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sábado, 2 de julio de 2016

¿Y qué hacemos con ese Informe?, @laguana



Por Luis Manuel Aguana, 27/06/2016

El Informe presentado por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, ante el Consejo Permanente de la OEA es mas demoledor de lo que el común de la gente supone (ver http://www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=D-011/16) y obliga a una reflexión seria de los demócratas de Venezuela a la luz de los acontecimientos que están ocurriendo en el país. El lenguaje protocolar de los diplomáticos profesionales va en una frecuencia tan sutil que resulta imperceptible a los políticos venezolanos acostumbrados a las diatribas locales que parecen más bien peleas callejeras.

El Secretario General de la OEA puso a la disposición de todo aquel que lo quiera ver, la justificación ante el mundo para el desplazamiento inmediato de este régimen criminal violador de Derechos Humanos. Algo así como que la misma justificación que tuvo Hugo Chávez y su banda de golpistas en 1992 para levantarse en contra del gobierno pero multiplicada exponencialmente y expuesta en un escenario hemisférico, ¿qué tal?

No necesitaba Almagro solicitar castigos o sanciones para nuestro país más allá de las que ya nos está aplicando el régimen con el hambre y la falta de medicamentos, aderezados con la violencia de sus CLAPs. Le bastó al Secretario General relatar a todo el hemisferio nuestra situación política, económica y social –y con lujo de detalles-, a la que nos ha llevado el castro-comunismo. Ni siquiera aquellos países que votaron en contra de que se aprobara el Orden del Día, que incluía ese Informe, tuvieron nada que decir.

Recordó Almagro de una manera muy diplomática que desestimar este caso para la OEA sería volver a cometer el error de la injusticia cometida en 1965 con “la validación de la invasión a la República Dominicana”. ¡Dijo claramente que no se pueden dejar pasar las injusticias!

El Informe hablo claramente de la existencia comprobada de presos políticos torturados, algo que el régimen ha negado consistentemente como “políticos presos” por delitos comunes. Decirle al hemisferio que en Venezuela existen alteraciones de semejante calibre de los Derechos Humanos, en las narices de todos esos países no es cualquier pendejada, es serio.

Y que es responsabilidad de ellos, de los países de la OEA, su defensa basado en sus principales mandatos como Organización. Y de eso no se pueden escapar. Para ello citó los artículos 3 y 4 de la Carta Democrática Interamericana; y en especial el Art. 4 que describe el ejercicio correcto de un gobierno en democracia, donde es precisamente el gobierno el que debe respetar primero los derechos sociales y la libertad de expresión y de prensa de sus ciudadanos.

El informe emplaza al Consejo Permanente para atender la crisis humanitaria venezolana, a expresarse sobre los presos políticos y apoyar el derecho del pueblo venezolano para solicitar la revocatoria del mandato del Poder Ejecutivo. En una palabra, a interceder para proteger a una población que está siendo vejada y masacrada  por su propio gobierno. ¡Eso es gravísimo!

Al invocar el principio y el propósito moral y ético de la política, Almagro le recuerda a todo el mundo que es el Gobierno el que debe defender el bien colectivo y que los líderes no pueden abusar del poder que los ciudadanos le confieren. Y también les recuerda diplomáticamente al liderazgo opositor que cuando se pierde la confianza en sus representantes electos “los ciudadanos buscarán que sus voces sean escuchadas”.

Esto no es más que un claro mensaje para aquellos que están sentados en la Asamblea Nacional que dicen que este Informe solo fue dedicado al régimen y que están aguardando pacientemente a que éste nos mate a todos, sin hacer lo que tienen que hacer porque ya el pueblo les dio un mandato claro el 6 de diciembre de 2015.

El relato pormenorizado de cifras que dibujan nuestra triste situación económica, apuntan a un régimen despreciable que nos ha trancado por todos lados la solución, siendo que la crisis es solo responsabilidad de quienes están en el poder. Léase bien, quienes nos gobiernan nos están matando de hambre y de mengua por medicinas. Ese es el relato puro y simple ya oficializado al mundo por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro.

