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lunes, 31 de agosto de 2015

Maduro y la frontera, por @OmarBarbozaDip



Omar Barboza Gutiérrez 30 de agosto de 2015

Para analizar este tema sin dejarse confundir por la estrategia distraccionista del oficialismo, es importante tener muy claro que el contrabando y el bachaqueo son consecuencias directas del fracaso de las políticas económicas del gobierno, las cuales han destruido la capacidad adquisitiva de nuestra moneda al punto de que a pesar de haberle quitado tres ceros al bolívar y llamarlo “fuerte” está más débil que nunca, no vale nada, y ese es el principal estímulo al contrabando hacia Colombia y el bachaqueo.


De tal manera, que el gobierno de Maduro al decidir cerrar la frontera causando los daños humanos y económicos que genera esa medida, está tratando de atacar las consecuencias de las políticas económicas oficiales, en vez de corregir las causas de la escasez y el alto costo de la vida que cada día se agravan.

Estamos ante un nuevo capítulo del gobierno tratando de echarle la culpa de su mala gestión, de sus errores, a factores distintos al sector oficial, han desfilado, entre tantos otros, el imperio, la oposición, la guerra económica; ahora se empeñan en culpar al contrabando y al bachaqueo como causa de la crisis económica que vive el pueblo venezolano, cuando, en vez de ser causas, son consecuencias de las negativas políticas económicas del gobierno nacional.

La causa fundamental de la escasez y el alto costo de la vida, es la destrucción de la producción nacional provocada por la política oficial de privilegiar las importaciones y utilizar los dólares del petróleo para favorecer a la producción extranjera y beneficiar a los comisionistas y testaferros, en vez de apoyar a los productores nacionales.

Por otra parte, el gobierno nacional al llegar a la conclusión de que la única manera de que los productos regulados no salgan por las fronteras es cerrándolas, está confesando que la corrupción de los funcionarios civiles y militares que deben resguardar las fronteras y las aduanas, es una aliada del contrabando, y por eso cierran las vías binacionales que deberían servir para el tránsito lícito de las personas y mercancías, porque el volumen de productos de contrabando es muy grande como consecuencia de la corrupción de esos funcionarios, significa esto que de ahora en adelante no habrá tránsito legal de mercadería entre Venezuela y Colombia; pero como la frontera es muy amplia, es muy posible que gracias a la corrupción y a la realidad económica, el contrabando siga saliendo por lugares donde no hay alcabalas.

La medida de cerrar la frontera y las intenciones políticas electorales del gobierno de buscar supuestos culpables de su fracaso económico, no justifica el irrespeto a los derechos humanos de los hermanos colombianos ni de los venezolanos que viven en la frontera, y mucho menos que se descalifique a los colombianos como si todos fueran delincuentes. Son muchas las denuncias de humildes mujeres colombianas sobre los maltratos, humillaciones y despojo de bienes por parte de los funcionarios que están ejecutando las deportaciones para la hermana República de Colombia. Ignoran, que en muchos casos dejan hijos nacidos en Venezuela, y que la integración en muchas partes de la frontera no solo es económica, sino también humana, familiar.

Consideramos oportuno alertar a todos los venezolanos que mayoritariamente luchamos por un cambio político por la vía democrática, que estamos ante el riesgo cierto de que el gobierno de Maduro sabiendo que en el corazón y la mente de nuestro pueblo ya es una decisión definitiva el cambio político para buscar una salida pacífica a este desastre que estamos viviendo, utilice estas decisiones sobre la frontera para provocar situaciones extremas que le sirvan de excusa para suspender las elecciones.

Ante ese peligro, es muy importante que el pueblo se active en la lucha democrática, se organice y esté presente en la calle, denunciando la responsabilidad del gobierno nacional ante esta grave crisis económica, y rechace con toda la fuerza y conducta cívica, el intento de burlar la voluntad popular y su derecho a producir un cambio, que haga posible una nueva Venezuela donde se corrijan a fondo las causas del alto costo de la vida, la escasez, la inseguridad ciudadana y la corrupción con impunidad que hoy está presente en nuestro país, debilitando la vigencia de nuestros valores éticos.

Es fundamental que estemos convencidos y dispuestos a producir el cambio que Venezuela necesita con urgencia, que sepamos sin lugar a dudas, que ninguno de los problemas más importantes que afectan nuestra calidad de vida se podrá resolver, mientras permanezcan en el poder Maduro y Cabello, que hoy son los obstáculos principales para que Venezuela salga adelante y su pueblo pueda ejercer sus derechos plenamente. Es la hora del cambio.

Omar Barboza Gutiérrez

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