Por Marta De La Vega
Significa manifestación,
aparición. El término está compuesto de dos raíces griegas. El
prefijo epi que significa “sobre” y el verbo faino, aparecer. Es
un ponerse a la luz, un hacerse presente algo de forma súbita. En sentido
religioso, es una celebración del catolicismo después de la fiesta de Navidad
para indicar, por un lado, que la adoración de los Reyes Magos implicaba la
revelación de que Jesús era la encarnación de Dios en la tierra, festejado cada
6 de enero; por otro lado, el momento de la presentación de Jesús en el templo
por la Virgen María, el 2 de febrero, hecho que ha dado origen a la festividad
de la Virgen de la Candelaria, y por último, la primera manifestación pública
de la potencia divina de Jesús, al convertir milagrosamente el agua en vino en
la famosa Boda de Caná.
En su interpretación corriente
es iluminar una verdad, hacerla aparecer. Es comprender la esencia de las
cosas, de la realidad, que brota como revelación, desde una experiencia
vivencial, sin mediaciones del silogismo y sin que se pueda demostrar
científicamente. Es un fenómeno que se manifiesta, un mostrarse algo de modo
completo y profundo.
¿Qué significa hoy para
Venezuela una epifanía?
En primer lugar, tener claro y
aceptar la evidencia tantas veces silenciada de que ética y política son
indisociables, si se quiere superar el círculo vicioso del dirigente preso en
el populismo demagógico y efectista, que manipula y miente, que engaña a la
gente y construye ilusiones siempre postergadas, solo para mantenerse en el
poder a costa de los otros, al servirse de ellos como trampolín y como
plataforma para imponer sus intereses particulares, para afianzar sus propios
privilegios o los de una parcialidad política, en perjuicio del bien común. Es
ética política convertir el poder en espacio de acción y en capacidad de
influir para servir a la gente, para ejercerlo como un servicio público a favor
de lo que a todos nos afecta, concierne y dignifica.
En segundo lugar, asumir
que el tema de la economía no se puede ignorar más ni está subordinado a la
política ni es verdad que esta predomine y desestime las graves distorsiones
estructurales que generan hiperinflación, estanflación, escasez y miseria
generalizadas. Sentimos todos que no se puede seguir así. La ingobernabilidad
es su principal consecuencia. El presente es trágico para muchos compatriotas.
La destrucción de las instituciones, el personalismo exacerbado, el colapso de
la producción petrolera, el cierre de los mercados financieros, el incremento
de la pobreza a 82% de la población, la destrucción del 40% de la economía
productiva, agravan la inequidad social, destruyen la calidad de vida y arrasan
con la posibilidad del bienestar de las mayorías.
No son viables ni el modelo económico
ni el modo como se gobierna hoy en el país. ¿Cómo salir del callejón sin salida
en que se encuentra Venezuela para cambiar tan desfavorable situación política
sin una negociación que destrabe el juego y en qué términos debe ser planteada
para que sea efectiva y conduzca a una transición democrática exitosa?
La epifanía significa iluminar
la vida de las personas y de las naciones, como la luz que irradian las
estrellas y hace desaparecer las sombras ¿Cuál será la estrella que nos muestre
el camino y nos guíe como a los reyes magos en medio de tanto sufrimiento e
incertidumbre? Gobernantes y gobernados necesitamos cambiar. Sin misericordia
no hay paz. Que sea nuestro regalo de Navidad.
25-12-17
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