Por Vanessa Davies
Todo el año 2017 puede ser
igual que 2016; es decir, con alta inflación, escasez de productos subsidiados
y oferta de bienes a precios impagables, alertan los profesores José Manuel
Puente y Richard Obuchi, del IESA
Unos quieren que Hugo Chávez
resucite y, con él, las condiciones de vida de las que gozó buena parte de la
población durante su gobierno. Otros desean el retorno de la liberalización
económica, de una economía sin controles. Y no faltan los que abogan por
economía de mercado con un Estado que regule. Todos coinciden en un punto: el
deseo de que este presente cambie.
“Hay algo más costoso que
hacer reformas, y es no hacerlas”, concluye José Manuel Puente, profesor del
Centro de Políticas Públicas del Instituto de Estudios Superiores de
Administración (IESA). Su gran mensaje: “mientras más tiempo evadas las
reformas básicas económicas que la sensatez indica, más sufrirán los sectores
populares”.
Richard Obuchi, también
profesor del Centro de Políticas Públicas del IESA, le ha criticado al Gobierno
que no se tomen medidas oficialmente, pero sí por la vía de los hechos; por
ejemplo, con el incremento -no anunciado, pero sí evidente- de los precios de
los productos de primera necesidad. Los dos expertos participaron este martes
en el foro Perspectivas 2017, organizado por el IESA.
Diez de diez
Estas son 10 verdades que,
tanto Puente como Obuchi, señalan sobre la situación económica venezolana.
Algunas de estas 10 premisas probablemente rompen con lo que algunos dirigentes
políticos esperarían.
1) Incertidumbre. Este es
un año “de enorme incertidumbre” ante el colapso económico “más grande de
nuestra historia”, indica Richard Obuchi. Variables como inflación y escasez
“tienen un desempeño muy negativo”, y eso deja a la población sin saber cómo va
a ser su poder adquisitivo.
2) Estabilidad
negativa. Todo el año 2017 puede ser igual que 2016: “Las crisis no tienen
un piso ni un techo, y las crisis económicas no implican un cambio político”,
expone Puente. “La situación económica y social puede empeorar sin que haya un
cambio, y eso es una realidad”.
3) Inacción. No habrá
buenas noticias para la economía mientras el Gobierno Nacional no corrija el
rumbo. Las acciones tomadas hasta ahora, como el cambio de ministros de la
economía y las fiscalizaciones de la Sundde, no son las más acertadas, valora
Obuchi.
4) "Tira la piedra y
esconde la mano". El Ejecutivo no toma medidas abiertamente, pero en
la práctica ha permitido algunos cambios que han tenido impactos negativos:
“Los precios no aumentan pero en la práctica aumentan; en los anaqueles
aparecen unos productos importados y de marcas desconocidas pero con un precio
bastante superior al del dólar paralelo”, comenta Obuchi. Estos productos no
son comprables por la mayoría de la población, señaló, y su alza no está
acompañada por información oficial.
5) Peligros. Si se sigue
haciendo lo mismo que en 2016, advierte el analista, la inflación venezolana
será tan alta o más que la de 2016. Además, el Producto Interno Bruto (PIB)
puede caer entre 4% y 6%.
6) Controles. El
desmontaje del control cambiario es la primera medida que José Manuel Puente
recomienda al Gobierno. El esquema actual lo calificó como “la camisa de fuerza
más importante” que impide el crecimiento económico y la reducción de la
inflación en el país. “Este control de cambio colapsó y tiene que ser
desmontado”, enfatiza.
7) Precios. Si los
precios de los productos no se basan en su estructura de costos “esos productos
no van a aparecer en los anaqueles”, reitera Puente. Algunos precios “ya se han
ajustado, y entonces vivimos un drama doble: muchas cosas que necesitamos no
las hay, y las que conseguimos no las podemos comprar por el precio”.
Pero hay otros bienes cuyo
precio está por debajo de la estructura de costos, y “nadie va a producir a
pérdida”, plantea Puente.
8) Apoyo externo. Sin
financiamiento internacional Venezuela no tendrá dinero para entregarles
dólares a las empresas y que estas puedan pagar deudas y adquirir materia
prima. Eso es clave “para reactivar producción y reactivar el abastecimiento”,
subraya el economista. La nación precisa de entre 25 mil y 50 mil millones de
dólares, según sus estimaciones, los cuales pueden provenir del Fondo Monetario
Internacional o de una coalición de países.
9) Subsidios, pero
directos. Una parte de ese financiamiento internacional debe destinarse a
subsidios directos para 30% o 40% de la población, a fin de que tenga acceso a
medicinas y alimentos. “Hace falta más y buena política social”, sin
discriminaciones, sugiere. En el presente “si usted no tiene el carné de la
patria no tiene los CLAP; y eso no puede ocurrir”
10) ¿Viraje? Para José
Manuel Puente, el presidente Nicolás Maduro carece del piso político que le
permitiría hacer un viraje económico, y tampoco tiene la convicción ideológica
de que debe cambiar. “Estamos atrapados en el círculo vicioso de un Presidente
débil, que no tiene el piso político para llevar a cabo las reformas
necesarias”.
¿Pueden ocurrir en Venezuela
hambrunas como las registradas en la Unión Soviética de Stalin y en la China de
Mao? Puente afirma que sí y recuerda que, de acuerdo con la Encuesta de
Condiciones de Vida (Encovi), una parte de la población ha perdido 9 kilos de
peso. ¿Esto llevará a la salida de Maduro? No necesariamente, acota el
profesor, pues el Ejecutivo puede mantenerse a pesar del hambre.
23-03-17
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