Por Tony Rivera Chávez
Entre los acusadores exhibidos
a través de la pantalla sin darle reposo a sus ojos solo como remate se oía y
veía detrás de los verdugos como parte de un descanso visual y auditivo la voz
del Comandante Difunto recordándole a todos que, “Ser rico es malo” luego de
que tenía la visión de Juan Pendejo (nombre real del aludido) después de ver
como un burochorocrata exigía sin preguntar precio cuarenta y dos kilos de
chuletas ahumadas y sesenta de lomitos y el bajo el trance de la CIA (corriente
interna de arrechera) le preguntaba a este millonario comprador: ¿Dónde
trabajas, tu, que tienes tanto real? Y este le contestaba yo soy un humilde
repartidor de CLAP... ¿Y qué? Y él le contestaba tú lo que eres es choro. Y el
revolucionario gritaba: ¡Policía! ¡Policía! aquí hay un odioso, y ¡zas! le
pedían nombre carnet de la patria por violar la Ley de la Paz y el Olvido
además claro está señalarlo en letras rojos como odioso. Así llego a comprar
unas frías para refrescarse al llegar y pasar la CIA. Pidió cuatro cerbatanas:
Son veinte mil le dijo el cervecero y recordó cuando las lisas valían un real y
¡ya! le dio la calambrina al cuerpo y otra vez la discutidera y el viaje al
pasado y la comparación, el exponía: Mira la cervecita era a realito, con dos
bolívares, te daban cuatro y si era en una tasca pedías pasapalos gratis...
¡Que vacilón! Y por ahí se iba el heroico que encontraba en más de uno apoyo
ante los precios socialistas del Nuevo Amanecer Rojo y otro jala-esféricas que
grita: ¡Policía! ¡Policía! un disidente ante lo cual el propio agente le decía:
Sera un odioso, mientras murmuraba este denunciante como que es macho-menos.
Acusación va y viene sumando un expediente de varios miles de páginas.
En un ínterin oyó… ¡Arepa!
¡Arepa! y una correzon. Se regocijo en un triunfo magallanero por nueve ceros
contra el Caracas y emocionado perdió el sueño y despertó a la realidad cuando
el tumulto vecinal en las calles vecinas a su vivienda se agitaba pidiendo
orden en las colas porque había llegado la Harina de Maíz al abasto y todo el
edificio quedaba deshabitado para cumplir la amargura nuestra de cada día.
Habitante de las circunstancias y ya sin sueño alguno el Pensionado acelero sus
pasos para lograr el producto y recordó a Teodoro Petkoff en una charla sobre:
El fetichismo de las mercancías en el mercado capitalista, para ocupar el
puesto sesenta y nueve en la fila pensando que era el mejor numero para un
viejo que prendía empujado. Así paso catorce horas y siete minutos para llegar
a la cueva desde donde una mano sacaba dos unidades. Observo con terror un
letrero: NO HAY PUNTO. Reflexionó, sobre su efectivo y se dijo: Yo tengo dos
mil bolos que son más que suficientes. Casi boqueando llego al fin y pregunto:
¿A como está el producto? Sesenta mil... ¿Cómo? y recibió el ¡Como lo oyes! Si
no tienes deja pasar el siguiente. En ese preciso instante oyó la voz de su
conocido especulador y Rey del Bachaqueo Coronel Botas Lisas que discutía con
la Sargenta Chamizas sobre si se llevaban siete u ocho pacas. La crisis le
llego con la CIA y le gritó al uniformado. ¿Cuánto ganas tú? para tener tanto
real en efectivo piazo e'choro… y como por obra y gracia de Satanás termino
trepado en una tanqueta donde no había más espacio y por eso lo llevaban
guindado en el caucho de repuesto. La novia de Botas Lisas decía a viva voz:
¡Ese señor si es odioso! menos mal que ya llega la Ley del Ras con Ras sin
hablar o sea la del odio comprimido para que nos dejen vivir en paz. ¡Zape
gato! con esos viejos que no quieren que uno se alimente.
Así con el colorín colorado el
primer condenado por Odio y crímenes de lesa humanidad será el Pensionado
Heroico porque al joven Guevara lo agarraran si el socialismo de comiquitas
llega a Chile pero aquí quien va pa'l pote es el pendejo.
profetanoskagamus@yahoo.com
11-11-17
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