Por Maximiliano
Donat, 26/03/2017
Desde los
albores de la humanidad ha venido
evolucionando, desarrollándose progresivamente la idea de ciudadano. La
ciudadanía, en su acepción clásica, se corresponde con un estatus jurídico y
político mediante el cual el ciudadano adquiere, respecto a una colectividad
política, unos derechos como individuo -civiles, políticos, sociales,
económicos - y unos deberes -impuestos, respeto a las leyes-. Sin embargo el punto de inflexión ciudadana a
nivel mundial se desarrolla en dos momentos históricos: La "Declaración de
los derechos del hombre y del ciudadano" de 1789 representa un nuevo
concepto de ciudadanía y de Estado y la "Declaración Universal de los
Derechos Humanos" de 1948, en la época contemporánea, que será un punto de
referencia obligado para una adecuada educación ciudadana y un referente ético.
Esta declaración fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas y
con la cual estamos más con sustanciados
y en nuestra Constitución están consagrados, de tal manera que para los venezolanos
ser ciudadano representa una conquista que se va consiguiendo a lo largo de su
historia. En este sentido, la ciudadanía constituye un ideal de vida política.
Un buen ciudadano es aquel que, además de sujeto de derechos, es sujeto que
participa en la construcción del País. Este ideal de ciudadanía representa a
una persona propietaria de un cada vez más amplio repertorio de derechos que la
comunidad política debe garantizarle.
Cuando un gobierno, régimen o grupo esquiva cualquiera de estos principios
ya sea en un colectivo o de un solo
ciudadano, está realizando un acto de Lesa Ciudadanía.
Cuando un
ciudadano no puede adquirir o se le priva
o se le excluye de derechos humanos como: salud, alimento, vivienda,
transporte, vestido, voto, seguridad, educación, están siendo violentados sus
derechos ciudadano, por tanto ese individuo, régimen, grupo o gobierno están
realizando un acto penado globalmente como Lesa Humanidad.
Es por tanto incompresible
ver en nuestro País partidos políticos apoyando acciones que vulneran los derechos cívicos de los ciudadano, como
por ejemplo auspiciar “validaciones” de sus partidos en condiciones y bajo
normativas que violan los derechos políticos del ciudadano (sea este militante
o no de esa tolda política), como también lo es utilizar a los ciudadanos para
apoyar unas elecciones regionales o
municipales que en nada contribuyen a la
destitución de un régimen dictatorial, solo con la egoísta
intención de también chupar de la teta del poder.
Dentro de ese
mismo esquema vimos con estupor como “empresarios privados” este jueves no solo aplaudían al tirano y sus secuaces en
la Expo Feria Venezuela 2017 en el poliedro de Caracas, sino que uno de sus
representantes, el Sr Vollmer hacía alusión a la importancia de trabajar e
impulsar el desarrollo económico de la nación bajo la bota cívico-militar simplemente por el hecho de que la dictadura
le está “otorgando” divisas, que por derecho tienen como ciudadanos, no solo
los empresarios para desarrollar sus
libertades económicas, sino cada ciudadano de este País. ¿En realidad es así o
el Sr Vollmer no ha podido con sus genes y
asume como un resultado positivo las políticas económicas de la
dictadura como lo hicieron algunos durante el régimen de Hitler?
En su discurso
aparentemente nacionalista lanzo su lema institucional “ o ganamos como equipo
o perdemos como individuos”, lamentablemente Sr. Vollmer si el equipo al cual Ud.
se ha unido viola mis derechos como ciudadano, jamás ganaré como venezolano, y
utilizo su ejemplo Sr. Vollmer, como pude haberlo hecho con cualquier otro
“empresario” que apoya las políticas de Lesa
Ciudadanía del régimen dictatorial, por ahora actuando en Venezuela, pero las
circunstancias hicieron de Ud. El vocero
escogido por el régimen dictatorial en ese bochornoso evento.
Para cerrar este
artículo termino con Las Normas de Derechos Humanos de la ONU para Empresas:
Hacia la responsabilidad legal en su artículo 11 “Las empresas transnacionales
y otras empresas comerciales se abstendrán de realizar cualquier actividad que
apoye, solicite o aliente a los Estados o a cualesquiera otras entidades a que
violen los derechos humanos. Además procurarán que los bienes y servicios que
prestan no se utilicen para violar los derechos humanos.
MAXIMILIANO
DONAT
Coordinador
Nacional ONG DeCiDo.
Democracia y
Ciudadano Domine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico