Andreína Aponte 30 de diciembre de 2019
En
sus orígenes, el tradicional pernil fue la manera en que los cristianos se
diferenciaban de los judíos. Esa costumbre permeó en Venezuela y ahora es un
alimento típico de las fiestas de diciembre
Durante la época decembrina, los venezolanos
acostumbran a comer el plato navideño que consiste de hallaca, pan de jamón,
ensalada de gallina y pernil. Este último alimento rompe con las
costumbres navideñas de países vecinos donde se celebra con pescado o pavo.
Entonces, ¿por qué comemos pernil en Navidad?
Según la antropóloga y profesora de la Universidad
Central de Venezuela, Ocarina Castillo, el cerdo llegó a Venezuela con los
españoles.
«En todo el país se consume cerdo y si algo nos
enseñaron los españoles es que el cochino se puede comer desde las patas hasta
las orejas», dice Ocarina.
Rubén Darío Rojas, periodista especializado y profesor
de cocina venezolana, cita a Miro Popic al decir que el cochino llegó a
Venezuela con los conquistadores. Para ellos consumirlo era una forma de
rebeldía frente a los judíos.
Para reafirmar la fe
Para el momento, en España habían muchos judíos y como
en su religión comer cochino no está permitido, era una forma de manifestar que
eran católicos.
Esa costumbre llegó a suelo venezolano, donde se sigue
consumiendo cochino pero, además, en el marco de una celebración.
«En el siglo XIX solo se podían matar cochinos los
sábados, de ahí la expresión ‘a cada cochino le llega su sábado'», cuenta Rubén
Darío Rojas.
Incluso había que pagar un impuesto especial cuando se
mataba un cochino y señalarlo con una bandera blanca, para que la gente supiera
que en esa casa se había matado un puerco.
El cochino no era un alimento que formara parte de la
dieta diaria, sino que tenía una preparación especial que se reservaba para
fiestas como, por ejemplo, la Navidad. De allí viene la vinculación del pernil
en Navidad.
La presencia del cochino en la mesa navideña
venezolana ha sido recurrente, no solo a través del pernil, sino también del
pan de jamón, del jamón planchado y de la carne de cochino que se incluye en
muchas hallacas. Así que, si a cada cochino le llega su sábado, a cada pernil
le llega su Navidad.
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