conocer detalles que hacen más relevante
ese acontecimiento.
Buscando ejemplos de
visualizaciones, es decir, miradas ordenadas a lo que se puede tener en el
futuro, acudí a Internet para obtener datos del gran proyecto de ir a la Luna.
Llegué a un web en el cual se encuentran documentos ya de dominio público
elaborados por los actores principales involucrados en esa decisión. En
particular llama la atención un memo redactado por el presidente Kennedy el 20
de abril de 1961.
De acuerdo con los
documentos disponibles, se puede inferir lo siguiente. El 12 de abril de 1961
se produjo el primer vuelo tripulado al espacio, por el cosmonauta soviético
Yuri Gagarin. Duró 108 minutos, pero bastaron para que la noticia fuera
considerada un éxito de grandes proporciones en la disputa por la supremacía
espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Ha debido ser así porque los
documentos indican que inmediatamente se reunieron en la Casa Blanca, por una
semana, expertos espaciales para responder al éxito soviético. Como resultado
de lo que consideró lo más relevante en esa semana de intercambios, el
presidente Kennedy elaboró un memo de poco menos de una página de extensión
dirigido al vice-presidente Johnson. En realidad el memo tiene cinco preguntas.
La primera de ellas (la más
larga, de seis líneas) indaga sobre las posibilidades que tenían los Estados
Unidos de derrotar a los soviéticos en la carrera espacial. Pregunta Kennedy si
ello sería posible colocando un laboratorio en el espacio, o realizando un
viaje alrededor de la Luna, o a través de un cohete que llegue a la Luna, o más
todavía un cohete tripulado que llegue a la Luna y regrese a la Tierra. Termina
la pregunta señalando si existe otro medio en que los Estados Unidos puedan
ganar. Así de simple.
Las siguientes preguntas de
Kennedy plantean el tema de los costos involucrados. También se indica si se
está trabajando las 24 horas del día en esas posibilidades, y de no estarlo
hace el requerimiento para acelerar el paso. Más adelante pregunta por el tipo
de combustible que puede ser adecuado. La pregunta final es: ¿estamos haciendo
nuestro máximo esfuerzo? ¿Estamos alcanzando resultados? Le pide a Johnson una
respuesta a la brevedad.
La respuesta se produjo a la
semana. Johnson reconoce que los Estados Unidos no están haciendo el esfuerzo
máximo para alcanzar una posición de liderazgo en la carrera espacial. También
indica el Vice-Presidente, que los Estados Unidos podrían circunnavegar la Luna
o llevar a ella una nave tripulada en 1966 o 1967. El 25 de mayo de 1961,
Kennedy acudió al Congreso en sesión conjunta para proponer el plan de alcanzar
la Luna. Lo cierto del caso es que llevó dos años más de lo previsto, pero el
éxito fue alcanzado el 20 de julio de 1969.
El memo de Kennedy contiene
las preguntas que guiaron los siguientes pasos. Demuestra también una tarea
fundamental de los líderes políticos, cual es formular las preguntas adecuadas
en los momentos adecuados. Y tener la vocación para incorporarse activamente en
las respuestas que vayan surgiendo. También el memo demuestra que los líderes
políticos no tienen que saber de todo, pero si deben ser capaces de establecer
las premisas y convocar a los equipos calificados para alcanzar las metas de
las sociedades. Después de 55 años de elaborado, el memo de Kennedy es una buena
guía para los que aspiren a ser estadistas. Pero primero deben tener las
preguntas.
27-07-16
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico