Mario Villegas 17 de diciembre de 2017
@mario_villegas
Verdaderamente
nauseabundos son algunos de los mecanismos empleados por la neodictadura para
presionar a la gente más humilde hasta doblegar su voluntad y obligarla a votar
por el oficialismo.
Ciertamente
que en Venezuela hay quienes creen a pie juntillas en el chavismo-madurismo y
votan voluntariamente por los candidatos rojo-rojitos, incluso en las peores
circunstancias. Son los que los especialistas llaman votantes duros, quienes
constituyen una importante porción pero minoritaria del registro electoral.
El
voto grueso, el determinante para ganar una elección, hay que conquistarlo a
punta de liderazgos y de propuestas políticas y de gestión que enamoren, que
convenzan al electorado y lo lleven a expresarse por determinada opción en las
urnas electorales. Da asco ver cómo quienes hoy desgobiernan al país han
suplantado los argumentos políticos por el chantaje y la humillación a
ciudadanos cada vez más empobrecidos y hambrientos, víctimas precisamente del
proyecto de destrucción nacional en que se ha convertido la “revolución
bonita”.
Lo que
van a leer a continuación es la transcripción de un mensaje de voz mediante el
cual una dirigente “invitaba” a los electores de una parroquia caraqueña a votar
por el gobierno:
“Camaradas
compatriotas de la parroquia Paraíso: estamos ahorita en una situación que
queremos, necesitamos abarrotar la parroquia de votos. Lo que eso arroje cuando
usted se registre en su Punto Rojo, eso es lo que nosotros vamos a dar para
usted. Si usted tributa para la revolución, nosotros también le vamos a dar.
Ejemplo, el pernil. Tómelo como quiera, pásele el mensaje a quien usted quiera,
páselo a la sala mayor, páseselo a Freddy Bernal, pero esto es así, camaradas.
Ya es hora de que nosotros empecemos a tributarle a la revolución. Aquí todo es
regalado, queremos que nos regalen todo, pero cuando se nos pide nada más que
un voto, un voto compañeros, nosotros no salimos. Miren la hora que tenemos y
todavía no hemos cubierto la mesa (de votación). Entonces de acuerdo a lo que
arroje el Punto Rojo, esas serán las personas que serán atendidas con el Combo
Navideño. Cambio y fuera”.
En
otras palabras, quien no vota por el oficialismo no tiene derecho a que su
familia pueda comer en navidad un trozo de pernil adquirido por el gobierno con
el producto de los impuestos y la venta de un petróleo que pertenece a todos
los venezolanos.
¡Habrase
visto semejante cochinada!
Maribel Castillo, un liderazgo popular
para Caracas
Contra
el ventajismo gubernamental, la campaña multimillonaria de la candidata
oficialista y su vergonzante compra de votos, contra un árbitro electoral al
servicio del PSUV y pese a la abstención decretada por los partidos Primero
Justicia, Voluntad Popular, Acción Democrática y otros, la candidatura de
Maribel Castillo a la Alcaldía de Caracas logró acumular más de 104 mil votos
en las tarjetas de Avanzada Progresista y el Movimiento al Socialismo, a los
cuales se suman más de 72 mil en la tarjeta de Copei, cuyo candidato Oscar
Arnal declinó a favor de ella a última hora.
Son
cerca de 180 mil caraqueños que desafiaron al poder del estado y sus delictivas
prácticas electorales, así como a la ceguera de importantes partidos de
oposición y de presuntos líderes capitalinos que arrugaron ante el exigente
compromiso electoral del 10 de diciembre.
No
cabe duda de que si toda la oposición se hubiese decidido a participar y se
hubiese abocado con todos los hierros en el proceso, otra sería la historia. En
vez de Erika Faría, la Alcaldía más importante del país estaría hoy en manos de
la oposición democrática.
La de
Maribel fue una campaña hecha con las uñas, con escasísimos recursos
materiales, pero con una gran inspiración y energía de las bases populares y
movimientos sociales de Caracas.
“Imaginación
contra dinero”, el viejo lema de Teodoro Petkloff para caracterizar las
campañas y la propaganda masista, animó el enorme esfuerzo de la candidata
opositora, de su equipo de campaña, de AP y el MAS, de Un Nuevo Tiempo, la
dirigencia y militancia rebelde de Copei, las bases de AD, el movimiento
Soluciones, dirigentes de Bandera Roja y Vanguardia Popular, así como de
representantes de movimientos sociales que hacen vida en la ciudad, como el
Colegio de Enfermeros y Enfermeras (del cual Maribel es miembro honorario), de
los jubilados de la Alcaldía de Libertador, de sindicalistas de la
construcción, del transporte, de los mercados municipales, así como del
voluntariado y líderes comunitarios de las 22 parroquias caraqueñas.
Con o
sin pernil en su mesa navideña, quienes votaron por Maribel Castillo quedan con
la satisfacción de haber contribuido a fortalecer un liderazgo democrático
comprometido genuinamente con la ciudad y el bienestar de los caraqueños.
Mario
Villegas
@mario_villegas
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