jueves, 30 de marzo de 2017

Gobierno venezolano “salió mal parado” en sesión de la OEA, opinan analistas por @ibisl


Por Ibis León


Que el embajador venezolano, Samuel Moncada, arremetiera contra las delegaciones diplomáticas en plena sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) puso en evidencia “la pérdida del control de ambiente y de liderazgo”, y que “Venezuela ya no tiene capacidad de cohesión sobre sus aliados”, en opinión del profesor de Teoría de las Relaciones Internacionales en la Escuela de Estudios Políticos de la UCV, Carlos Luna.

El analista recuerda que el Gobierno de Nicolás Maduro ya no tiene el carisma aglutinador que caracterizaba a Hugo Chávez y tampoco la renta petrolera para sumar aliados en el organismo regional lo que se evidenció en la postura de los 20 países que votaron a favor de discutir el caso venezolano. “Se mostró una preocupación masiva y creciente de los países de la región”, señala.

Aunque el Presidente de la República celebró este 28 de marzo porque –a su juicio- no se aplicó la Carta Democrática Interamericana, Luna explica que el artículo 20 del mecanismo sí se empleó al generarse el debate sobre la ruptura del orden democrático en el país suramericano.

“El debate aplica la Carta democrática, en su artículo 20, porque refiere a la evaluación colectiva de un país donde se ha roto el orden democrático y eso se llevó a cabo. Prácticamente fue unánime la opinión de que en Venezuela hay una crisis y se hizo referencia directa a la inexistencia de un calendario electoral y a la liberación de los presos políticos aunque con diversos matices”, apunta.

El internacionalista destaca que los países miembros de la OEA propusieran que a la misión de acompañantes del diálogo se incorpore una delegación de la OEA para hacer una evaluación periódica de los avances en Venezuela.


“Fue muy reveladora la intervención del embajador mexicano (Luis de Alba) quien se comprometió a presentar una declaración en forma de resolución con las recomendaciones que hacen los países para atender la crisis en Venezuela, pese a los intentos del embajador Moncada de sabotear la sesión para que se rompiera el quórum y así ganar tiempo para evitar la aplicación de medidas de presión”, manifestó.

¿Qué sigue a la sesión de la OEA?

La internacionalista y profesora universitaria, Giovanna De Michele, refiere que la resolución 1080 a la que hace alusión la Carta Democrática y que compromete a todos los Estados miembros de la OEA a “defender a toda costa la democracia en la región” permite al secretario general, Luis Almagro, convocar una sesión extraordinaria en los próximos días para volver a poner sobre la mesa la suspensión de Venezuela.

“Según esta resolución, el secretario general puede convocar una sesión extraordinaria para proponer la suspensión de Venezuela sin necesidad de que se agoten todos los mecanismos diplomáticos y eso podría ocurrir en corto plazo”, manifiesta.

Sin embargo, para que Venezuela sea suspendida de la OEA se requieren 24 votos a favor de los 34 países, un escenario que no descarta De Michele.

“Creo que progresivamente Venezuela va perdiendo apoyo. En la sesión del año pasado, tuvo más apoyo del que vimos ayer, se ha ido alejando de los Estados Americanos y sus acciones van empeorando su situación en el organismo, como la publicación de la sentencia del TSJ que allana la inmunidad parlamentaria y le exhorta al Ejecutivo que revise su permanencia en la OEA, lo que es una aberración porque el Poder Judicial no debe tener incidencia alguna en la Política Exterior”, sentencia.

En la próxima sesión que se espere tenga lugar en México, se conocerá la resolución que presentará el embajador de este país con las recomendaciones hechas al Gobierno venezolano.

Sobre el discurso empleado por el embajador Moncada, De Michele opina que fue antidiplomático. “La diplomacia es el arte de tender puentes con la comunidad internacional, de negociar, y Venezuela hace gala por comportase como un carrito chocón. Cree que puede descalificar al adversario por la vía de los insultos en la OEA como hace con la disidencia venezolana”.

Sin embargo, la Canciller venezolana consideró que la diplomacia venezolana resultó victoriosa, este 29 de marzo. La ministra de Relaciones Exteriores ya había calificado como ilegal esta sesión del consejo de la OEA porque Venezuela no dio su consentimiento.

De Michele desestimó este argumento. “Esa es una interpretación acomodaticia. El artículo 18 de la Carta establece que la autorización del Estado (que está siendo cuestionado) se requiere para llevar adelante visitas y otras gestiones diplomáticas en el territorio nacional, pero no para convocar al Consejo Permanente”, aclara.

¿El retiro de la OEA favorecería al Gobierno?    
     
La internacionalista precisa que si bien Venezuela tiene derecho a renunciar a ser miembro de la Organización de Estados Americanos, esta petición se haría efectiva en un lapso de dos años. Es decir, el Gobierno del presidente Maduro no estaría exento de sanciones y estaría sujeto a los estatutos de la OEA hasta que se haga efectiva la renuncia.

¿Se equivocó Almagro al proponer la suspensión de Venezuela?

De Michele opina que sí porque Almagro se “excedió” al poner un ultimátum al Gobierno de Maduro. “Él no tiene competencia para ponerle ultimátum a ninguno de los Estados miembro. Esto no tiene ningún efecto jurídico, esto le da argumento al Estado venezolano para ir en contra de Almagro”.

Pero para Luna, Almagro lo que intentó fue “generar una amenaza creíble al elevar el costo político”. “En la aplicación de la Carta Democrática hay una secuencialidad. No se puede pasar al artículo 21 (suspensión) sin haber agotado los primeros esfuerzos diplomáticos. No creo que haya ambiente para la suspensión de Venezuela”, concluye.

Foto: telesurtv.net

29-03-17




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