ALFREDO MEZA 26 de julio de 2016
Parece
inminente que la oposición y el gobierno de Venezuela se sienten frente a
frente para intentar dirimir sus diferencias. El viernes la opositora Mesa de
la Unidad Democrática (MUD) emitió un comunicado que pareció haber quitado del
camino el peñasco que impedía a las partes volver a conversar. Cuando el
Consejo Nacional Electoral anuncie la fecha de recolección del 20% de las
firmas del padrón electoral, que podría concluir con la activación de un
referéndum revocatorio del presidente Nicolás Maduro, podrá saberse la fecha del
inicio de las conversaciones.
Los
facilitadores serán los expresidentes de España José Luis Rodríguez Zapatero,
de República Dominicana Leonel Fernández, de Panamá Martín Torrijos, y un
representante del Vaticano por designar.
La
necesidad de un acuerdo es tan urgente como en 2002, cuando el entonces
secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César
Gaviria, se instaló durante casi un año en Caracas para intentar encontrar una
salida a la crisis creada después del golpe de Estado contra el presidente Hugo
Chávez en abril de aquel año, o como en abril de 2014, cuando la Unión de
Naciones Sudamericanas y el Vaticano intentaron sentar a las partes después de
dos meses de intensas protestas convocadas por un ala de la oposición liderada
por los opositores Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma.
Hoy
Venezuela vive sumida en el caos creado por la aplicación de un modelo
económico estatista y en exceso dependiente de cotización del precio del
petróleo, que provee el 96% de las divisas que obtiene la República, y de las
gigantescas deudas acumuladas con los proveedores de bienes e insumos básicos
debido a los impagos del gobierno.
La MUD
pasó revista en cinco puntos al estatus del proceso y todos tienen un visto
bueno a falta de la confirmación de la fecha del próximo paso en el camino del
referéndum revocatorio. La alianza opositora ha saludado la decisión de incluir
al Vaticano entre los mediadores. Una de sus quejas era la aparente
coincidencia del grupo de expresidentes con la visión que tiene el Gobierno de
la crisis venezolana y los modos de conjurarla. Ahora se han dado por
satisfechos porque las futuras conversaciones no serán ya en la República
Dominicana, donde se produjeron los primeros acercamientos entre las partes, y
aseguran que el Gobierno se ha comprometido a liberar a todos los presos políticos
transcurridos 15 días de iniciado el diálogo. “Advertimos que no aceptaremos
más presos políticos”, aclara el comunicado. Se espera que este martes el CNE
anuncie cómo continuará el proceso revocatorio. El miércoles, si no hay
respuesta, acudirán a la sede del Poder Electoral para solicitar una pronta
definición.
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