Páginas

lunes, 25 de diciembre de 2017

Epifanía por @martadelavegav


Por Marta De La Vega


Significa manifestación, aparición. El término está compuesto de dos raíces griegas. El prefijo epi que significa “sobre” y el verbo faino, aparecer. Es un ponerse a la luz, un hacerse presente algo de forma súbita. En sentido religioso, es una celebración del catolicismo después de la fiesta de Navidad para indicar, por un lado, que la adoración de los Reyes Magos implicaba la revelación de que Jesús era la encarnación de Dios en la tierra, festejado cada 6 de enero; por otro lado, el momento de la presentación de Jesús en el templo por la Virgen María, el 2 de febrero, hecho que ha dado origen a la festividad de la Virgen de la Candelaria, y por último, la primera manifestación pública de la potencia divina de Jesús, al convertir milagrosamente el agua en vino en la famosa Boda de Caná.

En su interpretación corriente es iluminar una verdad, hacerla aparecer. Es comprender la esencia de las cosas, de la realidad, que brota como revelación, desde una experiencia vivencial, sin mediaciones del silogismo y sin que se pueda demostrar científicamente. Es un fenómeno que se manifiesta, un mostrarse algo de modo completo y profundo.

¿Qué significa hoy para Venezuela una epifanía?

En primer lugar, tener claro y aceptar la evidencia tantas veces silenciada de que ética y política son indisociables, si se quiere superar el círculo vicioso del dirigente preso en el populismo demagógico y efectista, que manipula y miente, que engaña a la gente y construye ilusiones siempre postergadas, solo para mantenerse en el poder a costa de los otros, al servirse de ellos como trampolín y como plataforma para imponer sus intereses particulares, para afianzar sus propios privilegios o los de una parcialidad política, en perjuicio del bien común. Es ética política convertir el poder en espacio de acción y en capacidad de influir para servir a la gente, para ejercerlo como un servicio público a favor de lo que a todos nos afecta,  concierne y dignifica.

En segundo lugar,  asumir que el tema de la economía no se puede ignorar más ni está subordinado a la política ni es verdad que esta predomine y desestime las graves distorsiones estructurales que generan hiperinflación, estanflación, escasez y miseria generalizadas. Sentimos todos que no se puede seguir así. La ingobernabilidad es su principal consecuencia. El presente es trágico para muchos compatriotas. La destrucción de las instituciones, el personalismo exacerbado, el colapso de la producción petrolera, el cierre de los mercados financieros, el incremento de la pobreza a 82% de la población, la destrucción del 40% de la economía productiva, agravan la inequidad social, destruyen la calidad de vida y arrasan con la posibilidad del bienestar de las mayorías.

No son viables ni el modelo económico ni el modo como se gobierna hoy en el país. ¿Cómo salir del callejón sin salida en que se encuentra Venezuela para cambiar tan desfavorable situación política sin una negociación que destrabe el juego y en qué términos debe ser planteada para que sea efectiva y conduzca a una transición democrática exitosa?

La epifanía significa iluminar la vida de las personas y de las naciones, como la luz que irradian las estrellas y hace desaparecer las sombras ¿Cuál será la estrella que nos muestre el camino y nos guíe como a los reyes magos en medio de tanto sufrimiento e incertidumbre? Gobernantes y gobernados necesitamos cambiar. Sin misericordia no hay paz. Que sea nuestro regalo de Navidad.


25-12-17




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico