Por Rafael Viloria
Por estos tiempos: en que no
hay espacio para entrar o salir de un asombro. El Señor presidente de la
República al hacer su entrada en la República China, nos sorprendió con una
develación increíble. China es y no lo sabíamos la hermana mayor de nuestra
madre Venezuela.
Bien guardado por centenares
de años mantuvieron el secreto. Ello nos indica entonces, que China es la tía y
los mismos chinos quizás no lo sabían, que en un rincón de América Latina tenía
una hermana menor con más de treinta millones (30) de Venezolanos que por relación
consanguínea, eran sobrinos de la progenitora de más de mil quinientos millones
de chinos, que por analogía vinculante los mil quinientos millones de chinos
(1.500.000.000) pasaban a ser primos hermanos de los (30) treinta millones de
Venezolanos.
El “Señor” Presidente: como
es habitual no dio muchas explicaciones, de que nuestra Madre Venezuela era la
hermana menor de un país que poblacionalmente gira en torno a dos millones
(2.000.000) por ciento, por encima de nuestra población.
Hay que destacar adicionalmente
que la develación impone necesariamente algunas dudas del origen maternal del
padre y de la madre en su relación con la hermana menor ¿nuestros abuelos
paternos y maternos eran chinos? Esperamos que el “Señor” presidente en su
debida oportunidad, nos aclare la situación que nos deja a todos
confundidos ¿somos de origen chinos o latinos?
Ahora lo importante es saber
a qué obedeció la decisión para que el sobrino mayor decidiera visitar a su tía
mayor la China.
Haciendo alarde de su
increíble capacidad oratoria, el sobrino le comunico a los Gerentes de la tía
China, que en el país donde habitaba su hermana menor; se había decidido poner
en marcha el desarrollo de un plan de recuperación, crecimiento y prosperidad
económica, con el fin de darle curso al mejoramiento de las condiciones
sociales, económicas y políticas, que gracias a la guerra económica conducida
desde los EE.UU en contra de la hermana menor en Venezuela se estaba llevando
acabo.
Paradójicamente Venezuela
que cuenta con una reserva petrolera que es la más grande del planeta, con más
de treinta (30) millones de hectáreas de tierras aptas para el desarrollo
sustentable y autosustentable en el Agro y la Cría agrícola y pecuaria, que
posee grandes yacimientos de oro, diamantes, plata, energía eléctrica,
industrias en todos los niveles, abundantes recursos fluviales, es el país
que actualmente es azotado por el flagelo de una hiperinflación que muestra a
la hermana menor un país inmenso en una catastrófica situación de quiebra
social, económica y política.
Somos un país muy rico, pero
increíblemente pobre.
Bajo el antecedente de la
situación planteada el “Señor” presidente se hizo presente en el lar de la
hermana mayor de Venezuela, por consiguiente su tía china. Pero el sobrino no
se presentó con las manos vacías. Cual Rey mago, llegó cargado de ofertas a
cambio de ayudas económicas que pudieran sustentar el propósito de la
recuperación, crecimiento y prosperidad económica de Venezuela. No hay
desayuno, almuerzo o cena de gratis, alguien lo tiene que pagar y ese alguien
forzosamente tiene que ser la hermana menor Venezuela.
¿Cómo, cuándo y con qué? No
es necesario que lo indiquemos. Todos los sabemos Veintiocho (28)
Dan cuenta de los convenios
que el “Señor” presidente le firmo a la hermana mayor. Nadie tiene conocimiento
del nivel de compromiso al que se llegó y al que estamos obligados a cumplir
hoy o mañana. El “Señor” presidente está muy ocupado para entrar en
detalles del propósito emprendido. Total lo importante es que la hermana mayor
nos vea, nos oiga y esté dispuesta a ayudarnos. Lo demás se da por
sobrentendido; total somos familia y ello impone confianza. Lo que puedan
decir los sobrinos tampoco importa. También están muy ocupados haciendo colas
para sabanear y regatear los alimentos, la salud, las medicinas, los servicios
públicos, el transporte, la búsqueda del efectivo, el cobro de las pensiones,
de los salarios, la reconversión monetaria.
En síntesis: vivimos en un
país, donde las perversas fantasías, nos hacen creer que nada está pasando. Con
el discurso permanente nos hacen creer que la crisis integral no existe, que la
diáspora, el hambre, la miseria, el desempleo, la escases alimentaria, la
crisis medico asistencial, las medicinas, la inseguridad; la quiebra del país;
solo está en la imaginación de un pueblo que rechaza el comunismo por principio
natural.
Una cosa es cierta. La tía
China nos echará un vainon. Similar o peor al que se les atribuye a o los
causantes de la situación actual en manos de Dios estamos.
28-09-18
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