Alexis Rodríguez 07 de febrero de 2020
La vicepresidenta chavista se quejó de la presencia de
Leopoldo López en la residencia del embajador español en Caracas y abordó el
futuro de Repsol en Venezuela
En la madrugada del pasado lunes 20 de enero el
ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, se reunió con la vicepresidenta del
Gobierno chavista de Venezuela, Delcy Rodríguez, en una zona
reservada del aeropuerto de Barajas. Pero Rodríguez no solo habló con Ábalos.
ABC ha podido saber, tanto por fuentes de la oposición venezolana como por
fuentes próximas a la vicepresidenta, que José Luis Ábalos, «que estaba muy
nervioso y apurado por lo delicado de la situación», llamó desde su móvil
personal al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Cuando este
contestó la llamada, Ábalos le pasó el teléfono a Delcy Rodríguez para que
ambos pudieran hablar sin intermediarios.
«Fue una conversación breve», aseguran las mismas
fuentes a las que ha tenido acceso ABC. Pero Sánchez y Rodríguez tuvieron
tiempo suficiente para hablar de tres asuntos, entre otros, que
interesaban muy particulamente a la vicepresidenta venezolana. Delcy Rodríguez
pidió a Pedro Sánchez que no recibiera en Madrid a Juan Guaidó, el
presidente encargado de Venezuela y líder de la legítima Asamblea Nacional,
cuya visita a España estaba prevista para unos días después, concretamente el
sábado 1 de febrero, como así sucedió. Y efectivamente Pedro Sánchez no se vio
con Juan Guaidó. Con el único miembro del Gobierno con quien se entrevistó fue
con la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, encuentro que
tuvo lugar en la Casa de América y no en el ministerio.
Las fuentes consultadas por ABC aseguran que en un
momento de la conversación Delcy Rodríguez dijo con claridad a Pedro Sánchez:
«Si recibes a Juan Guaidó no vamos a poder avanzar...» y en otro momento
aseguró que «teníamos un acuerdo...».
Otro de los asuntos que trataron los dos mandatarios
fue la presencia de Leopoldo López en la residencia del
embajador español en Caracas. El líder de Voluntad Popular se refugió allí el 1
de mayo de 2019, un día después del levantamiento cívico-militar liderado por
el presidente encargado Juan Guaidó y un grupo de militares que consiguieron
liberar de su arresto domiciliario al político opositor venezolano. Leopoldo
López había pasado casi cuatro años en la cárcel militar de Ramo Verde
y dos en su domicilio con una tobillera electrónica que le había
colocado el Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia).
Delcy Rodríguez, según estas fuentes, habría
comunicado al presidente del Gobierno español el malestar que causaba al
Gobierno chavista la presencia ya tan prolongada de Leopoldo López en la residencia
del embajador español en Caracas. ABC contactó con fuentes diplomáticas
españolas para saber si se ha producido algún tipo de presión para expulsar a
Leopoldo López, pero las mismas fuentes declinaron hacer comentarios.
El futuro de Repsol en Venezuela
El tercer asunto abordado en la breve conversación
teléfonica que mantuvieron Delcy Rodríguez y Pedro Sánchez fue la presencia
de la compañía española Repsol en Venezuela y «cómo mantener esa
presencia en el futuro». Repsol está presente en Venezuela desde 1993, donde
explota importantes campos de hidrocarburos, como el yacimiento de gas Perla,
offshore, en el golfo de Venezuela, que comparte al 50% con la italiana Eni. Es
uno de los principales yacimientos de gas de Repsol en el mundo. Además, tiene
el 40% de los yacimientos de petróleo en tierra de Quiriquire, Mene Grande y
Barua Motatán.
Con la crisis en ese país y las sanciones de EE.UU.,
Venezuela paga en especie –es decir, en cargamentos de petróleo que se
trasladan en buques– a Repsol por las inversiones realizadas allí, las cuales
se han ido depreciando en los últimos años. La exposición patrimonial
en el país caribeño era de 351 millones de euros, según los mismos
resultados correspondientes al tercer trimestre de 2019. Esa cifra supuso una
importante reducción en relación a los 393 millones de junio del año pasado y
los 456 millones con los que cerró 2018.
Desde que salió a la luz pública el encuentro entre
Delcy Rodríguez y José Luis Ábalos en el aeropuerto de Barajas el 23 de enero, el
ministro de Transporte y secretario de organización del PSOE ha dado seis
versiones distintas de aquella reunión. Su primera reacción fue negar
tajantamente dicho encuentro, subrayar que solo se vio con el ministro de
Turismo venezolano y criticar el trabajo de los medios de comunicación.
Posteriormente, a medida que las informaciones iban siendo más contundentes,
Ábalos aseguró que se limitó a saludarla en el avión privado en el que llegó
Rodríguez a Barajas. ABC y otros medios informaron poco después que el titular
de Transportes se reunió con Delcy entre 20 y 25 minutos y el presidente del
Gobierno, Pedro Sánchez, salió inmediatamente en defensa de su ministro y
explicó que lo que hizo José Luis Ábalos fue evitar una grave crisis
diplomática entre Venezuela y España. Interrogado poco después por sobre este
asunto Ábalos aseguró que la vicepresidenta venezolana no pisó suelo español.
Pero nuevamente, y ante la contundencia de los datos que salían, el ministro de
Transporte del Gobierno socialista, José Luis Ábalos, reconoció que se había
reunido con ella en una sala vip del aeropuerto.
Por su parte, el Gobierno ha subrayado este miércoles
que es «absolutamente falso» que Sánchez hablase con Rodríguez cuando ella se
encontraba en el aeropuerto de Barajas, informa Efe. En estos términos han
negado desde la Secretaría de Estado de Comunicación la
información de ABC.
Washington espera las explicaciones de Madrid
D. Alandete
Tras saber que la vicepresidenta del régimen de
Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, se había visto con el ministro español José
Luis Ábalos, la diplomacia norteamericana reveló que pediría explicaciones al
Gobierno español, dado que contra ella penden sanciones no sólo de Estados
Unidos, sino también de la Unión Europea. Los subsecretarios adjuntos de Estado
para América Latina, Carrie Filipetti y Jon Piechowski, dijeron que
trasladarían las preguntas pertinentes a los diplomáticos españoles, para
aclarar qué había sucedido realmente en el aeropuerto de Barajas.
Ayer preguntado por ABC, el departamento de Estado
norteamericano no confirmó las informaciones, publicadas por el diario digital
Vozpopuli, de que el jefe de la diplomacia de EE.UU., Mike Pompeo, ha pedido
hablar directamente con la ministra de Exteriores española, Arancha González
Laya.
Cuando se conformó el nuevo Gobierno español, al que
ingresó Podemos, partido con lazos con el régimen chavista, la diplomacia
norteamericana pidió que no cambiara la postura española con respecto a
Venezuela. En una entrevista con ABC, la subsecretaria Filipetti, responsable
de la política de EE.UU. para Cuba y Venezuela, dijo: «Tenemos una relación muy
abierta con España y cuando hay desavenencias entre EE.UU. y sus aliados en
Europa siempre somos muy honestos y directos con ellos. Si hay motivos de
preocupación, los compartiremos».
España es parte de los 59 países que han reconocido a
Guaidó como presidente legítimo de Venezuela, liderados por EE.UU. Sin embargo,
el presidente español, Pedro Sánchez, se negó a recibir a Juan Guaidó cuando
este visitó Madrid recientemente.
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