Luis Manuel Esculpí 10 de julio de 2016
Ya no
son solo los chamos quienes tumban mangos de las matas, no son precisamente
indigentes quienes abren las bolsas de basuras en búsqueda de sobras para
alimentarse, tampoco los perros que deambulan por las calles son los
tradicionales "callejeros", ahora los acompañan mascotas abandonadas
por sus dueños. Ya hay camiones que llevan un aviso con la inscripción:
"No transporta alimentos".
Las
colas en mercados, abastos, farmacias y panaderías forman parte del nuevo
paisaje. Estudios recientes en el estado Miranda revelan que un altísimo
porcentaje de los escolares, aspiran que las escuelas permanezcan abiertas en
el periodo vacacional, porque allí reciben merienda, siendo esta una de las dos
comidas que consumen diariamente.
Imágenes
recientes expresan la grave crisis que vivimos. Ya casi se ha convertido en lugar
común la afirmación cierta que se trata del fracaso de un modelo, de políticas
económicas que nos han conducido a una situación sin precedentes en la historia
contemporánea.
Las
protestas por la ineficiencia de los servicios públicos o por la inseguridad
fueron desplazadas por las de exigencias de alimentos. Las manifestaciones se
intensifican en todo el país, el gobierno responde con su faz más represiva.
Temen que el estallido social progresivo -ya iniciado-se generalice y se
produzca en forma simultánea.
La
situación en el campo de la salud, agravada por la escasez de medicinas
adquiere proporciones verdaderamente dramáticas. Las cifras en materia de
inseguridad cada vez son más alarmantes.
Mientras
tanto los voceros del gobierno intentan trasmitir un optimismo sin basamento en
la realidad, el Vicepresidente para él área económica afirma: "Estamos
convencidos que los niveles de abastecimiento van a mejorar". Freddy
Bernal expresó que con ese invento ineficaz y discriminatorio denominado CLAP
las colas " van a ir bajando en las próximas semanas". ¡Como si se
tratara de un problema de convencimiento!
Por el
contrario todo indica que la situación tiende a agudizarse no se resolverá con
discursos, actúan como creyendo que su gastada retórica pudiera tener efectos
mágicos. Al negarse a recibir la ayuda internacional para alimentos y
medicinas, pretenden ocultar una realidad ya conocida mundialmente.
Después
de la destrucción de las empresas expropiadas pretenden regresarlas a sus
anteriores dueños, la mayoría ya no tiene interés en recuperarlas por las
dificultades que en la actual coyuntura significaría volver a ponerlas a
producir. Están haciendo gestiones para privatizarlas, algunos de sus
dirigentes ahora reconocen los errores.
Los
venezolanos estamos pagando un altísimo costo por las enormes y graves pifias
cometidas en estos diez y siete años. Los que gobiernan no tienen la voluntad
ni la capacidad para rectificar. Su tiempo ya les pasó.
Es
necesario plantear con fuerza la exigencia de aceptar la ayuda internacional
para atender la emergencia. A la vez que la fuerzas democráticas adelanten
todos los preparativos para alcanzar una solución de fondo que está asociada
-necesariamente- a lograr el cambio político.
Tal
como se ha venido definiendo, el referéndum revocatorio constituye la
alternativa para conquistar ese objetivo. El adversario no se resigna e
interpone todo tipo de obstáculos y apela a las más variadas trampas, montando
diversas provocaciones para intentar impedir esa opción pacífica y
constitucional. Nuestra acción creativa y perseverante podrá derrotar sus
propósitos.
Para
obtener la victoria es imprescindible conservar y consolidar la Unidad,
favorecer el encuentro con las diversas esferas del descontento social y
político para continuar ampliando la nueva mayoría. Cambiar de rumbo es
indispensable para superar la crisis, para evitar que sigan apareciendo nuevas
y lamentables imágenes como las descritas al inicio de estas líneas, no son
otra cosa que el reflejo del empobrecimiento general, del hambre que día a día
es más sentida por amplios sectores sociales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico