Por Xabier Coscojuela
La violencia se incrementa y
se extiende por todo el país. Van 43 personas asesinadas, según datos de la
Fiscalía General, y los responsables exclusivos de esas muertes son Nicolás
Maduro, el cogollo que lo acompaña y las militantes del PSUV que integran la
directiva del Consejo Nacional Electoral.
Ellas han demostrado que
siguen a pie juntillas lo que decidan en Miraflores y por eso aceptaron, sin
chistar, la suspensión de referendo revocatorio y no han convocado, ni piensan
hacerlo, las elecciones regionales y municipales que deben ser este año. A
estas arbitrariedades cometidas hasta ahora le quieren agregar la convocatoria
a una Asamblea Nacional Constituyente donde, a través de las bases comiciales,
van a multiplicar los votos chavistas para fabricar una mayoría espuria en
dicha Asamblea. Dicen que quieren lograr la paz pero le están echando gasolina
a la candela.
¿Si son tan fieles herederos
del legado de Chávez porque no reeditan las bases comiciales de 1999 que tan
buenos resultados les dio? El rechazo a esta iniciativa es general. Abarca a
toda la oposición, pero también se incluye en este rechazo la totalidad del
llamado chavismo crítico y, según nos dicen, también algunos dirigentes del
chavismo oficial. Sin embargo, Maduro y su cogollo quieren imponer su decisión
a la brava.
La Asamblea Nacional decidió
el martes conformar un Frente de Defensa de la Constitución y la Democracia. Es
una iniciativa que apoyamos.
Es preciso hacerla lo más amplia
e inclusiva posible.
En ella deben caber todos los
venezolanos que se opongan a las pretensiones autoritarias y dictatoriales de
Maduro y su combo. No es momento de hacer análisis de pureza opositora. Hay que
sumar a todos para derribar el muro que la dictadura está construyendo.
20-05-17
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