ROBERT MUR 29 de diciembre de 2017
El
chavismo acelera su aislamiento internacional a pocos días de que comience un
año crucial para el futuro de Venezuela, ya que en el 2018 deberían celebrarse
las ansiadas elecciones presidenciales. El Gobierno de Nicolás Maduro aprovechó
las fiestas navideñas para empeorar sus ya malas relaciones con dos de los
países más influyentes del continente, Canadá y Brasil, al declarar personas
non gratas a sus máximos representantes diplomáticos en Caracas, lo que
equivale a su expulsión. Otawa y Brasilia han respondido con reciprocidad.
La
ministra de Exteriores canadiense, Chrystia Freeland, anunció esta semana en un
comunicado que el embajador venezolano, Wilmer Barrientos, “ya no es bienvenido
en Canadá”, a la vez que declaraba “persona non grata” al encargado de negocios
de Venezuela, Ángel Herrera. En realidad, Barrientos ya fue retirado hace meses
por Caracas y estaba siendo sustituido por Herrera.
Lo que
a efectos prácticos representa la expulsión de ambos diplomáticos, aclaró
Freeland, es la réplica a la declaración el sábado por la Asamblea Nacional
Constituyente (ANC) de persona non grata al encargado de negocios canadiense en
Caracas, puesto que Otawa ya mantenía vacante la plaza de embajador. La
ministra indicó que esa expulsión es “típica del régimen de Maduro, que ha
socavado constantemente todos los esfuerzos para restaurar la democracia”. “Los
canadienses no permanecerán al margen mientras el Gobierno de Venezuela despoja
a su pueblo de sus derechos fundamentales democráticos y humanos”, añadió.
A su
vez, la decisión de la ANC, parlamento alternativo de composición unánime
oficialista y no reconocido por la oposición, era una respuesta retardada a las
sanciones tomadas en los últimos meses contra un grupo de líderes chavistas,
incluido Maduro, el vicepresidente Tareck El Aissami o los hermanos del
fallecido Hugo Chávez, Adán y Argenis Chávez. Las sanciones son similares a las
aplicadas también por EE.UU. y tienen por objeto la congelación de cuentas
bancarias en Canadá y la prohibición de vínculos comerciales con esos
dirigentes.
La
presidenta de la ANC, Delcy Rodríguez, justificó la expulsión del diplomático
“por su permanente, insistente, grosera y vulgar intromisión en los asuntos
internos de Venezuela”. Junto a Estados Unidos, Canadá ha sido el país no
latinoamericano que más ha fustigado al chavismo. El Gobierno de Justin Trudeau
fue el único Estado no latinoamericano que en agosto suscribió la declaración
de Lima –Washington no lo hizo–, donde 16 países del continente, como Colombia,
México o Argentina, proclamaron “la ruptura del orden democrático en Venezuela”
y anunciaron que no reconocerían a la ANC.
La
declaración de Lima también fue firmada por Brasil, que durante los gobiernos
progresistas de Lula da Silva y Dilma Rousseff mantuvo una actitud comprensiva
y mediadora con el chavismo. Pero tras la polémica llegada el año pasado del
conservador Michel Temer a la presidencia se ha transformado en un
enfrentamiento abierto.
El
Ministerio de Exteriores brasileño declaró persona non grata al encargado de
negocios de Venezuela en Brasilia, después de que el sábado, al igual que con
el diplomático canadiense, la ANC tomara la misma medida contra el embajador de
Brasil, Ruy Pereira.
La
beligerancia del chavismo contra el Gobierno de Temer ha sorprendido a los
analistas en estos momentos, ya que Brasilia no ha emprendido ninguna acción
directa contra el Gobierno de Maduro, pero el ministro de Exteriores brasileño,
Aloysio Nunes calificó ya hace meses de “golpe” la intención de constituir la
ANC y afirmó que Brasil tenía “planes de contingencia” en caso de que se
agravara la crisis de refugiados venezolanos que cruzan la frontera con Brasil.
Al
anunciar la expulsión implícita del embajador, Rodríguez dijo que la medida se
prolongará “hasta que se restituya el hilo constitucional que el gobierno de
facto vulneró en ese hermano país”, en referencia a la destitución de Rousseff
y su sustitución por Temer. Las relaciones entre Brasil y Venezuela se
deterioraron por el impeachment contra Rousseff, que Maduro calificó de “golpe
parlamentario”. Ambos países retiraron a sus embajadores y congelaron las
relaciones, pero en mayo Temer decidió recomponer la situación y enviar a
Caracas a Pereira.
Paralelamente,
la ANC anunció el sábado la liberación de 80 opositores presos, tras un
dictamen de la llamada Comisión de la Verdad, constituida por el chavismo en el
marco de la Constituyente.
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