CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ 16 de septiembre de 2018
@CarlosRaulHer
Hay
síntomas de que los activistas de los partidos comienzan de nuevo a pensar en
política real e inician las terapias, como cualquier convaleciente de
polifracturas, sin temer a lo que digan o dejen de decir algunas víboras que
medran en las redes. Superar las derrotas de 2016 y 2017 obliga tanto los que
salieron al exilio como los que se quedaron, a articular una estrategia
inteligible. Hay dos puertas para el reingreso a la política y deben usarse las
dos: el debate económico y las elecciones municipales.
Los
“dignos” e ideólogos abstencionistas con talento político de ameba, se jactan
de su obra de destrucción masiva. Hay que convencer sobre la necesidad de
participar en las elecciones municipales, única razón para llamar a la unidad, y
trabajar para legalizar los partidos, lesionados precisamente por abstenerse en
los últimos procesos electorales. Todo lo que hemos conquistado, comenzando por
la esperanza, ha sido obra del voto y todo lo que hemos perdido, comenzando por
la esperanza, ha sido obra de la necia tragedia del abstencionismo calle-calle,
el insurreccionismo, el putchismo y el invasionismo.
Lo
único que impidió que la oposición desapareciera son los cuatro gobernadores,
encabezados por Leidy Gómez, y la Asamblea Nacional, productos del sufragio.
Hay que salir de nuevo a buscar votos y a debatir con la sociedad, aunque
algunos partidos tendrán que participar detrás de mascarones de proa, pero por
lo menos una parte del activismo no se perdió en el océano. Como el madurismo va
a votar, si la oposición no participa el gobierno tendría todos los concejos
municipales con apenas 5 millones y medio de votos. El primer régimen
absolutista por vía electoral.
Señalar el camino económico
La
otra puerta de reingreso es la crítica de la política económica. El gobierno
entró en una dinámica de errores e insuficiencias en la búsqueda de salida a su
desastre. Pero la crítica no es el rugido elemental, la vocinglera denuncia de
paquetazo, sino demostrar cuáles son las debilidades del plan Maduro I y
presionar por el plan Maduro II. Otros países después de fracasar, llegaron
donde era. El gobierno debe olvidar el desquiciado esquema que se quiso
imponer: asfixiar la sociedad con controles de precios, cambios, persecuciones
y restricciones, la tasa Dicom y cualquier maniobra para esquilmar las remesas.
Mientras
haya un cambio oficial y uno paralelo ventajoso, todo el mundo irá a éste. Si
se normalizara la situación cambiaria y los colmillos represivos se repliegan a
las fauces, como pareciera que tiende, y avanzaran la apertura y la seguridad
jurídica, las divisas irían al Banco Central. Las importaciones mejorarían la
oferta de alimentos y medicinas. Cesar la persecución a las empresas privadas y
devolver las expropiadas a sus dueños, provocaría una conmoción económica y
política positiva. A lo largo de estos 20 años leí varias veces, atribuido a
diversos autores, que el momento más oscuro de la noche es el previo al
amanecer.
No sé
si eso será astronómicamente cierto, pero la oscuridad es espesa y no llega la
luz del sol. Este ambiente de desamparo y confusión se profundiza porque ante
las alternativas racionales regresa en forma de manifiesto emborronado de
nimiedades y sofismas, la lenguarada de fuego sin contenido, la vocinglería
insensata, el vaudeville radical en vez de política. Después de ocasionar
trágicas derrotas vuelve la noria del error: “No hay intervención extranjera
porque no hay unidad”. La unidad sería para seguir con la insurrección boba y
pedirle al gobierno que amablemente se vaya.
La sucia política
Aparte
de la vaciedad propia tenemos que cargar con la ajena. El grupo de Lima
presionó salvajemente, junto con el S.G Almagro para promover la abstención, un
lenguaje flamígero que hizo creer que vendría una acción internacional contra
el gobierno. Hoy declaran con maneras versallescas sobre Maduro a propósito de
la tragedia migratoria. Y aunque la oposición sacrificó su autonomía para
actuar en concordancia con ellos, la humillan al excluirla de una reunión
internacional a la que invitan a la “sociedad civil”. Como si fuera poco, se
mantienen los tejemanejes para nombrar la ridícula figura de un presidente
itinerante de Venezuela.
Dijo
una vez Vaclav Havel que los que denigran de los políticos con aquello de que
la política es sucia, seguramente es porque la están ensuciando. Del llamado
tribunal en el exilio acaba de surgir una monstruosidad moral, jurídica y
política que lo cuestiona desde los tuétanos con falsificación de un documento
¿público? y de la firma de uno de los magistrados, en operación dirigida contra
la A.N. y con el fin alevoso y premeditado de dañar a un político opositor. La
invocación a la moral y la dignidad se usan generalmente como sustituto del
cerebro en la política.
Los
que lo hacen suelen ser históricamente los más cínicos y se burlan con mayor
descaro de los principios. Quien instaló esa enfermedad en el país fue
precisamente la revolución, todas las revoluciones lo hacen y todas terminan
carcomidas por la misma termita. Los radicales de la oposición son herederos de
Chávez, también revolucionarios desde su perspectiva. Creo que fue Alexander
Kojeve quien escribió que vista ideológicamente, la invasión a la URSS por los
nazis, era herencia de la confrontación entre hegelianos de izquierda y de
derecha.
Carlos
Raúl Hernández
@CarlosRaulHer
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