David Glovin 01 de junio de 2020
@dglovin
- Bruce
Bagley vio cómo los funcionarios venezolanos usaban el sur de Florida
- Luego
ayudó a mover millones en la otra dirección, por 10%
Un
profesor de Miami que escribió sobre el narcotráfico y el crimen organizado
internacional se declaró culpable de lavar más de dos millones de dólares en un
esquema venezolano de soborno y corrupción, dijeron los fiscales
estadounidenses.
Bruce
Bagley, quien se desempeñó como profesor de estudios internacionales en la
Universidad de Miami, presentó su declaración el lunes en un tribunal federal
de Manhattan, dijeron los fiscales. Argumentaron que Bagley había estudiado
cómo los corruptos funcionarios venezolanos trasladaron grandes sumas al sur de
la Florida y había creado una rica lista de contactos con los responsables de
políticas latinoamericanas y los funcionarios estadounidenses contra el lavado
de dinero.
“Bagley, un profesor universitario y autor, pasó de
escribir el libro sobre el crimen, literalmente un libro sobre tráfico de
drogas y crimen organizado, a cometer delitos”, dijo el fiscal federal Geoffrey
Berman en un comunicado.
El abogado de Bagley, Peter Quijano, no respondió de
inmediato a un correo electrónico en busca de comentarios sobre el caso y la
petición de su cliente.
Bagley, de 73 años, de Coral Gables, Florida, fue
coeditor del libro de 2015 “Tráfico de drogas, crimen organizado y violencia en
las Américas hoy”, así como colaborador de varias revistas sobre el tema. Fue
acusado el año pasado de ayudar a trasladar millones de dólares a los Estados
Unidos desde Venezuela y tomar una tajada del 10%.
Sus colegas dijeron en noviembre que apenas podían
creer que el erudito de barba blanca, también conocido por cuidar a su esposa
discapacitada, pudiera enredarse en tal esquema. Pero en los últimos años había
escapado por poco de una venta de ejecución hipotecaria de su casa. John
Polga-Hecimovich, profesor de la Academia Naval de EEUU que lo conocía a través
de redes académicas, dijo que era fácil entender cómo Bagley podría haber
recurrido al recurso más cercano: su experiencia.
“En el curso su vida y en la investigación que hizo,
estoy seguro de que entró en contacto con figuras como las que describía”, dijo
Polga-Hecimovich en ese momento.
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