Por Jesús González Briceño, 25/08/2015
En un día de agosto de 2015.
La Luciérnaga Oscurana un
miembro muy destacada de la Pequeña Venecia
convocó a elecciones
leguleyas en la antesala de las
fiestas navideñas
para elegir el órgano superior del reino de los
animales que luchan
como las hienas
para evitar la derrota de una pésima actuación que no ha dado pié con bola.
Y que ha llevado al desastre el
acto fundacional que ellos mismos aprobaran
Para esta finalidad en el
Zoológico del Pinar del Paraíso
se hizo la convocatoria
de todos los animales,
menos los inhabilitados, que perdieron
su derecho
a votar y ser elegidos en esta contienda animal para designar el nuevo consistorio
de importancia capital para
el reino de esta tierra tan necesitado de una
gubernatura
justa y equilibrada para
regir a su fauna que ha perdido su timón
y está muy desorientada.
Pero no se pudo celebrar la
reunión convocada para las deliberaciones de asuntos de interés
porque se les fue la luz y el Chacal avergonzado lo renunciaron por incapacidad demostrada
para regir los destinos del importante servicio cada día más
precario.
Nombraron un nuevo
jefe, un Garzón tipo Soldado, para imponer disciplina de rigor
a renacuajos y
ranas , sapos y culebras y a hasta la misma iguana, por sabotear el alumbrado.
Pero la Luciérnaga del Oscurana y otros miembros de la especie de la selva tropical
impusieron su ley de normas
electorales al impedir que al evento convocado
fueran excluidos una parte de sus miembros de la Pequeña Venecia por ser alborotadores,
bochincheros y conspiradores
de oficio, al perturbar la tranquilidad y la paz ciudadana,
y no podrán hacer
leyes ni designar los comandos para
aplicar la justicia aquí tan necesitada.
El Leopardo de Chacao encerrado en su jaula no podrá ser elegido ni votar
en el evento comicial por incurrir en desacato y en disturbios al propiciar barricadas,
destruir las instalaciones públicas, matar las blancas palomas, a gavilanes y
cuervos
encargados de proteger la
avifauna de las selvas y galerías abundantes en la Pequeña Venecia
bautizada por Vespucio al
pensar que sería un bastión democrático de la república marinera.
Tampoco podrá participar EL león
de Caracas, el patrón
mayor del área metropolitana,
elegido con holgada mayoría de la población faunística de la Guaraira
Repano
en elecciones libres y
democráticas que nadie pudo impedir, y
ahora está encerrado,
en su casa de habitación por mandato de la ley, con un bozal en su boca
para que no diga nada y, si lo ves de muy cerca, se parece a
un León Afeitado.
Ni hablar del Gallo de la
Escala de Milán ya no podrá entonar en
su población de Güagüa,
las óperas de Verdi, Puccini, o de
Rossini, ni podrá ir a su oriunda, a La Bota
Italiana,
a visitar sus antepasados, ni
apreciar el zoológico romano, tampoco participar en las
deliberaciones de la asambleas
del reino de los animales para
discernir si fue culpable
o inocente, por no haber recogido a tiempo en su jurisdicción las basuras y cochinadas.
Se formó la Sampablera en
El Lago de Maracaibo, los que fueron gobernadores
de la Tierra del Sol Amada, les impidieron ser candidatos a la asamblea deliberante
del reino de los animales y,
el Zorzal de los Rosales tampoco pudo ir para el baile,
porque los inhabilitaron por habar comido carne en la cuaresma, por señal, el viernes santo,
sin haber sido permitido
por el propio Vaticano, lo que fue
glotonería, pero nunca peculado.
Y el Gato de Monagas, ya no podrá visitar sus paisanos y amigos de
su familia ancestral
que venida de los Andes, gobernó las llanuras, las montañas de
Caripe y al sur,
EL Orinoco,
por haber protestado con
razón por la contaminación de las aguas del río Guarapiche
perjudicando a sus tierras aledañas y el
agua de beber de animales y miles de sus plantas.
Y ni podrá pegar aullidos en las fiestas ni bailar en una pata en El Mono de Caicara...
También hay que mencionar la Paloma y ave-María
Manchada, sin pudor y desfachatez
de
indígnos congéneres,
arrojándola del vergel profanado su investidura otorgada por su grey.
Y no poder concurrir a la nueva asamblea del reino de la Pequeña Venecia por
temor a oír su
voz de
justicia y de paz predicadas por
doquier, con el único interés de
propagar la verdad
para que las montañas del WARAIMA REPANO hicieran eco del clamor de su proclama.
El Gatopardo Barinés y el Caimán del Catatumbo ya no podrán participar
en las
discusiones de la asamblea
electoral convocada por la Luciérnaga Oscurana
del Consejo Superior del reino de los animales, el primero ya se
fue a un destino asegurado,
y el segundo no dispone de su propia identidad ni partida de nacimiento
que se ha perdido sin
querer, al menos que
renunciare al cargo superior de dudosa elección del feudo republicano... .
De las serranías del
Táchira han venido las protestas por la
prisión de El Caballo y hay
otro ejemplar también imposibilitado por pertenecer a otra
especie que nada tiene que ver
con la actual administración del gobierno de la selva tropical,
con temores bien fundados,
de derrotar la zamurada oficial
que tienen la población muy atemorizada
por tráfico de
hojas que nada tiene que ver con la agricultura ni el ganado
producidos en los
campos.
¿Por qué habrá desaparecido El León de Zapata, para que
en sus caricaturas, dibuje
la cruel situación que azota
despiadadamente la tierra de la Pequeña
Venecia
que bendijera
el almirante italiano, o la Vuelta a la Patria del poeta Pérez Bonalde, sin
olvidar que los dos, Andrés, Bello y Andrés Eloy y mismo Lazo
Martí le cantaron con amor
y devoción inusitados, los
versos a la jungla que los viera nacer y ahora está abandonada? .
Al cabo de un largo rato la
luz jamás ni nunca alumbró en el Zoológico del Pinar
y La Luciérnaga nerviosa mandó a buscar a miles de sus congéneres para brindar
claridad
a la asamblea de
animales, a pesar de las órdenes
precisas del Garzón apenas designado.
En esto vino de la llanura infinita el Gavilán sin reparos, con ínfulas de urogallo,
para iniciar la sesión
de la reunión nacional de sus miembros
convocados
para adoptar las medidas
que debería tomar para dejar por fuera a
los inhabilitados.
Reapareció el Gatopardo de
Sabaneta transformado de nuevo en forma de
Pajarito,
volando de una montaña cercana a la capital, para
lograr el quórum reglamentario
a como diera lugar, a imponer su voluntad, para
que ningún traidor le saltara la
tranquera.
Y entonces los desahuciados, pidieron la presencia
del Tigre de Carayaca para destrancar
el juego, al parecer ya perdido, cuando se presentó El
Mapurite, el que nadie esperaba
y al levantar su cola alta
y encrespada sopló tan fuerte que el
salón quedó triste y desolado.
Y a si terminó señores la CHARADA DE LA REUNIÓN DE ANIMALES Y SUS
PEROGRULLADAS
De VERDI
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