El Comercio 24 de septiembre de 2018
A pedido del papa Francisco, las
conferencias episcopales de Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia,
Paraguay y Argentina formarán parte de plan llamado "Puentes de
Solidaridad"
La
Iglesia católica latinoamericana, con la coordinación del Vaticano,
lanzó este lunes un plan de ayuda para los emigrantes de Venezuela, un programa piloto para acoger, proteger e
integrar a los miles de venezolanos que han tenido que salir del país por la
crisis.
El
plan, que lleva el nombre "Puentes de Solidaridad", fue anunciado
este lunes en el Vaticano por los encargados de la sección
migrantes del Dicasterio (ministerio) para la Promoción del Desarrollo Humano
Integral de la Santa Sede.
A
pedido del papa Francisco, ocho conferencias episcopales de América del Sur,
entre ellas Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia, Paraguay y
Argentina, "decidieron unir fuerzas para dar una respuesta conjunta a los
desafíos puestos por los flujos masivos de venezolanos, quienes han migrado a
otro país sudamericano en estos últimos años", explicó en un comunicado
el Vaticano.
La
iglesia latinoamericana quiere aportar ayuda concreta a través de "una
acción coordinada" a los venezolanos más vulnerables que han tenido que
huir, así como a las comunidades locales que los reciben, precisa la nota.
"La
idea nació espontáneamente en las conferencias episcopales latinoamericanas, es
un proyecto compartido, que no cuenta con los fondos de Naciones Unidas pero
que quiere atender una emergencia específica. Es algo nuevo y que durará dos
años por ahora", explicó a la AFP el padre venezolano Arturo Sosa,
superior general de los jesuitas.
Los
llamados "agentes pastorales", formados especialmente, se ocuparán de
todas las fases, desde su salida a su llegada a otros países y también de su
eventual regreso a Venezuela, según el programa que cuenta con un
fondo de 400.000 euros.
"Es
un programa distinto a los de las Naciones Unidas allí. La lógica de la Iglesia
es otra, es la lógica fraterna. De recoger al hermano que está necesitado.
Hemos sido emigrantes y la iglesia nace de la emigración", reconoció Sosa.
El
plan incluye la creación de centros de servicios y albergues para migrantes
vulnerables, asistencia en temas de vivienda, búsqueda de trabajo e inclusión
social y facilitación de acceso a servicios de educación y salud además de
campañas de sensibilización.
Se
estima que un 5% de la población venezolana ha abandonado su país en los
últimos dos años debido a la aguda crisis económica, política y social en la
que se encuentra la nación gobernada por Nicolás Maduro, heredero político del
fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013).
Entre
los países más afectados figura Colombia, cuyo gobierno calcula que cerca de 1
millón de venezolanos han cruzado la frontera, de los cuales 660.000 se han
quedado en el país vecino.
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