jueves, 23 de marzo de 2017

El chavismo es quien “cobra la factura” de la crisis generada por Maduro, asegura Penfold por @odelopez


Por Odell López


Más allá de los indicadores, Venezuela atraviesa una crisis que es palpable en cada contenedor de basura o en cada cola de supermercado. Según el analista Michael Penfold, aunque Nicolás Maduro es quien ejecuta las medidas del país, su popularidad no va en proporción con el descontento social del venezolano.

Al comparar la popularidad del Jefe de Estado venezolano con la de sus homólogos de Brasil, Michel Témer y Argentina, Mauricio Macri, la aprobación de Maduro resulta mayor que la de estos dos, pese a que Venezuela se mantiene en una crisis sin medidas correctivas, a diferencia de Brasil y Argentina.

Por eso el profesor del Centro de Políticas Públicas del IESA cree que la crisis no empujará a un cambio de Gobierno en Venezuela, salvo que haya un proceso de negociación entre los distintos actores políticos.

Durante el foro de Perspectivas 2017 organizado por el IESA, el analista explicó que la popularidad de Maduro no implica que sea un candidato presidenciable para el partido de Gobierno. “Maduro pierde cualquier elección, incluso con una oposición electoralmente dividida en la que fuera cada candidato por su cuenta, es decir, Henrique Capriles, Leopoldo López y Henri Falcón”, aseguró.

Esto obedece a que el chavismo ha perdido su competitividad electoral, según el experto, y por ello debe reconfigurarse, porque ni siquiera en un escenario electoral próximo hay un sustituto de Maduro que agrade a toda la coalición de Gobierno, dijo.

“Inclusive, si Maduro dice que se presenta como candidato a un escenario futuro electoral, eso también traería discordias dentro del Psuv”.

Penfold habló de escenarios electorales pero también consideró la gran interrogante nacional: ¿Habrá elecciones? El analista desconoce la respuesta, pero asegura que la decisión está única y exclusivamente en la voluntad del chavismo y del TSJ.


Inclusive, una de las hipótesis es que mientras demoran los procesos electorales tanto regionales como locales, el oficialismo busca tiempo para tratar de mejorar sus indicadores de aceptación en medio de la crisis nacional.
En su ponencia, el académico precisó que aunque 53% de los venezolanos se niega  a un nuevo proceso de negociación o diálogo entre Gobierno y oposición, este es el único camino posible para iniciar un proceso de transición.

“La negociación de octubre fue un rotundo fracaso porque la mediación estaba mal manejada, fuimos demasiado ‘Caribe’ y se hizo sin reglas. Una mediación supone reglas para que esto sea efectivo. Además, faltaba parte del Gobierno y de la oposición y además estos últimos abandonaron la presión de la calle como una medida de negociación”.

Para Penfold, un proceso de negociación efectivo para salir de la crisis le daría sostenibilidad a la institucionalidad en el país.

21-03-17




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