Por Marino Alvarado
El país está lleno de millones
de héroes anónimos que trabajan por el bien común y se niegan a
naufragar en medio de la tormentosa situación económica y social del país.
Hombres y mujeres que despliegan creatividad, iniciativa y compromiso para
salir ellos mismos adelante y en su propósito ayudar a otros.
Voy a empezar por realizar un
reconocimiento a Fe y Alegría como institución. Su propio nombre
estimula esperanza. Desplegada en las comunidades pobres del país, ha logrado
dar educación de calidad con pocos recursos, comprometidos en contribuir a que
los más excluidos de la sociedad tengan oportunidad de aprender y comprender,
asumiendo la educación como un medio para transformar la realidad.
He tenido la oportunidad por
muchos años de conocer el trabajo que se realiza en las escuelas de Fe y
Alegría. En condiciones difíciles, por el contexto social que rodea las
escuelas donde se imparten las clases, sus maestros y maestras son un
ejemplo de compromiso, de navegar en las adversidades.
Como ocurre con
todos y todas las educadoras en el país, sobreviven con bajos salarios y en los
barrios torean en la medida de lo posible a la delincuencia. Pero ahí están
dando lo mejor para formar en y para la vida, expandiendo conocimientos para
que esos niños, niñas y adolescentes de hoy tengan un mejor futuro y
ayuden a construir una mejor Venezuela.
Luisa Pernalete una educadora
con más de 30 años en dicha institución recibió en el año 2013 el premio
de derechos humanos de la Embajada de Canadá en Venezuela. Un
reconocimiento además que desde la acción educativa se trabaja por la promoción
y defensa de los derechos humanos.
Cientos
de ONG medianas y pequeñas algunas en muy apartados lugares del país
realizan un trabajo cotidiano a partir de lasolidaridad como valor
fundamental. El Comité de Derechos Humanos de la Guajira, la Fundación Madres y
Padres por los Niños de Venezuela con sede en el estado Lara, la Fundación de
Derechos Humanos del estado Sucre o la Vicaría de Derechos Humanos del estado
Amazonas, son cuatro organizaciones quienes con actividades muy distintas
tienden la mano a los necesitados.
Un conjunto de pequeñas
organizaciones que trabajan y luchan por el derecho a la
salud conformaron la Coalición Codevida. Por muchos años cada
una trabajó por su lado y progresivamente se fueron coordinando para enfrentar
la grave crisis en el sector salud. La mayoría está formada por personas con
una determinada condición de salud crónica. Comprendieron la importancia de
unir iniciativas y fuerzas vienen logrado una incidencia importante para
visibilizar la crisis humanitaria y brindan día a día apoyo a muchas
personas necesitadas de atención médica, medicinas, pero sobre todo ánimo.
El Comité de Pensionados
y Jubilados del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales con el
liderazgo de Urimare Capote, Arturo Tremont y Edgar Silva Herrera vienen desde
1991 desarrollando un innovador proceso de luchas por la defensa de los
derechos económicos y sociales de la población pensionada del país que abarca
múltiples aspiraciones de las personas de la tercera edad y adultas mayores. La
avanzada edad de sus integrantes, muchos con más de 75 años, no les impide
reunirse frecuentemente e incluso organizar protestas en defensa de
sus derechos.
Muchas personas desde el campo
del arte, la música, el cine, el deporte, la ciencia, aportan igualmente su
grano de arena para brindar esperanza en un país sumido en la
resignación y desesperanza.
Venezuela es más
que altos precios, crisis humanitaria, inseguridad y malos
servicios. Esa realidad, que es dura y la padecemos a diario, va acompañada con
otra realidad, la de la gente laboriosa que se esfuerza en medio de la
adversidad por triunfar, la de gente que se niega a rendirse y sigue luchando
por el rescate de la democracia y por una calidad de
vida mejor para la familia venezolana, la de jóvenes que
estudian, luchan y sueñan, la de millones de mujeres que se imponen ante
la discriminación y la violencia.
La adversidad para muchos es
una pesadilla pero la historia está llena de ejemplos de que también es una
oportunidad. Muchos de las y los héroes anónimos que existen en nuestra
geografía nacional así lo demuestran. Se anuncian tiempos más tormentosos y en
esas circunstancias los valores de solidaridad, amistad, honestidad y
compromisoserán esenciales para salir airosos. Sigamos adelante.
Foto: Cortesía Fe y Alegría
21-12-17
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