Por Pompeyo Márquez
Los estudios de opinión que
realizan las universidades Central de Venezuela, Católica y Simón Bolívar
(Encovi) pronostican un empeoramiento de la situación política, económica y
social; y uno de los signos en que más énfasis colocan estos estudios es en el
agravamiento de la escasez, uno de las consecuencias básicas de la crisis
económica provocada por este modelo fracasado, además de la tasa de inflación
más alta del mundo, el cierre de empresas, la paralización de la producción y
el aumento del índice de desempleo.
A esto tenemos que agregar la
permanente falla de los servicios de salud, agua potable y electricidad y el
caos reinante en los servicios de salud y el acoso económico a las
universidades autónomas que han visto aumentar la matrícula sin que ello haya
significado un incremento del presupuesto ya de por sí deficitario. Cada día la
vida de todos los venezolanos se hace más insoportable, digo todos porque
incluye un apreciable porcentaje de quienes aún apoyan al régimen.
Al desabastecimiento de
alimentos y medicinas se le suma el gravísimo déficit en el abastecimiento de
gasolina; algo insólito que tengamos que comprar gasolina en los EEUU donde
nuestra empresa Citgo la comercializaba con gran éxito. Ahora a la cola por
alimentos de la cesta básica y medicamentos se agregan las colas para
abastecerse de combustible en muchos estados, especialmente los fronterizos.
Una más de las maldiciones que le cayó a Venezuela.
La carencia de libertades tiene
su expresión más patética en la feroz represión que desata la Guardia Nacional
y la PNB por órdenes de Maduro y la cúpula militar corrupta que representan
Padrino y Reverol, verdugos de los derechos ciudadanos y candidatos seguros a
juicios por crímenes de lesa humanidad como lo son el lanzar granadas
lacrimógenas desde un helicóptero a la población civil, ataque desmedido a
universidades y centros de salud. Por otra parte se limita el acceso a la
información de los venezolanos censurando los medios de comunicación,
amedrentando a sus dueños y sus periodistas para que éstos se
autocensuren.
La represión no ha hecho mella
en el heroico comportamiento de los manifestantes que en más de 12 estados la
última semana han exigido la destitución de los 7 magistrados golpistas,
libertad de los presos políticos, cronograma electoral y respeto a la AN electa
por 14 millones de ciudadanos.
Estas conquistas y un gobierno
de transición de unidad nacional que cambie por completo este rumbo suicida al
que quiere someter el aprendiz de dictador y su banda de corruptos e
ineficientes a un país y a un pueblo que seguirá en la calle hasta ver cumplida
las metas trazadas de salir de esta dictadura.
16-04-17
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico