Por Reymar Reyes Moncayo
La tradicional comida del 24
de diciembre no resulta una prioridad para muchos ciudadanos quienes
tienen que resolver sus gastos básicos. 3,7 millones de bolívares es el
monto base que se tiene que destinar para la cena de Nochebuena.
El deterioro constante del
poder adquisitivo de los venezolanos, amenaza la calidad de vida. Así, la
tradicional cena navideña resulta impagable para muchos ciudadanos.
El presupuesto para una cena
de seis personas con pernil, hallacas, ensalada de gallina, pan de jamón, uvas
y licores es mínimo 3,7 millones de bolívares, lo que equivale a
8 salarios mínimos. La remuneración básica es 177.507 bolívares.
Mientras el año pasado se
destinaba 101.584 bolívares para la misma celebración, el presupuesto
para 2017 es 3584 % superior al 2016.
Costo por insumos
De acuerdo con los precios de
los mercados y supermercados, el costo por unidad de la hallaca hecha con
harina de maíz regulada subió 82 % en 25 días, pasó de 11.882 a 20.936
bolívares.
Sin embargo, la harina de maíz
a precio controlado escasea, y en el mercado negro es mucho más cara. Con el
producto adquirido por esa vía cada hallaca cuesta 25.344 bolívares.
Una vendedora ambulante de
hallacas comenta a Crónica.Uno que la venta ha sido buena, pese a la
crisis. Ella, quien vende las hallacas en 35.000 bolívares, acompaña el plato
con ensalada de papa y zanahoria porque considera que los ingredientes son muy
costosos o escasos. “No vendo ensalada de gallina porque el pollo está
difícil de conseguir y la mayonesa es un aderezo muy caro”.
La vendedora señala que los
ingredientes más caros son: la aceituna, alcaparra, pasas, ajo, y carne.
Además, apunta que en el último mes, los mismos productos han estado escasos y
que solo los consigue en el Mercado Municipal de Quinta Crespo.
En dicho mercado, las
aceitunas rellenas pasaron de 500.000 a 780.000 bolívares. Las pasas que
estaban en 680.000 bolívares, ahora ascienden a 980.000 por kilo; el encurtido
alcanza 100.000 bolívares y el ajo vale 160.000 bolívares.
Para acompañar la hallaca se
suele hacer el pernil y una ensalada de gallina. El precio del pernil, según el
comercio, va desde los 182.000 a los 288.000 bolívares el kilo. Si no se
consigue, los mercados tienen muslos de pavo que superan los 140.000 bolívares.
La preparación de la ensalada
de gallina cuesta un ojo de la cara. El kilo de gallina está en 120.000
bolívares, la papa ronda los 22.000 bolívares el kilo y la zanahoria llega a
los 30.000 bolívares. Los guisantes en lata se cotizaban en 6050 bolívares y la
mayonesa alcanza entre 98.000 y 48.500 bolívares según la presentación.
Por su parte, la oferta de
panettone, pernil, uvas, torta negra, pan de jamón y licores es reducida. En
opinión de Alfredo Mendoza, inspector de obras públicas, “el venezolano está
preocupado por buscar comida y no está enfocado en preparar una cena navideña
tradicional con todos sus ingredientes”.
“Jamás había visto un
diciembre así. Mira la fecha que es y la gente no está motivada en ningún
aspecto debido a la situación del país”, agregó Mendoza.
Para mediados de mes, el
panettone podía costar entre 114.000 y 180.000 bolívares, como mínimo; las uvas
rondaban los 70.000 bolívares, el pan de jamón estaba por la media chiquita en
150.000 bolívares y la torta negra brillaba por su ausencia.
Respecto a los licores que se
toman en el brindis, el vino de sidra La Española estaba por el orden de los
200.000 bolívares en el centro de Caracas y el ponche crema costaba más de
300.000 bolívares. Por su parte, el Ron Santa Teresa ya repasa los 600.000
bolívares y el ron Canaima está por los 130.000 bolívares. Una cerveza cuesta
entre 15.000 y 20.000 bolívares.
Joaquín Rodríguez recuerda que
en sus fiestas de fin de año solía brindar con champagne, y que poco a poco fue
cambiando la tradición para celebrar con vino de sidra y sangría “porque es lo
más accesible”. Rodríguez comenta que “el whisky se ha vuelto una prohibición”,
pues una botella puede pasar el millón de bolívares y hasta superar los 5
millones.
De la misma forma, Victor
Soto, quien trabaja como funcionario público, declara que en los brindis de
años anteriores podía tomar whisky o ron, pero este año “definitivamente, debe
estar entre el ron o menos”.
Soto relata que su núcleo
familiar ha estado acostumbrado a comer la cena navideña completa. Pero este
año su poder adquisitivo se ha deteriorado. “Invertimos alrededor de 2,5
millones de bolívares en realizar 70 hallacas y que no quedaran tan distintas a
las anteriores. Por lo demás, buscaremos otras opciones culinarias que sean
satisfactorias”.
Fotos: Reymar Reyes
23-12-17
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