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martes, 7 de julio de 2015

FALTAN 154 DIAS PARA ELEGIR ENTRE “LO BUENO, LO MALO Y LO FEO”, por @chuotorrealba

Jesús Chúo Torrealba 06 de julio de 2015
@chuotorrealba

* Sólo “salir” del gobierno de Maduro no es “el objetivo” de los demócratas venezolanos (…) En realidad, nuestro objetivo es construir un camino venezolano al Primer Mundo, una Venezuela capaz de brindar a TODOS sus hijos un muy alta calidad de vida

A mis hermanos de El Radar de los Barrios, al cumplir este mes diez años de lucha, crecimiento y aprendizaje

Hoy, 5 de julio de 2015, faltan 154 días para las cruciales elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Un tiempo increíblemente corto para todo lo que hay que hacer, y que puede parecer una eternidad por la cantidad de trampas que el pueblo venezolano tendrá que desactivar y neutralizar para poder derrotar democráticamente a un régimen que es cada vez mas dictatorial.

Salsa para el spaghetti western

En 1966 se estrenó con gran éxito la película “El Bueno, El Malo y El Feo”. Dirigida por Sergio Leone y con una soberbia banda sonora compuesta por el legendario Ennio Morricone, la cinta se afincaba en las actuaciones de Clint Eastwood, Lee Van Cleef y Eli Wallach para narrar una historia de robo y corrupción en la persecución de un tesoro, en el convulso ambiente de la guerra civil estadounidense.

El Bueno, El Malo, El Feo…

Casi diez años después, el maestro Willie Colón rinde homenaje a este film poniendo su nombre al álbum que lanzó en 1975, con portada alegórica: El Feo era, indiscutiblemente, Héctor Lavoe, el Bueno era el virtuoso Yomo Toro y el Malo, por supuesto, el propio Colón. Memorable por muchas razones (unos instrumentales de fábula, con regios arreglos y orquestación perfecta, y la primera canción de Rubén Blades con la banda de Colón, “El Lamento del Cazanguero”, serían ya motivos suficientes para calificar así a este disco), presenta sin embargo otra adicional: El nombre de una de las canciones viene como anillo al dedo a la situación de esta Venezuela en crisis humanitaria y en plan preelectoral. Ese título es “Qué bien te ves…”

“Qué bien te ves”

Aunque a usted no le guste el jazz latino ni delire con las cadencias del montuno, el título de esa canción tiene que ver directamente con su vida. Con la suya y la de su familia. Porque para verse “bien” o “mal”, en principio hay que verse. Y frente a todo lo que hay que hacer en los próximos 154 días bien cabe la pregunta: ¿Cómo “se ve” usted ahí? ¿Cuál cree usted que puede ser su participación? ¿De qué manera considera usted que puede pasar, en estos 154 días que restan, de la preocupación a la ocupación, de la protesta a la propuesta, del “debieran hacer esto o lo otro” al “vamos a hacer juntos esto o lo otro”?

La estrategia democrática no es un discurso… ¡es un mapa!

Y para verse uno con claridad en el conjunto, hay que ver el conjunto con claridad: Hay que tener claro que la estrategia democrática no es un discurso, ni un librote, ni una suma de consignas más o menos sonoras, mas o menos vacías, no: La estrategia democrática es en realidad UN MAPA, un plano, en el cual se señala el camino que debemos recorrer desde esta situación en la que actualmente nos encontramos para llegar al sitio que hemos definido como “el objetivo”. Por eso es tan importante no confundir “objetivo” con “metas”, ni “metas” con “actividades”, ni “actividades” con estrategia. Por eso nos han escuchado y leído muchas veces llamando a mantener “el foco” en el objetivo., a no desviarnos de la estrategia, a no salirnos de NUESTRO mapa…

Definir porqué se lucha aclara cómo hay que hacerlo

Sólo “salir” del gobierno de Maduro no es “el objetivo” de los demócratas venezolanos. Eso, sólo eso, sería apenas un “quítate tu pa’ ponerme yo”; la libertad de los presos políticos tampoco es el objetivo central de nuestra lucha, pues eso es en rigor la consecuencia de tener un gobierno respetuoso de los derechos humanos; resolver la agobiante crisis económica y social no es un objetivo, sino una necesidad de sobrevivencia. En realidad, nuestro objetivo es construir un camino venezolano al Primer Mundo, una Venezuela capaz de brindar a TODOS sus hijos un muy alta calidad de vida. Para lograr ese objetivo es indispensable lograr una meta previa: Construir una economía libre, abierta, productiva, capaz de financiar una sociedad inclusiva, justa solidaria, en el marco de una democracia eficiente, transparente y funcional. Para eso a su vez es indispensable tener un gobierno y un modelo económico distinto a esto que hoy padecemos y para ello es clave derrotar al gobierno en las próximas elecciones parlamentarias.

¿Por qué así y no de otro modo?

Esto es así porque los objetivos no justifican los medios. En realidad, los condicionan. Si su objetivo es continuar la violencia, entonces puede y debe usar métodos violentos, inconstitucionales, puede usted andar por la vida insultando como Maduro o amenazando con el mazo como Cabello. Pero si su objetivo es construir un país con una alta calidad de vida para todos (es decir, un país con una democracia avanzada, política, social y económicamente hablando) entonces sus métodos tendrán que ser democráticos, porque nadie da lo que no tiene, nadie construye con palabras lo que niega con los hechos. Por eso, lograr la victoria electoral en las venideras elecciones parlamentarias (y transformar esa victoria electoral en triunfo político) es un paso clave hacia el objetivo común.

Cada quien en lo suyo promoviendo lo que es de todos…

En la calle y en las encuestas se da por segura la victoria democrática el próximo 6D. Nuestra responsabilidad como ciudadanos, como pueblo democrático, es no dar nada por “seguro”. Es trabajar día a día protestando por las millones de razones que hay para hacerlo, al mismo tiempo que vamos organizando la maquinaria ciudadana, el dispositivo social que el próximo 6D será capaz de derrotar al parapeto rojo que a punta de violencia y dinero oficial intentará aferrarse al poder. Que cada quien vea en su comunidad, en su trabajo, en su centro de estudio, donde puede y debe colocar su grano de arena, para que la montaña crezca. El 6D “El Bueno” es el pueblo democrático, “El Malo” es el régimen hambreador y prohamponil y “El Feo” es el desinterés, la abstención. Vamos a ganar, sí, pero no por repetirlo, sino por construirlo. ¡Palante!



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