Por David Esteller Ortega
Está clarísimo que fue un
fraude con un sinnúmero de facetas y claro está que por parte de la oposición,
incluidos los abstencionistas, se cometieron errores, los cuales deben ser
ahora analizados con sinceridad y no con ánimo de aprovecharse de ellos por
parte de algunos dirigentes o partidos de la oposición en contra de otros de la
misma oposición; pues una pelea entre ellos continuaría favoreciendo al
gobierno. Este fraude descarado deberá servir a las fuerzas anti-gobierno para
discutir fraternalmente los errores y trazarse objetivos claros. A partir de
ahora, la unidad debe ser fortalecida y olvidar las diferencias del pasado
reciente, evitar que cada partido o dirigente esté, cada vez que se le antoje,
dando declaraciones y tomando posiciones políticas por su cuenta o por cuenta
de su partido.
En primer lugar, exigir el
reconocimiento de la Asamblea Nacional electa de acuerdo a la Constitución
Republicana, aprobada en el 1999 y olvidarse del tal desacato, por contrario a
derecho. Ratificar el desconocimiento de la espúrea asamblea nacional
inconstituyente, rechazar la juramentación de algún gobernador ante ese organismo
inconstitucional y exigir el cambio de los miembros de los abyectos Consejo
Electoral y Tribunal Supremo de Justicia. Exigir la convocatoria de nuevas
elecciones para gobernadores, asambleas legislativas de los Estados y luego, de
alcaldes y concejales municipales, en lo inmediato. Y el próximo año preparar
la elección presidencial. Que en todas estas elecciones estén presentes
observadores internacionales imparciales. Mientras estos puntos no los acepte
el gobierno presidido o no por Maduro, las elecciones realizadas este año o que
puedan realizare en lo adelante, serán completamente nulas. Exigir también la
inmediata libertad de todos los presos políticos.
Estos puntos deben ser
llevados a la presidencia de la República y a los organismos internacionales con
todas las argumentaciones y pruebas de hecho y de derecho.
Nuestro país no puede seguir
soportando la escasez de alimentos y medicinas con sus consecuencias de
desnutrición, hambre, enfermedades, muerte; la hiperinflación que condena,
sobre todo, a la población de menos ingresos; la inasistencia sanitaria en
hospitales y hasta clínicas privadas por falta de insumos y el abandono de
salas de atención y de cirugía. Todo por causa del robo de los dineros
públicos, de los petrodólares, que son dineros del pueblo y debieron y deberán
ir a resolver los problemas que confrontamos los venezolanos, incluso
partidarios del gobierno. Luchar contra las amenazas, la demagogia y el
oportunismo. De acuerdo a los artículos 7, 333 y 350 de nuestra vigente
Constitución Republicana, vistas las violaciones del gobierno a la misma, el
pueblo tiene derecho a desconocerlo y tomar las calles y ejercer cualquier
forma de lucha legal.
10-11-17
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