Maru Morales P. 11 de diciembre de 2019
El apoyo de AD, PJ, VP, UNT y los partidos
minoritarios le garantizarían a Juan Guaidó la reelección como jefe del Poder
Legislativo y presidente encargado. Los diputados Jorge Millán y Carlos
Berrizbeitia y serían los llamados a ocupar la primera y segunda
vicepresidencia, respectivamente.
La reelección de Juan Guaidó como presidente de la
Asamblea Nacional (AN) el próximo 5 de enero es prácticamente un hecho. Le
acompañarían en la junta directiva Jorge Millán, de Primero Justicia, como
primer vicepresidente y Carlos Berrizbeitia, de Proyecto Venezuela, como
segundo vicepresidente.
El nombre de Millán es la ficha que discute PJ, ante
la imposibilidad de nombrar a su secretario nacional, Tomás Guanipa, en el
exilio desde hace varios meses. Millán ha sido jefe de fracción de los
aurinegros por dos años consecutivos y es diputado desde 2011. Esta semana se
tomaría la decisión en reunión directiva del partido.
Berrizbeitia, por su parte, cuenta con el respaldo
de la fracción de la Concertación por Venezuela (Encuentro Ciudadano, MPV,
MDI, Copei, Cuentas Claras, Proyecto Venezuela) y los partidos
minoritarios (Causa R, Camina y Nuvipa).
La repitencia de Guaidó como presidente de la AN
vendría también acompañada con la ratificación de su presidencia encargada,
conforme al artículo 233 constitucional, y reconocida por 55 países del mundo.
93 votos ¿seguros?
Si
bien la persecución a diputados, el exilio y la prisión ha mermado la presencia
de principales en la cámara y comisiones, la incorporación de suplentes sumados
a los principales que siguen asistiendo y a los disidentes del PSUV
juramentados en plenaria desde 2017, le asegurarían a Guaidó 93 votos al día de
hoy: 28 votos de AD, 19 de PJ, 15 de VP (descontando el voto del propio
Guaidó), 15 de UNT, 4 de los disidentes del PSUV que se han incorporado a la
plenaria y 12 de los partidos minoritarios.
La cifra descuenta los votos de los 10 diputados bajo
investigación por presunta corrupción, ya que no está claro cómo votarán o en
cuál situación jurídica estarán para el 5-E. También están descontados los
votos del PSUV y sus aliados (PPT y PCV), al igual que los de Cambiemos,
Avanzada Progresista y la fracción 16J que aún no ha definido si apoyará la
reelección de Guaidó.
Pero ese bloque de 93 votos no parece sólido
todavía. En la bancada opositora existe el temor de que el 5-E salgan a
flote los diputados tocados por la denominada Operación Alacrán, por medio de la cual el
oficialismo habría comprado el voto de varios parlamentarios, para que no
apoyen la reelección de Guaidó o apoyen a otro candidato que se pudiera
postular a la presidencia.
«Eso lo veremos el mismo 5 de enero. Ahora mismo le
preguntas a cualquiera de los 93 y todos te dicen que están con Guaidó, pero
ese día sabremos a ciencia cierta», dijo un parlamentario que pidió no revelar
su nombre.
¿Que dice el Reglamento Interior?
El Reglamento Interior y de Debates de la Asamblea
Nacional establece que la mayoría necesaria para elegir a la directiva es la
mitad de los presentes al momento de la votación.
Es decir, si en la plenaria estuvieran presentes los
167 diputados de la cámara, Guaidó necesitaría 84 votos para ser reelecto.
Sin embargo, de los 112 diputados electos por la
oposición (incluyendo a la alternativa democrática y sus disidentes de
Cambiemos, 16J, etc.), el bloque ha perdido 2 curules al tener al principal y
al suplente en el exilio. El oficialismo entretanto solo logró reincorporar a
49 de sus 55 parlamentarios electos. Esto haría que el quorum máximo alcanzable
por la AN sea de 159 diputados; lo que reduciría a 80 los votos que necesitaría
Guaidó para ser reelecto.
Si por alguna razón la plenaria se instalara con el
quorum mínimo de funcionamiento (84 diputados), Guaidó podría ser reelecto como
presidente de la AN con 43 votos.
En todo caso, fuentes tanto de la fracción opositora
como de la oficialista aseguraron a Crónica.Uno que trabajarán
para lograr el quorum máximo posible el próximo 5-E.
El PSUV y el desacato
Entretanto, el PSUV insiste en que el 5-E se debe
instalar la directiva de 2016, encabezada por Henry Ramos Allup (AD), para que
el TSJ levante el pretendido desacato.
Afirman que no sería necesario que Ramos presidiera el
período completo, sino que la sesión se instalara con él al frente y luego se
procediera a la elección de la junta correspondiente a 2020, un procedimiento
negado de manera sostenida por la oposición.
«El 5-E quisiéramos que volvieran a meterse en cintura
y a respetar las decisiones del TSJ. Ellos deberían instalar con Henry Ramos
como presidente y aplicar la sentencia del TSJ», dijo Darío Vivas, diputado del
PSUV.
Pero esta tesis ha sido descartada por la mayoría
opositora. Incluso por la fracción 16J, crítica de Guaidó.
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