Por José Sierra,
30/08/2015
“Prefiero ser
cabeza de ratón que cola de león”, esa frase lapidaria del adagio popular
pronunciada por un amigo al que quiero como a un hermano, la hacía en
referencia al hecho que en tu país eres dueño y señor(a), conoces tus derechos
y deberes, sabes a quien recurrir, tienes a tu familia y amigos de toda la vida
que te pueden echar una mano cuando lo necesites y viceversa, conoces el país y
el ambiente que te rodea, sabes perfectamente lo que puedes o no puedes hacer,
en fin todas esas cosas que cuando vas a otro país como emigrante, como
extranjero, pierdes durante años.
Leyendo el
estupendo artículo de Leonardo Padrón “Panamá ida y vuelta” publicado en http://prodavinci.com/blogs/panama-ida-y-vuelta-por-leonardo-padron/
narra las primeras señales de cómo los panameños comienzan a percibir la
impresionante emigración venezolana como una invasión hacia esas tierras, cuestión
que además de peligrosa implicará en el corto ó mediano plazo que el gobierno
de Panamá impondrá restricciones para evitarla, para muchos implicará una
puerta cerrada hacia la “Tierra Prometida”.
También es
necesario destacar lo que está sucediendo en la frontera colombo – venezolana,
el gobierno que aupó, consintió y estimulo la entrada de inmigrantes
colombianos durante años, los ceduló, permitió invasiones y compro sus votos,
de la noche a la mañana ahora son bachaqueros, responsables de la guerra económica,
paracos, delincuentes y desestabilizadores, emprendiendo una razzia contra
nuestros hermanos colombianos, pero no solo en la frontera en San Antonio del Táchira,
sino en todo el país, desatando sin lugar a dudas la mayor violación a Derechos
Humanos contra un grupo social en Venezuela, que bien puede enmarcarse como “Crimen
de Lesa Humanidad” contemplado explicitamente en el Art. 7, literal “d” del
Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional http://www.derechos.net/doc/tpi.html
del cual Venezuela es firmante, cometido contra extranjeros en un lenguaje xenofóbico
sin precedentes en nuestros país. Vaya para ellos nuestra solidaridad y nuestro
sentimiento de vergüenza ajena. No es nuevo que los extranjeros paguen los
platos rotos de situaciones de crisis en un país.
Para los
venezolanos que por múltiples razones decidieron que su mejor opción de vida es
emigrar y abandonar la patria, mis respetos y mejores deseos, estoy seguro que
a muchos les irá muy bien, pues nuestra emigración mayoritariamente es de
ciudadanos bien preparados para afrontar nuevos retos, profesionales y
emprendedores, pero nunca se olviden de los que decidimos quedarnos a dar la
pelea contra este régimen autoritario y oprobioso, les toca a ustedes dar la
pelea desde otras tierras y apoyarnos en nuestra lucha. Dejen siempre la puerta
abierta para cuando las cosas se pongan difíciles por allá.
No soy pesimista,
por el contrario creo que la hora del cambio se aproxima, pero también estoy
seguro que vendrán tiempos muy difíciles que ya empezamos a vivir, pero si
todos abandonamos nuestro barco, ¿como reconstruiremos el país?, ¿como haremos
para generar las condiciones adecuadas para el retorno de muchos compatriotas y
emprender el camino de la nueva Venezuela?.
Para mis hijos, amigos,
familiares, para todos los venezolanos que emigraron o están por hacerlo, los
estaremos esperando de vuelta en la Patria Grande, vuelvan y serán de nuevo “cabeza de
ratón en vez de cola de león”
“La Fuerza es la Unión”
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