Por René Nuñez, 26/08/2015
Para haber paz,
imprescindible el respeto mutuo. Una condición humana de convivencia social.
Cuando no la hay se producen desequilibrios y tensiones sociales. Los
conflictos.
En la búsqueda de
un orden regulador de las relaciones humanas, las sociedades modernas más
conscientes procuraron leyes o normas garantes de la coexistencia pacífica
entre regímenes políticos de diferentes concepciones ideológicas como también
entre pueblos. Con ellas se han venido alcanzando avances significativos en
algunas regiones del mundo con desigualdades sociales donde el más fuerte
oprimía sin piedad al más débil. Una tarea nada fácil pero posible con la
cooperación internacional.
Con la democracia
se ha logrado la adecuación ordenada de la conducta humana hacia al esfuerzo
colectivo por el bien común. El esfuerzo del trabajo mancomunado en la
producción de bienes, productos y servicios. Las respuestas a las demandas
sociales, económicas y culturales. Reconociendo derechos y obligaciones,
ventajas y desventajas, fortalezas y debilidades. En otras palabras, la
justicia se ha ido imponiendo paulatinamente en la medida que las sociedades
han tomado conciencia de su miseria, del valor del trabajo, y de la necesidad
de entender la paz como cultura de vida. Asimismo, eligiendo a los mejores y
probos dirigentes al poder con la sagrada e irrenunciable misión de obligarlos
a entregarse en su representación a la defensa, promoción y desarrollo de sus
diversos y complejos intereses comunitarios. Y no ocupados en los particulares
o partidistas, cómo pareciera caracterizar las ejecutorias de los que hoy
gobiernan o dirigen nuestra nación. Basta oírlos, observar el uso y manejo de
bienes y recursos del Estado, para uno darse cuenta dónde yace el epicentro de
los conflictos de todo nivel y naturaleza que hoy sufrimos por igual las
mayorías nacionales.
No cabe duda, en
estos últimos años la República Bolivariana ha retrocedido en materia de
administración de justicia. Una justicia gestionada e influenciada por la
imposición ideológica carente de todo sentido económico, social y humano. En el
pasado reciente, período de abundancia (precio del crudo: 100$/barril) como en
el presente, período de inicio de la escasez (precio del crudo: 40$/barril),
los recursos del Estado se han estado ofreciendo a cambio del compromiso que se
tenga con la revolución o ideología del régimen, haciendo perder
coercitivamente la independencia política; en consecuencia, la propia
independencia económica de venezolanos inocentes.
No puede haber paz
sin justicia. La justicia pasa por vivir en libertades, respetando los
derechos humanos y la propiedad privada. Garantizando bienestar, progreso y
desarrollo de todo venezolano y de todos los venezolanos sin distingo alguno.
Con derecho a la participación en la elaboración de las políticas públicas, en
las obligaciones que se imponen, en los derechos que se acuerdan y en el
establecimiento del equilibrio entre los socialmente poderosos y los socialmente
débiles. Decía A. Graf “El medio más seguro de hacernos agradable la vida es
hacérsela feliz a los demás”.
@renenunez51
Presidente de
Ifedec Bolívar
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