lunes, 27 de marzo de 2017

Venezuela primero, por @OmarBarbozaDip



Omar Barboza Gutiérrez 26 de marzo de 2017

El fracaso del actual modelo que hoy gobierna a nuestro país nos ha conducido a una crisis de tal tamaño, que nos obliga a todos a poner el mejor y más desprendido esfuerzo para cumplir con la responsabilidad histórica que tenemos los venezolanos de este tiempo.

Para ello, debemos tener en cuenta que una lucha para triunfar no solo debe ser justa, sino que su conducción, los métodos que se utilicen, y sus objetivos, deben ser los apropiados, no solo para triunfar sino también para ofrecer soluciones que efectivamente sean capaces de superar la crisis para que la nación se desenvuelva en un ambiente de libertad y en medio de un desarrollo económico, social y cultural, que haga realidad los derechos consagrados en nuestra Constitución.

Las circunstancias actuales nos obligan a repetir que la Unidad sincera de todos los que queremos un cambio es una pre-condición esencial para lograr los propósitos que nos motivan. La definición de una estrategia común que todos los factores de la Unidad Democrática respetemos es vital, así como lo es la organización del pueblo concientizado sobre la necesidad del cambio, para que su presencia activa en la lucha garantice el triunfo.

Hemos escogido la vía electoral para lograr nuestros objetivos, y la debemos transitar conscientes de que es la mejor y la posible en el corto plazo, y que es cónsona con nuestros valores democráticos, pero también hay razones de largo plazo que son definitivas para escoger esta vía que además responde a nuestra vocación pacífica, y es que para poder reconstruir a nuestro país, a nuestras instituciones, y rescatar los valores perdidos, es necesario que todos los venezolanos nos sintamos motivados y convencidos sobre nuestro deber de participar en ese esfuerzo tan exigente de la reconstrucción nacional. Para ello, nuestro triunfo debe tener un origen pacífico y un discurso incluyente que haga posible la reconciliación nacional como plataforma de relanzamiento de la Venezuela posible.

Para que esa ruta comience a producir resultados, es necesario concentrar nuestros esfuerzos en un objetivo común como lo es el que se convoquen las elecciones, primero la de gobernadores y alcaldes, luego las de la Presidencia de la República. Es decir, lograr de manera inmediata un Cronograma Electoral definido formalmente, que debe ser el punto de encuentro que nos una a todos los que queremos el cambio de gobierno y de modelo.

Sabemos que el CNE, obedeciendo a las presiones del gobierno, está aplicando tácticas dilatorias para no convocar las elecciones, y eso lo debemos denunciar porque es verdad, para presionar la convocatoria a elecciones conforme a la Constitución. La validación de los partidos políticos es una de esas acciones dilatorias, pero en ningún caso podemos abandonar espacios democráticos de lucha, en una democracia los partidos políticos son instrumentos del pueblo para organizar su participación política, por eso, todos los partidos deben hacer un esfuerzo por validarse por encima de los obstáculos, y una vez validados convertirse en voz de los que no lo hicieron. Apoyemos a los partidos que trabajan y se movilizan para seguir luchando.

Por todo lo anterior, expreso mi preocupación por las candidaturas opositoras adelantadas, porque independientemente de los méritos que tienen quienes las representan, no debemos adelantarnos de manera inoportuna; primero se debe lograr que haya elecciones, luego haremos las primarias donde se escogerán los candidatos de la Unidad que todos apoyaremos. Iniciar las carreras candidaturales a cualquier cargo antes de tiempo, implica dos riesgos graves: en primer lugar, dificulta la Unidad tan necesaria en estos momentos; y en segundo lugar, puede trasmitir la sensación de que Venezuela no es lo primero.

Finalmente, en paralelo, debemos seguir trabajando en nuestra oferta central al pueblo venezolano, el Gobierno de Unidad Nacional, el cual debe cumplir con el compromiso de que con plena vigencia de la Constitución Nacional y en paz, podamos poner en marcha un gobierno que logre impulsar el crecimiento económico con equidad social.

Ratificar las bases para la refundación del Estado democrático; apoyar con fuerza el proceso de descentralización; organizar la lucha integral y frontal contra la inseguridad ciudadana y el flagelo del narcotráfico; reactivar la economía nacional teniendo como líneas centrales el apoyo a la producción nacional, y el respeto a la propiedad privada; un programa integral de lucha contra la pobreza y de apoyo a los más necesitados; así como también, la implementación de políticas radicales y reformas institucionales para garantizar la mayor eficiencia en contra de la corrupción que tanto daño le ha hecho a la República.


 
Omar Barboza Gutierrez

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