domingo, 31 de diciembre de 2017

Jesús es la fuente del amor que une a todas las familias, por @Pontifex_es



Papa Francisco 30 de diciembre de 2017

Evangelio según San Lucas 2,36-40

La profecía de Ana: En aquel tiempo, al momento de presentar a Jesús al templo, había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud, había vivido siete años con su marido. Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén." Palabra del Señor.

Reflexión del Papa Francisco

Podemos imaginar a esta pequeña familia, en medio de tanta gente, en los grandes patios del templo. No salta a la vista, no se distingue... Y, sin embargo, no pasa desapercibida.

Dos ancianos, Simeón y Ana, movidos por el Espíritu Santo, se acercan y empiezan a alabar a Dios por ese niño en el que reconocen al Mesías, luz de las gentes y salvación de Israel.

Es un momento sencillo, pero rico de profecía: el encuentro entre dos jóvenes esposos, llenos de alegría y fe por la gracia del Señor y dos ancianos, ellos también llenos de alegría y de fe por la acción del Espíritu. ¿Quien hace que se encuentren?: Jesús. Es Jesús quien hace que se encuentren los jóvenes y los ancianos.

Jesús es Aquel que acerca a las generaciones. Es la fuente de ese amor que une a las familias y a las personas, venciendo cualquier desconfianza, cualquier aislamiento, cualquier lejanía...

La buena relación entre los jóvenes y los ancianos es decisiva para el camino de la comunidad civil y eclesial. Y mirando a estos dos ancianos, a estos dos abuelos, a Simeón y a Ana saludamos desde aquí con un aplauso a todos los abuelos del mundo.

El mensaje que procede de la Sagrada Familia es ante todo un mensaje de fe... Por eso la Familia de Nazaret es santa, porque está centrada en Jesús.

Cuando los padres y los hijos respiran juntos este clima de fe tienen una energía que les permite hacer frente a pruebas difíciles como demuestra la experiencia de la Sagrada Familia... en el evento dramático de la huida a Egipto.

El Niño Jesús con su madre María y con san José son un icono familiar tan sencillo como luminoso. La luz que despide la Sagrada Familia nos alienta a ofrecer calor humano en las situaciones familiares en las que, por varios motivos, falta la paz, falta la armonía, falta el perdón.

¡Que no falte nuestra solidaridad concreta sobre todo con esas familias que atraviesan por situaciones difíciles como las enfermedades, la falta de trabajo, la discriminación, la necesidad de emigrar!... (Reflexión antes del rezo del Ángelus, 28 de diciembre de 2014)

Oración de sanación

Dios de mi vida, quiero entregarte hoy mi corazón para que lo restaures y lo hagas florecer, obres en él y lo moldees según tu conveniencia.

Siguiendo tus pasos, nada puede causarme dolor, porque Tú me fortaleces y llenas mi espíritu de ánimos para luchar con todas las fuerzas de mi corazón.

Quiero descubrirte en mi pequeñez y darte a conocer, no con grandes discursos, sino con pequeños actos de amor que muestran tu compasión.

Irrumpe amorosamente con todo tu poder en mi vida y haz que arda en deseo profundo de darte a conocer y alegrarme de tus maravillas.

Sintiéndome acogido por la ternura del Niño a Dios, quiero llevar su mensaje de salvación con alegría, dando esperanzas a los corazones entristecidos

Acepto tu propuesta de felicidad y tu deseo de germinar en mi vida. Estoy seguro de que, tomado de tu mano, nada podrá hacerme desfallecer.

Te pido que vengas y cuides de los míos, llénalos de tu alegría, esa alegría que rompe las dificultades y hace superar las divisiones y diferencias.

Abro mi vida y mi corazón a tantas cosas buenas que provienen de Ti. Gracias mi Dios. Confío en Ti y en la frescura de tu dulce amor. Amén

Propósito para hoy

Prepararme espiritualmente para realizar, lo más pronto posible, una buena confesión, haciendo un examen de conciencia sobre mis acciones con los demás

Frase de reflexión

"No podemos ser cristianos por instantes. Busquemos vivir nuestra fe en cada momento, cada día". Papa Francisco

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