San Josemaría 06 de junio de 2020
@sJosemaria
La
Trinidad Beatísima ha coronado a nuestra Madre. –Dios Padre, Dios Hijo, Dios
Espíritu Santo, nos pedirá cuenta de toda palabra ociosa. Otro motivo para que
digamos a Santa María que nos enseñe a hablar siempre en la presencia del
Señor. (Surco, 926)
La
Trinidad Santísima te concede su gracia, y espera que la aproveches
responsablemente: ante tanto beneficio no cabe andar con posturas cómodas,
lentas, perezosas..., porque, además, las almas te esperan. (Surco, 957)
Dios
está contigo. En tu alma en gracia habita la Trinidad Beatísima.
–Por
eso, tú, a pesar de tus miserias, puedes y debes estar en continua conversación
con el Señor. (Forja, 261)
Aprende
a alabar al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Aprende a tener una especial
devoción a la Santísima Trinidad: creo en Dios Padre, creo en Dios Hijo, creo
en Dios Espíritu Santo; espero en Dios Padre, espero en Dios Hijo, espero en
Dios Espíritu Santo; amo a Dios Padre, amo a Dios Hijo, amo a Dios Espíritu Santo.
Creo, espero y amo a la Trinidad Beatísima.
–Hace
falta esta devoción como un ejercicio sobrenatural del alma, que se traduce en
actos del corazón, aunque no siempre se vierta en palabras. (Forja, 296)
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