Por José Dionisio Solórzano
El socialcristianismo
venezolano está pasando por una etapa crítica. Es justo y necesario admitirlo,
porque del reconocimiento interior podemos realizar los cambios vitales para el
reflorecimiento de este pensamiento político y esta estructura al servicio social.
La judicialización de la
organización y el intervencionismo del régimen a través del Tribunal Supremo de
Justicia han lacerado a la agrupación, dejándola en un estado delicado.
Asumiendo, el principio
socialcristiano del respeto a otras percepciones y el pluralismo en el manejo
del debate, juzgo inteligente la decisión de Roberto Enríquez de promover una
consulta interna para desjudicializar al partido y reintegrarla en la Mesa de
la Unidad Democrática (MUD).
Así como estamos exigiéndole
al régimen que tenga la valentía de medirse en el Referendo Revocatorio, y
defendiendo el derecho del pueblo venezolano a ejercer su efectiva soberanía a
través del sufragio, de esa misma manera aplaudo que Copei haga lo propio y
convoque a su militancia a escoger a sus nuevas autoridades.
Más de 300 planchas
inscritas, lo que debe aglutinar a miles de copeyanos postulados, es una
demostración que existen hombres y mujeres decididos a “echarle pichón” a la
defensa de los ideales socialcristianos.
Ahora bien. Es vital para la
lucha democrática venezolana la activación, sin fractura, con precisión y
claridad, de los demócratas cristianos venezolanos. Y ¿la razón de ello?,
simple es que el pensamiento basado en el humanismo cristiano posee la fuerza
argumentativa, moral y solidez ideológica capaz de derrotar en el terreno del
pensamiento a los defensores del socialismo.
Así como el debate
público debe centrarse en las soluciones políticas, y sobre todo económicas, a
los diversos problemas venezolanos, también se debe vencer en el terreno del
planteamiento ideológico y es allí donde los socialcristianos juegan un papel
fundamental.
Los socialistas radicales,
como los que actualmente gobiernan a Venezuela, conocen sus vacíos y
deficiencias ante un planteamiento socio-filosófico de la talla del
socialcristianismo. En la lucha de ideales la democracia cristiana siempre ha
derrotado a los comunismos y/o neo-comunismos,
He allí el motivo
fundamental del intento de paralización judicial que el Gobierno de Nicolás
Maduro ha realizado por los últimos 15 meses de Copei y de su dirigencia.
Más allá de los
argumentos legales esgrimidos por algunos activistas democristianos,
quienes igualmente han expresado planteamientos válidos y que deben ser
respetados en el marco del libre ejercicio democrático y de la aceptación de
aquellos con los cuales diferimos, el hecho de una elección interna abre las
puertas a una nueva etapa en la vida política de Copei.
El partido de la lanza verde
ha marcado parte importante de la historia de Venezuela, y es menester
que continúe dejando su huella en los anales de nuestra evolución nacional. Por
eso realizo esta última invitación:
¡Copeyanos! ¡A votar este 10
de julio!
11-07-16
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