Por Carlos Crespo
Caracas. En Capuchinos en la
parroquia San Juan el hampa es un vecino más. Es algo que forma parte del día a
día del barrio y que cada vez recluta a más jóvenes de los sectores El Luzón,
El Samán y Potrerito. “Aquí los chamos le piden al niño Jesús una moto y una
pistola, es su nuevo hobby”, dice Carlos Pereira.
Otra vecina, que pidió la
reserva de su nombre, señaló que ya en el barrio se han acostumbrado a vivir
con los delincuentes. “Aquí hemos aprendido a convivir con los malandros porque
ellos viven aquí también, muchas veces les tenemos más confianza que a la
policía, porque por lo menos uno sabe quiénes son”, relata.
Pereira asevera que hay un
grupo de unos 40 jóvenes, en su mayoría menores de edad, que andan en motos
robando por la zona. “Lo que llama la atención es que son niños de apenas 12 o
13 años. Son muchachos que deberían estar estudiando o haciendo otra cosa”.
Asaltos en comercios
Otro vecino, que pide el
anonimato por razones de seguridad, ratifica que la delincuencia es algo común
en la zona y que la policía no atiende los llamados de los vecinos. “Aquí los
malandros llevan las pistolas como si llevaran canillas debajo del brazo. La
policía, donde antes estaba el módulo de la PM y ahora es la Policía Nacional
Bolivariana (PNB), no hace nada, dicen que esta zona no les compete”.
Agrega que la gente tiene
mucho miedo de denunciar porque muchas veces los antisociales toman
represalias. “Tú vas y denuncias en la Policía y los malandros se enteran y
entonces es peor, por eso aquí la gente prefiere decir que aquí no se sabe
nada”, aseveró.
Más abajo, en los comercios
que están en la avenida San Martín también tienen sus historias de hampa. María
Iberno, encargada de una tienda de costura, cuenta que una de sus clientes fue
asaltada a las 2:00 pm dentro del establecimiento. “Entraron y le quitaron el
teléfono. Esta es una zona crítica, aquí se necesita más seguridad”.
Para otros, como María
Teresa Dos Santos, el barrio es tranquilo en comparación con otros sectores de
Caracas. “Hay los robos normales de un barrio y gente que viene a buscar
drogas, lo que a veces genera problemas de seguridad”, acota.
24-08-15
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