Lester Toledo 04 de febrero de 2021
@LesterToledo
El
4 de febrero de 1992 fue el inicio de la debacle de Venezuela, hoy ya se
cumplen 29 años de aquella puñalada en la espalda que recibió nuestra
democracia.
Un día que inició derramando sangre de muchos
venezolanos, y que a la fecha, este desangramiento no ha cesado.
El régimen criminal de hoy, es producto de aquella
fecha en la cual cientos de soldados, dentro de los que se contaban, el extinto
Hugo Chávez, se disfrazaron de Mesías, y terminaron desatando el Apocalipsis.
Hoy los asesinos del régimen honrarán a sus falsos
héroes, harán celebración de ello y bailarán sobre nuestros muertos, mientras
Venezuela llora.
Pero,
¿qué pretenden celebrar? Acaso se puede celebrar la quiebra económica de un
país, el asesinato de más de 300.000 venezolanos, tener una de las tasas de
homicidios e impunidad más altas del continente; celebran acaso el despojo a la
institucionalidad en el país, el haber defenestrado a los poderes y a la
institución democrática.
El haber acabado con la educación, la salud, los
servicios públicos, con la producción petrolera y PDVSA, acaso ¿eso se celebra?
Celebran además la instauración de un Narco Estado
represor y haberse convertido en una potencia en corrupción, ¿no es un insulto
esto?
Y es que no hay nada que celebrar, por el contrario,
mucho que lamentar, y nuestros más de 300 presos políticos son fe de ello, así
como los más de 5 millones de venezolanos que viven desterrados de su país, que
partieron a todo riesgo a parajes desconocidos del mundo, en busca de un futuro
que en Venezuela, el régimen criminal de Maduro le secuestró.
Nada que celebrar, y las cifras son evidencia de ello,
Venezuela es la economía con el peor desempeño del mundo, la han sumido en una
hiperinflación. Según Fedecámaras, en 20 años han cerrado 60% de las empresas
existentes para 1999. El salario mínimo es hoy apenas una fracción de dólar en
una economía dolarizada de facto, mientras la canasta alimentaria supera los
200 dólares al mes, según el CENDAS. En una sociedad donde más de 90% de sus
ciudadanos fueron ubicados en el renglón de pobres, según ENCOVI, y donde 15 %
de nuestros niños sufren de desnutrición severa y están en grave riesgo de
morir.
Nada que celebrar, como festejar ser el país con una
de las peores crisis migratorias en tiempo de paz y con una crisis humanitaria
aguda. A quién se le ocurre festejar, sino a los criminales, el cierre de más
de 100 medios de comunicación en el país, el encarcelamiento injusto y sin
respeto al debido proceso a dirigentes de oposición, periodistas y activistas
de Derechos Humanos.
Este 4 de febrero no hay nada que celebrar, por el
contrario, es una fecha luctuosa para conmemorar el inicio de la debacle de
Venezuela.
Hoy lloramos por esta fecha, pero estoy convencido
que, más temprano que tarde, tendremos verdaderas razones para celebrar, ese
día será cuando llegue el fin a este régimen sangriento y criminal y nuestra
Venezuela sea nuevamente libre.
Cuando llegue ese día, el 4F quedará registrado en la
historia negra y vergonzosa de la historia de nuestro país, en la sección de
los horrores de la dictadura, y los criminales que generaron y provocaron tal
debacle pagarán con cárcel y justicia todos sus crímenes. Confío en que la
justicia llegará.
Lester
Toledo
@LesterToledo
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