Para poner en perspectiva la importancia de lo que pasó ayer en la OEA, eso es como si se hubiera puesto al descubierto al mundo la matanza de judíos en la Alemania nazi mientras eso sucedía materialmente en los campos de concentración, no después. Y más cercano aun, es lo que el ex embajador Diego Arria bautizó en una oportunidad “Genocidio en Cámara Lenta” cuando los ojos del mundo miraron para otro lado cuando el Consejo de Seguridad de la ONU y la comunidad internacional ignoraron lo que le ocurría al pueblo de Srebrenica, en la Antigua Yugoslavia, masacrados por los paramilitares serbios (ver Diego Arria,“Srebrenica, un genocidio en cámara lenta”, enhttp://www.lapatilla.com/site/2015/07/10/srebrenica-un-genocidio-en-camara-lenta/) . Ahora el mundo no puede mirar para otro lado porque desde ayer una Organización de Estados, oficialmente informó al mundo que el régimen venezolano esta masacrando a su población en colusión con el Tribunal Supremo de Justicia.

Entonces no solamente hay un grave caso de alteración del orden democrático en Venezuela, sino un país completo secuestrado por delincuentes y militares narcotraficantes, de la misma forma en que fue secuestrada y masacrada Srebrenica por paramilitares serbios.  La gravedad de eso no tiene límites y pone a los perpetradores del régimen venezolano en el banquillo de los próximos enjuiciados ante la Corte Penal Internacional de La Haya.

Las buenas intenciones del Secretario General al solicitar al Consejo Permanente “Que se lleve a cabo antes del final de 2016 el referendo revocatorio…”, que “se libere de inmediato a todos los presos políticos y detenciones arbitrarias”, que “los poderes ejecutivo y legislativo del Gobierno venezolano hagan a un lado sus diferencias y empiecen a trabajar juntos de inmediato para responder a la crisis humanitaria”, “Que el poder ejecutivo cese de inmediato sus esfuerzos para socavar a la Asamblea Nacional elegida democráticamente y que se implementen y apliquen todas las leyes que han sido aprobadas por la Asamblea Nacional.”, “Que se nombre a un nuevo Tribunal Supremo de Justicia a través de un proceso transparente acordado conjuntamente por los poderes ejecutivo y legislativo.”, y más difícilmente aun “Que se establezca un ente independiente para combatir la corrupción, que puede estar compuesto por expertos internacionales, facultado para hacer frente a la situación financiera en Venezuela.”, (especialmente no harán esto último porque precisamente son ellos los que han saqueado a Venezuela) son una lista de buenos deseos y lucen extraordinariamente ilusas frente a este escenario de negociación con delincuentes.

Pero Almagro no podía solicitarle otra cosa al Consejo Permanente. Esa era su misión, exponer nuestra causa y lo logró, a pesar del saboteo de una oposición oficial que intentó negociar fuera de esas realidades en Republica Dominicana.

¿Y qué hacemos con ese Informe? Ahora queda en las manos de cualquiera que decida hacer algo para cambiarle el curso a la historia y ponerle fin a esta situación, al quedar develado ante los ojos del mundo la masacre a la que están siendo sometidos los venezolanos. En el caso de la oposición oficial, suponemos que seguirán intentando un proceso revocatorio que luce extremadamente cuesta arriba frente a un régimen de las características descritas en ese Informe. ¿Pero es eso lo que deberían hacer luego de esa histórica reunión del Consejo Permanente de la OEA? Yo creo que no.

Lo que debería proceder es que la Asamblea Nacional destituya al Presidente de la República sustentado en ese demoledor Informe que retrata la trágica situación humanitaria venezolana y cuya responsabilidad directa recae sobre el Poder Ejecutivo. Y de entrada esa decisión contaría con el respaldo del Secretario General de la OEA. Utilizando como marco de actuación la argumentación expuesta por Enrique Aristeguieta Gramcko en su propuesta de Decreto (ver Propuesta en http://www.lapatilla.com/site/2016/04/20/aristeguieta-gramcko-presenta-a-la-an-propuesta-para-remover-a-maduro-este-mes/), solamente con añadir como Considerando principal ese Informe, debería bastarle a nuestros Diputados para proceder. El Informe de Almagro puso a la oposición oficial en una clara disyuntiva: o corren o se encaraman. La destitución de Maduro es ya una exigencia impostergable…

Twitter: @laguana

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