Páginas

viernes, 3 de julio de 2015

El conflicto es lo de menos..!, por @EdgarRivero_14

Edgar Rivero  01 de julio de 2015

Son tantos los problemas por los cuales atraviesa Venezuela, que no podemos decir que uno sea más grave que otro, pues el país, actualmente, lejos de ser el paraíso de hace más de una década, es un verdadero caos económico, social y político. En otras palabras, vivimos en una anarquía socialista que nos lleva directo al precipicio.

Por eso, he titulado este artículo: “El conflicto es lo de menos”, porque ante tanta conflictividad interna, por lo menos hemos avanzado y para muestra un botón: ya tenemos la fecha de las elecciones parlamentarias. Esto sin duda, lo debemos en parte a la gran presión que han ejercido otras naciones, al comprobar que realmente en Venezuela se violan los derechos humanos. Igualmente, la presión que cada uno de los partidos democráticos ha ejercido cada uno desde su trinchera y también unidos en una sola voz.

Pero precisamente por esas experiencias pasadas y por esta situación presente, se debe planificar la manera cómo enfrentar este nuevo proceso electoral; estableciendo condiciones para la aplicación de estrategias de forma relativamente equitativa entre los involucrados. Aquí ya no tienen cabida aquellos que se creen sobrados, pero tampoco los que se confíen y esperen enchinchorrados a que otros trabajen por ellos. Aquí todos somos indispensables, necesarios y urge que trabajemos unidos, por “la salida” ejerciendo nuestro derecho a aplicar el voto castigo, a un régimen que no responde a los intereses del país, sino a los propios.

A la par, evidentemente, el conflicto es y será el pan nuestro de todos los días, puesto que constituye un elemento permanente, en sociedades pluralistas, que no debe preocuparnos de manera extrema, pero tampoco puede conducirnos a la resignación. Todo lo contrario, el conflicto debe ser el punto de partida, para darle cabida al establecimiento real de acuerdos. Claro no es una tarea fácil, más aún cuando la competencia por el poder es la acción que predomina. He aquí, el gran detalle, saber ponderar el momento que vivimos sin arrebatos ni locuras.

En este sentido, es clave ver el lado positivo del conflicto, percibir que es el espacio propicio para aperturar sin traumas y prejuicios, la búsqueda de “puntos de encuentro” cómo un método alternativo para poder encauzar nuestras discrepancias, ayudando de forma verdadera a resolver lo tenga que resolverse. Por lo tanto, es crucial llevar a la práctica el procesamiento de una solución determinada por medio de un nuevo tipo de consenso basado en la persuasión, la moderación, el respeto, la tolerancia y la prudencia. Demostremos que hemos aprendido la lección, que estamos arrepentidos de los errores del pasado y queremos cambiar para bien y por el futuro del país.

Sin dudas, se requiere con urgencia construir una cultura democrática, en la cual los conflictos puedan ser resueltos, a través de la equidad en los procedimientos y para que cada actor político tenga la posibilidad de expresar sus diferencias; sin que por ello sea excluido o estigmatizado. Bienvenidos todos a la Mesa de la Unidad Democrática. El momento invoca mayor entendimiento, mucha tolerancia y excesivo respeto entre los implicados, para fortalecer el concepto de la UNIDAD y de ese modo lograr una victoria sin precedentes el próximo 6D.

El país nos necesita. Debemos manejar el conflicto desde otra óptica, menos emocional, sectaria, excluyente y poco tolerante. Hoy día priva, la perspectiva del interés democrático, fundamentado en la dialéctica y eso se traduce en una mediación. No se trata de eliminar el conflicto, sino dar un paso hacia adelante accediendo a otros mecanismos de empatía y captación política. Es oportuno precisar que si bien resulta difícil propiciar dicha mediación, al mismo tiempo es indispensable para la creación de una sociedad civil ajustada a los nuevos tiempos de la convivencia, la cohabitación y el encuentro ciudadano.

Finalmente, en la medida en que la mediación prevalezca, la política de la libertad que muchos anhelamos podría convertirse en la política de la cohabitación en el conflicto; que no es otra cosa que el entendimiento. Hagámoslo por Venezuela. Si se puede! Vamos por buen camino.


Edgar Rivero
@EdgarRivero_14

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico