Por Froilán Barrios Nieves
Las ironías de la historia política venezolana
se centra en la principal novedad de la vigente Constitución nacional, como lo
es el concepto de la democracia participativa y protagónica del pueblo,
sustituta de la “añeja y oligarca democracia representativa”, representada en
la figura del referendo revocatorio, que luego se ha convertido en el fantasma
aterrador de quienes ejercen la Presidencia o cualquier cargo ejecutivo en
nombre del socialismo del siglo XXI.
Lo que determina una de las
grandes lecciones de la historia contemporánea, y lo es el signo y los tiempos
de los proyectos políticos triunfantes, cuando van en ascenso la primavera de
promesas consiste en ofertar el paraíso, como lo fue el periodo de 1998- 2001,
para luego al ir la guagua en reversa presentar el verdadero rostro
antidemocrático, truculento y facistoide con el que hemos convivido hasta el
presente 2016.
De ello el pueblo venezolano
ha conocido en demasía y los trabajadores en particular lo vivimos con el
Referendo Presidencial 2004, cuando fueran despedidos mas de 10.000
funcionarios públicos y obreros de Ministerios, Gobernaciones, Alcaldías,
Empresas Publicas, Institutos Autónomos, Fundaciones del Estado, por haber
firmado y ser registrados por la tristemente famosa Lista de Tascón. Lo que
aunado al despido de 22.000 trabajadores petroleros por haber participado en el
paro cívico 2002-2003, constituyó el genocidio laboral de mayor
relevancia en el continente americano.
La gestión Maduro
consecuente con su promotor y fenecido antecesor ha despedido a mas de 1.000
funcionarios y obreros del Estado, lista que promete agrandarse ante los
alaridos de voceros oficialistas, quienes creyendo ser caporales y dueños del
Estado, han decretado el despido de todo aquel que no le sea fiel al régimen.
Entre tanto los trabajadores
a lo largo de estos 17 años hemos padecido la desmoralización del concepto del
trabajo digno como motor de la sociedad, producto del caos económico, la
quiebra de los servicios públicos, la pérdida de institucionalidad en el
mundo del trabajo mediante la aplicación discrecional del DLOTTT, la perdida de
mas un millón de empleos, expropiación arbitraria de empresas privadas, luego
quebradas y abandonadas, la intervención del pranato en la vida sindical y la
ausencia de dialogo social, generando un estallido en el Sistema de
Relaciones de Trabajo, que ha determinado el ausentismo generalizado hasta de
un 40%, el sicariato de más de 500 trabajadores y sindicalistas, la
proliferación del mercado paralelo de “bachaqueros”, el aumento de la
informalidad cercana a los 5.000.000 de trabajadores o simplemente el exilio de
más de 2.000.000 de venezolanos, donde 90% es talento joven menor de 30 años.
Esta dramática realidad ha
determinado que el Frente Autónomo en defensa del Empleo y Salario (FADESS)
proponga conjuntamente con la Unidad de Acción Sindical la inmediata
movilización de los trabajadores apoyando el Referendo Revocatorio y convocar
la Hora Cero hacia la Jornada Nacional de Protesta.
28-07-16
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico